Por qué Mir debe ser campeón aunque no gane una carrera

Para la marca de Hamamatsu, probablemente no hay mejor momento que este para celebrar la victoria en el Mundial de MotoGP. Este 2020 cumple el centenario de su fundación y el 60 aniversario de su presencia en el mundo de la competición.

Ya solo por eso, por la trascendencia que tendría para la escudería de la gran S coronarse 20 años después de que Kenny Roberts Jr. lo lograra en 2000, está más que justificado que Mir tome un plus de cautela al correr para evitar poner en peligro su condición de líder. Al mismo tiempo, es lógico que el chico tenga una espinita clavada por no haber podido estrenar todavía su casillero de victorias en la clase reina.

Si nos centramos en sus declaraciones, él parece tenerlo más claro que nadie, y aunque no esconde su deseo de subirse al escalón más alto del podio, en ningún caso se arriesgará a tirar a la basura el solomillo entero por darle un bocado antes de tiempo.

“Ganar un gran premio es uno de mis objetivos, pero por encima de ese está el de ganar el campeonato. Si para llevarme un gran premio tengo que poner en riesgo mis opciones con vistas al título, pues es evidente que no vale la pena. Hay que hacer las cosas bien", asegura Mir.

"Si tengo la oportunidad [de imponerse en un gran premio] iré a por ello. Pero si pasa por tener que hacer una locura, es mejor no hacerla porque se acerca el final de curso y un cero nos puede penalizar mucho”, resume el mallorquín, que a falta de tres paradas para poner el cerrojo en Portimao, a finales del mes que viene, dispone de 14 puntos de margen sobre Fabio Quartararo, su más inmediato perseguidor, de 19 sobre Maverick Viñales, tercero, y de 25 sobre Franco Morbidelli, cuarto.

La respuesta anterior del español queda validada al analizar la carrera del domingo en Alcañiz. “Cuando Joan se puso tercero, tuvo la opción de ir a por el segundo puesto. Pero se dio cuenta de que el cielo se tapó y la temperatura del asfalto bajó –de 26ºC a 15, exactamente–. Eso hizo que valorara la situación y decidiera no jugarse la caída, porque además sabía que, como mucho, iba a poder optar a la segunda plaza”, explica Davide Brivio, team manager de Suzuki, a Motorsport.com.

También vale la pena destacar que, tanto Mir como su equipo, tienen claro que habría ganado en Austria de no ser por la “irresponsabilidad” de Maverick Viñales, que siguió en pista a pesar de ser consciente de que se estaba quedando sin frenos, hasta que ocurrió lo inevitable –se tuvo que tirar de la moto y la carrera fue neutralizada cuando Mir gozaba de 2,4 segundos de margen al frente del pelotón–.

El discurso y la puesta en escena del #36 es chocantemente maduro para un chaval de 23 años que solo lleva cinco en el Mundial y 83 grandes premios en su hoja de servicios. En MotoGP, solo Iker Lecuona (61 participaciones) tiene menos experiencia que él en el certamen.

A diferencia de lo que ocurre con otros miembros de la parrilla, nadie recuerda del balear una salida de tono o una mamarrachada, ni siquiera en caliente, y seguramente no hay mejor reflejo de su personalidad que ese. Tanto en Suzuki como en su entorno más cercano destacan la clarividencia y sensatez que mueven al chico, al que, en palabras textuales, “hay que decirle muy pocas cosas”.

“Joan tiene muy claro lo que quiere y está completamente centrado en ello. Cuando aparece por el paddock sabe que entra en su puesto de trabajo y actúa en consecuencia”, añade Brivio. “De todas formas, hasta ahora no hemos pensado mucho en el campeonato. Evidentemente que él sabe que va el primero, pero digamos que en ningún caso planteamos el fin de semana pensando en ello. Puede que a partir de ahora sí que comenzamos a tenerlo algo más en cuenta".

Todos los miembros de la parrilla reconocían antes del arranque del curso que la clave de este 2020 sería la consistencia y la capacidad de limitar los descalabros. Que los 11 grandes premios disputados hayan dado ocho ganadores distintos lleva a pensar que nadie ha conseguido el nivel de regularidad deseado. Además, Mir, como líder, acumula solo 137 puntos de los 275 que se han puesto en juego, el 49,8%. A estas mismas alturas de 2019, Marc Márquez sumaba 230 puntos, el 83,6% del total. En 2018, de nuevo Márquez, llevaba 201 puntos (73%).

El buen rendimiento que ha exhibido la GSX-RR en la mayoría de trazados ha sido capital para que el de Palma haya encadenado cinco podios en las seis últimas pruebas, y seis en las últimas ocho. El enfoque del campeón de Moto3 de 2017 es el ideal para afrontar la recta final de una temporada totalmente alterada por el impacto que ha tenido el coronavirus.

La reducción y remodelación del calendario modificó también los fundamentos a nivel estratégico, y la solidez y consistencia han sido más determinantes que la velocidad. El frío y la sacudida general que ha provocado la introducción de la nueva construcción trasera de Michelin aún han acentuado más esa inestabilidad. Precisamente por eso, que Mir se convirtiera en el primer campeón de la historia en MotoGP –Emilio Alzamora lo logró en 1999 en 125cc– que se encasqueta la corona sin un solo triunfo sería la alegoría perfecta para este Mundial.

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