Personajes Latinos 2018: Pérez regresa al podio en una temporada desgastante para él

Tras dos temporadas consecutivas siendo el mejor piloto de la “clase B” de la Fórmula 1, 2018 presentó un reto mayor a Sergio Pérez. En un principio McLaren con Alonso, los pilotos de Haas, Renault, ocasionalmente Toro Rosso y luego Sauber, estuvieron en condiciones de pelear por ser el mejor detrás de los pilotos de los tres equipos grandes a lo largo del año.

Durante esta temporada tan solo en tres ocasiones Pérez consiguió acabar un Gran Premio como el mejor del resto, una de ellas incluso más que eso, cuando se subió al podio por segunda ocasión en Azerbaiyán. Las otras dos fueron Bélgica y Japón.

Que Pérez hubiese conseguido subirse al podio en Bakú nuevamente, es visto por un sector de la prensa como un momento de suerte. Lo que pocos recuerdan es que antes de que chocaran los dos Red Bull, antes de que Sebastian Vettel pasara de largo en la frenada de la curva 1 intentando tomar la punta, antes de que explotara el neumático trasero derecho de Valtteri Bottas, Checo rodaba como el mejor del resto.

El Force India inició la temporada muy por debajo de las expectativas en cuanto a rendimiento y no consiguió mantener el lugar que tenía en 2017 en el orden de la parrilla. Sin embargo Bakú, como en los dos años anteriores, probó ser una excepción y cuando hubo la primera oportunidad de conseguir un resultado importante, fue Pérez quien lo logró.

Más adelante en la temporada, cuando en Bélgica inició la segunda etapa del equipo como Racing Point, se presentó otra oportunidad para que golpearan por encima de su peso los pilotos de los autos rosa. Esteban Ocon fue quien lo hizo el sábado sobre mojado con un soberbio tercero, mientras Pérez salvó un potencial accidente en el veloz Raidillon, quedándose luego a 43 milésimas del francés.

Esteban Ocon, Racing Point Force India VJM11, Sebastian Vettel, Ferrari SF71H, Lewis Hamilton, Mercedes AMG F1 W09 y Sergio Perez, Racing Point Force India VJM11

Photo by: Manuel Goria / Sutton Images

El domingo sin embargo, desde la salida, que ha dejado una de las mejores postales de la temporada con Vettel, Hamilton, Ocon y Pérez casi lado a lado en la recta de Kemmel, el mexicano se puso por delante de su compañero de equipo, quien prefirió no interferir en la lucha de Hamilton y Vettel en la frenada para Les Combes. Pérez fue oportunista, como lo ha sido en muchas ocasiones, y esta vez, le valió un quinto lugar.

Más de esto se vio en el Gran Premio de Japón, con la forma como aprovechó el Safety Car Virtual para ponerse en posición de adelantar a Grosjean y acabar séptimo, superado solo por los Mercedes, Red Bull y Ferrari, coches que corren en otra categoría prácticamente y que consiguieron alejarse más del grupo medio conforme avanzó la temporada.

Checo fue séptimo en el mundial justo después de Suzuka, pero luego entre un flojo fin de semana en Austin y el retiro en México, se esfumaron las opciones de conseguirlo.

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Sin embargo la cruz con la que ha tenido que cargar este año ha sido su incidente con Ocon en la salida del Gran Premio de Singapur, uno que pudo llegar a salirle muy costoso y que es el tipo de situaciones que dan oportunidad a sus detractores para señalar porqué no ha tenido su anhelada chance con un equipo de primera, lo que ya no era McLaren en 2013.

Ocon ha hecho alarde de su forma en calificación contra Pérez este año, pero es cierto que la diferencia entre ambos durante la mayor parte de la temporada fue mínima, en varias ocasiones una décima de segundo o menos. Fueron una de las duplas más parejas de la parrilla en 2018.

Pero tal vez el mayor peso que cargó Pérez sobre sus hombros en 2018 fue el de ser el nombre detrás de la acción legal que abrió la puerta para que en la lucha por el control de Force India, fueran Lance Stroll y su consorcio quienes lo consiguieran.

Esto le aseguró su continuidad en un equipo que debe ir a más, pero asumir ese rol no fue ideal para él. Que su acción llevó a salvar el equipo y a pasar la página hacia días mejores, es indiscutible, pero no sin algún precio para él.

Checo debería ser, por experiencia y hoja de vida, el piloto líder en su equipo en la que será su novena temporada en F1. Que uno de los dueños sea el padre de su compañero de equipo no deja de ser inquietante, más allá de que el equipo es una empresa, y como tal, debe optimizar sus recursos, técnicos y humanos.

2019 llega con retos diferentes para quien continuará siendo el máximo representante latinoamericano en el deporte motor de primer nivel y el único en la parrilla de Fórmula 1.