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Artículo especial

Dentro de la historia: ¿Qué es realmente ser un mecánico de F1?

Trabajar con exóticos coches de Fórmula 1 es emocionante, pero también muy estresante, donde los errores no pueden ser tolerados. René Fagnan habló con Greg Baker, jefe de mecánicos del equipo Lotus F1.

Lotus F1 garaje

Lotus F1 garaje

Rainier Ehrhardt

Greg Baker, jefe de mecánicos del Lotus F1 Team
Greg Baker, Lotus F1 Team, Jefe de Mecánicos
Romain Grosjean, Lotus F1 E23 en los pits
Lotus F1 Team mecánicos
Romain Grosjean, Lotus F1 Team
Pastor Maldonado, Lotus F1 E23
Romain Grosjean, Lotus F1 Team
Mecánicos en los pits de Lotus F1al inicio de la carrera
Jolyon Palmer, Lotus F1 Team, Romain Grosjean, Lotus F1 Team
Los mecánicos de Lotus F1 Team con los neumáticos Pirelli
Sergio Pérez, Sahara Force India y Pastor Maldonado, Lotus F1 Team
Mark Slade, Lotus F1 Team, Race Engineer y Pastor Maldonado, Lotus F1 Team
Romain Grosjean, Lotus F1 Team
Romain Grosjean, Lotus F1 E23
Pastor Maldonado, Lotus F1 E23
Greg Baker, jefe de mecánicos de Lotus F1

Greg Baker comenzó a trabajar para el equipo de Williams durante el programa de Renault en el Campeonato Británico de Autos Turismo a mediados de los noventa. Luego de esta aventura se trasladó a la Fórmula Uno con Arrows en 1997 antes de unirse a las filaes de Renault en el año 2002. 

Como jefe de mecánicos, Baker tiene enormes responsabilidades en asegurar que los autos de Lotus estén en buena forma durante el fin de semana. 

"Mi papel es asegurar que las especificaciones de los autos de Romain Grosjean y Pastor Maldonado sean correctas. También debo estar atento a los fallos así como a la gestión diaria", expresó. 

Para él, su amor al deporte es esencial para trabajar en la Fórmula Uno, donde el calendario de 19 carreras exige muchos vuelos de larga distancia así como agotadores horarios de fin de semana. 

"Tienes que ser un apasionado de las carreras si es que quieres trabajar en la Fórmula Uno y estar muy motivado. Necesitas ser capaz de hacerlo rápidamente, bajo presión y tomar decisiones más precisas dado que tienes un tiempo limitado para trabajar en los autos. Además, tienes 19 grandes premios en un año y debes estar 180 días fuera de casa". 

Baker cree que los tiempos han cambiado para la actual generación de mecánicos en comparación con épocas pasadas.

"El trabajo ha cambiado increíblemente", confirma. "Viajamos mucho, pasamos 10 horas en aviones en clase económica, y además está la diferencia de horarios. 

"Hace quince años, cuando terminaba el trabajo, salía a tomar una cerveza. Ahora los chicos terminan y piden ir a correr o al gimnasio. Esto se ha convertido más en un negocio. La nueva generación de mecánicos no son atletas, pero físicamente tienen condición". 

Un típico fin de semana de Grand Prix

Lo primero que el equipo debe hacer es montar el garaje para poder entregar los autos y que puedan salir a la pista. Para el resto del día inaugural de un gran premio, los mecánicos están ocupados poniendo los componentes correctos en los coches. 

"Si se trata de una carrera en Europa, viajamos temprano la mañana del miércoles y normalmente llegamos al circuito alrededor de las dos de la tarde", dice Baker. "Podemos estar ahí hasta las 11 de la noche ya que no hay toque de queda es día y tratamos de no dejar cosas para el jueves". 

"El jueves por la mañana encendemos los motores y verificamos todos los sistemas. Los autos son llevados a la inspección técnica, con su motor Mercedes V6 y caja de cambios instalada antes de salir el viernes". 

El montaje de los neumáticos se realiza por parte de Pirelli y se reagrupan en conjuntos. Los pilotos y los ingenieros caminan por la pista, mientras que los Lotus E23 Híbridos son revisados por última vez por los mecánicos. 

Entonces llega el viernes, el primer día de acción de pista, con dos sesiones de entrenamientos libres de 90 minutos. 

"Solemos dejar el hotel alrededor de las 06:30 horas. Es el día más ocupado de la semana para nosotros. Probablemente vamos a trabajar hasta el toque de queda. Al final de la segunda práctica libre debemos hacer una reconstrucción de los autos. Le montamos un motor de carrera y una caja de cambios dentro de cada unidad. También hay partes para intercambiar alrededor y ciertas piezas de la suspensión que cumplen su ciclo de vida por el kilometraje. Si estás trabajando hasta el toque de queda, estarás de vuelta en el hotel y tendrás cuatro o cinco horas de sueño y después debes estar de vuelta de nuevo". 

Para la mañana del sábado, los mecánicos deben dejar el hotel a las 07:30 horas y llegar directamente a la pista. 

"La brecha entre la FP3 y la clasificación es extremadamente pequeña. Necesitamos instalar tubos de escape para la carrera así como los frenos, ese tipo de cosas. Cada circuito requiere de diferentes cosas. Si llegas a la Q3 en la calificación, tienes hora y media para realizar algunos cambios y asegurar que todo este bien y listos para la carrera. El parque cerrado ha hecho una gran diferencia. Hoy en día todo es mucho más regulado. Al menos podemos dormir un poco más".  

El domingo es el gran día 

El parque cerrado es el único trabajo a realizar por la mañana del domingo, que ya no son tan agitados como en tiempos pasados ya que no hay ninguna sesión de calentamiento que complique las cosas. 

"Nos aseguramos de que todo esté listo", dice Baker. "Realmente no podemos trabajar en los autos, pero podemos tener una buena mirada en ellos."

Durante la carrera, los mecánicos permanecen con sus pies en el garaje para ejecutar el cambio de neumáticos, pero su trabajo no termina con la bandera de cuadros. 

"Después de la carrera del domingo, por lo general tienes alrededor de ocho horas de trabajo por delante. Todo debe volver a la fábrica de Enstone y en realizar todo esto tardamos como cuatro horas". 

Por razones obvias, los dos largos descansos durante el año, en agosto y diciembre, son recibidos calurosamente por los cansados mecánicos.

"Lo bueno de la Fórmula Uno es que todos sabemos las fechas con antelación, así que podemos planificar nuestro año", concluyó Baker. 

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