El desafío de Hamilton, un dolor de cabeza para Mercedes en 2017

No existe en Fórmula 1 una orden de equipo que sea popular. En el momento en el que el muro de boxes se involucra e influye en lo que está pasando en la pista, normalmente supone un cambio de emociones para los aficionados.

Pero, sea para pedir a los pilotos que cedan posición, que la intercambien con su compañero o, como en Abu Dhabi, que aumenten su ritmo ante el temor de perder la carrera, las órdenes de equipo han sido y siempre serán un mal necesario en la competición de deportes de motor.

"Las órdenes de equipo son un mal necesario"

Y, mientras un 'equipo' esté formado por dos pilotos, en algún momento habrá, inevitablemente, un choque de intereses entre uno de los pilotos y sus jefes.

Lo que hizo Hamilton el domingo, ignorar las órdenes de Mercedes de incrementar el ritmo de carrera para evitar que Vettel les adelantara, fue una de esas ocasiones, y no es de extrañar que haya provocado tanto debate.

Por un lado están los que creen que hizo lo correcto, porque un competidor y líder de la carrera puede marcar el ritmo buscando la única manera que podía hacerle campeón.

En el lado contrario está la opinión de que su desobediencia fue negativa y egoísta, pues ponía sus intereses por encima de los de un equipo cuyo único objetivo era ganar

Ambos argumentos son perfectamente válidos en esta ocasión, y las dos posturas están perfectamente justificadas. No hay una respuesta definitiva que sea correcta o incorrecta, por lo que ambas partes del debate tendrán que estar de acuerdo en no estar de acuerdo.

"Hamilton desafió la filosofía de Mercedes"

Pero lo que Hamilton hizo en Abu Dhabi fue mucho más que una simple táctica para llevarse el título, ya que no es sólo el deseo personal de ganar un campeonato. Desafió la filosofía que Mercedes ha seguido desde el inicio de 2014, cuando empezó a ser evidente que sus pilotos lucharían entre sí por ese mundial.

En cada paso del camino -incluso en el pasado fin de semana- han establecido estrictos protocolos sobre ambos pilotos, y han ayudado tanto al éxito de Hamilton que puede sentir que quisieron perjudicarle el domingo.

Creer que los dos pilotos pueden hacer lo que quieran en carrera es erróneo, porque ha habido protocolos y acuerdos para asegurar que su rivalidad es tan libre y justa como sea posible sin que eso perjudique al equipo.

Uno de esos acuerdos, por ejemplo, está relacionado con las paradas en boxes. Desde 2014, el equipo hace algo que repitió en Abu Dhabi: el que va delante tiene prioridad en cuanto a la estrategia para evitar que otros coches le adelanten.

Si no existiera ese pacto, Mercedes tendría que enfrentarse siempre a la polémica de que sus dos pilotos querrían parar antes que el otro (o después, si la mejor táctica es alargar más el stint).

Si les dejaran libertad para entrar en boxes cuando quisieran, los pilotos inevitablemente llevarían las cosas al extremo, y se perjudicarían a sí mismos únicamente por intentar sacar ventaja respecto a su compañero. Eso dejaría la puerta abierta a otro equipo para acertar con la estrategia y ganar.

Han seguido ese protocolo en esta y en las anteriores 20 carreras de la temporada. Imaginen la polémica que se habría producido si Rosberg, en un acto de picaresca, hubiera parado primero en el segundo turno de pitstops. Probablemente habría logrado el 'undercut' con Hamilton y habría vuelto primero a pista, con total ventaja para llevarse el título.

¿Habría estado tal acción tan justificada como la desobediencia de Hamilton ante la orden de ser más rápido? Al fin y al cabo es la última carrera del año y es juego limpio, ¿no?

De hecho, Hamilton por un lado estaba satisfecho con el protocolo de pitstops porque eso le permitió salir delante, pero por otro no estaba contento cuando el protocolo para garantizar la victoria chocaba con sus intereses de ser campeón.

Y, ¿se puede justificar más ignorar las órdenes de equipo en una carrera donde te juegas el título que en otra carrera cualquiera donde se reparte el mismo número de puntos?

Volvamos al GP de Mónaco, donde Hamilton estaba pegado a un Nico Rosberg que era más lentro tras las paradas en boxes y Mercedes sintió que la victoria peligraba ante la amenaza de Ricciardo y Red Bull.

Le pidieron a Rosberg -que lideraba no sólo la carrera, sino el campeonato- que dejara pasar a Hamilton, su compañero pero también su rival. Él no dudó un momento, y abrió la puerta a la victoria de Lewis.

Si hubiera desafiado al equipo como hizo Hamilton y hubiera aguantado hasta la bandera a cuadros en Mónaco, la diferencia de puntos habría sido tan grande que Nico habría llegado campeón a Abu Dhabi.

¿Y habrían defendido los aficionados ese desafío de Rosberg tanto como han hecho con Hamilton? 

El equipo Mercedes estaba muy frustrado porque su filosofía quedó afectada cuando Hamilton decidió desafiar la manera en la que ha funcionado la escudería durante estos tres años.

¿Podría ahora Rosberg ignorar una orden de dejar pasar a Hamilton si se vuelve a dar el caso? ¿Debería plantearse intentar el 'undercut' si está segundo en algún momento? Las cosas ahora no parecen tan claras.

Hamilton ha podido crear un precedente para Rosberg

La respuesta no es sencilla, y no es de extrañar que Mercedes aún esté pensando en ello. Podemos olvidar una sanción grande para Hamilton y no imaginar por un momento que Mercedes adoptará una estrategia -como por ejemplo sería la libertad total de competir- que arriesgue futuras victorias.

Pero si elige que no es posible continuar con su política actual, empezará a controlar las carreras con muchas más órdenes de equipo, y entonces todos habremos perdido con lo que pasó el domingo.