La demora en el nuevo motor terminó siendo positiva para Mercedes

La actualización, denominada Fase 2, iba a ser introducida en los seis motores Mercedes de la parrilla en Montreal, pero se pospuso por problemas de última hora en las pruebas en el dinamómetro.

Por ello, los seis pilotos utilizaron en Canadá sus primeros motores de 2018 por séptima y última carrera consecutiva, en lugar de guardarlos y utilizarlos por última vez en Hungría, como era el plan inicial.

Después de algunas revisiones y nuevas pruebas, el nuevo motor, ahora conocido como Fase 2.1, finalmente se presentó para el fin de semana del Gran Premio de Francia en Paul Ricard.

Wolff dice que la versión final tiene un mejor rendimiento del que hubiera tenido en Canadá.

"Debíamos tener el motor (Fase 2) para Montreal", dijo cuando Motorsport.com le preguntó. "Todo funcionaba como se esperaba, y enviamos los motores".

"Luego, en una de las últimas tandas largas vimos algunas rarezas, irregularidades, que no nos dieron el 100% de confianza para competir con ese motor en Montreal. Así que decidimos quedarnos con la Fase 1".

"Y, finalmente, ese par de días más no solo compensó lo que tenemos como paquete, sino que consolidamos el rendimiento que esperábamos, y añadimos un poco más. Nos guardamos un poco al hablar el viernes porque no queríamos decir que teníamos los nuevos motores si luego no los íbamos a poder utilizar todo el fin de semana".

Wolff admitió que el retraso resultó siendo positivo: "Generalmente creo en el karma, y todo ocurre por una razón. ¡Escriban eso en su web y todos pensarán que he perdido el juicio! Pero no ocurrió por alguna razón. Tal vez necesitábamos un poco más de tiempo para consolidar las mejoras y tener confianza en lo que teníamos para sacar el máximo rendimiento".

"Sé que quieren saber los números y todo, pero no puedo darlos".