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'Singapur, la perla asiática', por Adrián Puente

Adrián Puente repasa qué vio Bernie Ecclestone para hacer de Singapur un clásico moderno de la Fórmula 1 y una de las carreras más duras del calendario.

Lewis Hamilton, Mercedes AMG F1 W09 EQ Power+, Max Verstappen, Red Bull Racing RB14, y Sebastian Vettel, Ferrari SF71H, al inicio de la carrera

Foto de: Joe Portlock / Motorsport Images

Urbano, largo, ancho pero trabado, contrario a las agujas del reloj y con fuerte influencia del calor y la humedad. Nocturno, alta carga, tanto como Montecarlo y lejano al viejo Thomson Road de los años 60, trazado con el que Singapur se incorporó al mundo de las carreras por afuera del calendario oficial.

Hoy paraíso turístico, hoteles, lujo asiático. Tanto que en algunos casos, la atención está robotizada. Singapur, meca financiera y de exportación tecnológica. Hasta los '90, un compendio de 63 islas a la sombra de su vecino Malasia. Hoy uno de los países más caros del mundo, desarrollado sobre generosos incentivos a los inversionistas extranjeros, cero corrupción y núcleo fundamental para unir comercialmente el sudeste asiático con China y la India.

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Como no podía ser de otra forma, todo esto vio Bernie Ecclestone hace trece años, para empezar a gestar las bases de un Gran Premio. Las negociaciones comenzaron en 2006 y dos temporadas más tarde se prendieron las luces de la ciudad para la primera carrera nocturna de la historia. Un camino que se inició de la manera más escandalosa posible. Un incidente controlado desde el box que sirvió en bandeja la victoria para Fernando Alonso. Un episodio que dejó en ridículo a Renault, a Nelsinho Piquet y destituyó para siempre a Flavio Briatore.

El accidente de Nelson Piquet Jr. en el GP de Singapur de 2008.

El accidente de Nelson Piquet Jr. en el GP de Singapur de 2008.

Photo by: Sutton Motorsport Images

Singapur demanda mucha caja, exige frenos, tiene alto consumo, una parada larga en boxes y degradación de los neumáticos. Además un estrés físico significativo, muchas veces con una pérdida de 3 kilos en carrera. El agobio provocado por la humedad lleva todo al límite. Un dato para 2019: se prevé más seco y ventoso que nunca, sin la danza de rayos nocturna que suele acompañar al Marina Bay e hizo su máxima intervención en el caótico 2017, donde Sebastian Vettel, Max Verstappen y Kimi Raikkonen chocaron en la largada. Inéditas condiciones climáticas para un país que se caracteriza por una temperatura llana y copiosas lluvias todo el año.

El Auto de Seguridad, un clásico en cada visita a Singapur.

El Auto de Seguridad, un clásico en cada visita a Singapur.

Photo by: Lionel Ng / Sutton Images

Las 23 curvas que le dan forma al circuito representan casi la peor complicación. El Marina Bay no puede jugar con desniveles, apenas unos 5 mts para matizar. La isla no supera en altura los 160 mts de una colina llamada Bukit Timah. Los puntos ciegos no los hace la elevación como en Spa, sino los giros de 90°, especialmente en el sector 3, donde todo parece propicio para la salida de un Safety Car en cualquier momento, presente en todas las carreras desde 2008. Esta variable relativiza incluso la pole position. El contexto actual demanda como nunca un fino manejo. Si Ferrari quiere intentar seguir en el paraíso conquistado en Bélgica e Italia, debe optimizar psicológicamente a Vettel, tan proclive a errores ultimamente. Pero además, atender las demandas aerodinámicas, ya que el motor tan eficiente de los italianos puede transformarse en calabaza en el infierno de la bahía.

Para Mercedes, el neumático puede ser un talón de Aquiles, ante un escenario caliente. Ya el año pasado, una versión más dura que la de Ferrari fue el recurso para consolidar la victoria. Red Bull ganó tres veces consecutivas aquí en la era de los V8, pero también supo llegar siempre en el podio en la era híbrida, Daniel Ricciardo y Verstappen se encargaron de ello. Esta península seduce tanto al equipo austriaco en su concepción moderna, como el auto se adapta a trazas urbanas como esta. La "Perla de Asia" espera en el atril a su dueño. Este fruto marino que emerge de las aguas del Estrecho de Malaca se guarda en un molusco escurridizo. Un botín que sólo se conquista con la constancia, la resistencia y el buen manejo. De esto se trata Singapur.

Lewis Hamilton se impuso en 2018 desde la pole position en Marina Bay.

Lewis Hamilton se impuso en 2018 desde la pole position en Marina Bay.

Photo by: Steven Lee / LAT Images

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