Análisis: Por qué Stroll debe cerrar la brecha con Vettel

Lance Stroll y Sebastian Vettel están listos para hacer historia en la temporada 2021 de Fórmula 1.

Dado que el ritmo del coche RP20 será heredado por el monoplaza con el que competirá Aston Martin en la próxima temporada, es seguro que el equipo obtendrá puntos importantes, los cuales también representarán los primeros en la historia de la marca luego de que su entrada limitada hace seis décadas no tuvo éxito.

Pero la verdadera medida del éxito de Stroll y Vettel en 2021 llegará cuando se hagan las cuentas finales. En 2020 no fue como el viejo equipo Racing Point quería.

La batalla fluctuante y fascinante para obtener el lucrativo tercer lugar en el campeonato de constructores detrás de los equipos de la clase A fue ganada por McLaren. Dado que los diseños utilizados el año pasado se están adaptando a las modificaciones técnicas para 2021, esto apunta a otra temporada en donde existirá una competencia cerrada en la mitad de la parrilla.

Como Racing Point, Aston perdió esta batalla por solo siete puntos en 2020, un año en el que perdieron 15 puntos como penalización por el Mercedes Rosa. Además de eso, algunos problemas de confiabilidad, así como el hecho de que sus pilotos se vieran atrapados en algunos incidentes a lo largo de la temporada, fueron factores en su contra.

Pero además de los puntos perdidos por el castigo, el desenlace de Racing Point en 2020 fue el resultado de su desempeño en la pista. Lo que sucede en los días malos importa tanto como cuando todo resulta perfecto, por eso el objetivo cliché de "maximizar" lo que se tiene a menudo se repite por una razón.

Y aquí es donde destaca una brecha particular en los resultados de Racing Point en 2020. En la clasificación final, la diferencia entre Sergio Pérez, ahora piloto de Red Bull, y Stroll fue de siete puestos. El mexicano finalizó por detrás de Lewis Hamilton, Valtteri Bottas y Max Verstappen. El canadiense fue 11° de la general.

Esa diferencia fue la misma en el caso de Renault entre Daniel Ricciardo, quinto, y Esteban Ocon, 12º. Esto explica de alguna manera cómo McLaren (donde la diferencia entre los pilotos fue de sólo tres puestos entre el sexto de Carlos Sainz y Lando Norris en P9) les permitió vencer a sus rivales más cercanos en la lucha por ese preciado tercer lugar.

Sergio Perez, Racing Point RP20, crosses the finish line to take the race win

Photo by: Mark Sutton / Motorsport Images

Una vez más, las fluctuaciones de la fortuna son importantes. La magnífica victoria de Pérez en el Gran Premio de Sakhir, donde no se puede ignorar el elemento de suerte de ganar una carrera que había sido dominada por Mercedes, aumentó su total de puntos, pero también padeció de mala suerte cuando perdió un podio seguro una semana antes en el GP de Bahréin, lo que también repercutió en su abandono en el GP de Abu Dhabi. En la parte negativa también perdió dos carreras a consecuencia del COVID-19. Pero, si las cosas hubieran funcionado de forma ligeramente diferente para Sainz, posiblemente podría haber sido el piloto que terminara cuarto y hubiera obtenido su primera victoria en la F1.

Mientras que el impacto de la suerte en el deporte puede ser debatido infinitamente, la brecha entre los compañeros de equipo importa en la F1. Si Alex Albon hubiera estado, en general, más cerca de Verstappen (aunque su diferencia en la clasificación final fue de cuatro puestos), es lógico que no hubiera perdido su asiento para 2021 en favor de Pérez.

Así que, para asegurar el resultado general que el potencial del coche sugiere, Aston necesita evitar este año una brecha de puntos entre sus pilotos, y naturalmente, llevarlos lo más alto posible en la tabla de puntos.

Vettel es el recién llegado al equipo, y las expectativas son tan más bajas como más altas en su caso dado el nuevo entorno al que tendrá que adaptarse (más difícil por las restricciones de la pandemia), equilibrado con su pedigrí como tetracampeón del mundo. Stroll es el titular, pero su posición final en 2020 fue por detrás de su compañero de equipo.

Fue una curiosa cuarta campaña de F1 para el joven de 22 años. En ocasiones estuvo brillante, como cuando clasificó tercero en Hungría y finalizó cuarto, o con la pole y la primera mitad de la carrera en Turquía. También destacó con su cuarto puesto en España, impulsado por la penalización de Pérez por ignorar las banderas azules, pero sus brillantes resultados estuvieron acompañados de puntos negativos.

Su tercer puesto en Monza probablemente pudo haber tenido un mejor final ya que salió segundo en el reinicio tras la bandera roja, detrás del sancionado Lewis Hamilton, pero perdiendo con Pierre Gasly, eventual ganador de la competencia, y Sainz. Su tercer puesto en la carrera de Sakhir significó que terminó detrás de Pérez, quien había caído al último lugar en la primera vuelta luego de un choque con Charles Leclerc.

Ese resultado puso fin a lo que Stroll calificó como un “viaje accidentado” entre las carreras de Mugello y Turquía.

En la primera, un pinchazo a gran velocidad le hizo sufrir una fuerte caída cuando rodaba en la cuarta posición, mientras que en la segunda descendió hasta el noveno luego de que un daño en el alerón delantero lo perjudicó tras su segunda parada. En Rusia fue eliminado por Leclerc en la primera vuelta dejándolo fuera por completo. En el GP de Eifel no compitió luego de ser diagnosticado con COVID. A su regreso, chocó con Norris antes de retirarse en Portimao, y luego derribó a un mecánico durante su tercera parada en una desordenada carrera en Emilia Romagna donde terminó 13º.

“Aún tenía los efectos del COVID durante el par de carreras en Portugal e Imola", dijo Stroll a Motorsport.com.

"Y eso fue realmente duro. Estuve fuera del coche como un mes desde Rusia hasta Portugal. Perdí mucha musculatura, no hubo entrenamiento, así que fue un regreso duro, pero una vez que volví a la rutina después de Imola, en Turquía fue un gran fin de semana para mí. Desde entonces pude estar de nuevo en mi punto”.

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Lance Stroll, Racing Point, 3rd position, on the podium

Photo by: Mark Sutton / Motorsport Images

Stroll dijo que a su regreso al cockpits tras la enfermedad tuvo un “poco de dolor de cabeza y cansancio”, por lo que no fue del todo él mismo, pero no atribuye sus incidentes en Portugal e Imola a las secuelas del COVID, y apuntó que "las circunstancias desafortunadas pueden ocurrir en cualquier carrera".

Dada la mezcla de altibajos que encontró en 2020, que sigue siendo su mejor temporada en la F1 hasta la fecha, no es de extrañar que Stroll califique la temporada que terminó como de “oportunidades perdidas”. Pero tanto él como Aston no pueden permitirse otra campaña similar en 2021. Si el ritmo de su coche se mantiene en la nueva temporada, el equipo debería aspirar de nuevo al tercer puesto en el campeonato de constructores, además de intentar situarse entre Mercedes y Red Bull en el podio cuando sea posible.

La decisión de basar el diseño de su coche en la fórmula ganadora de Mercedes dio buenos resultados para Racing Point en 2020, y Stroll calificó el RP20 como el mejor coche que ha conducido en la F1.

"Sabía que era un gran paso adelante en comparación con [2019]", añade. "Simplemente tenemos mucha más carga aerodinámica en el coche y eso hace toda la diferencia”.

"Si tienes un buen coche, obtienes buenos resultados. Y a partir de ahí, se gana confianza. Creo que cuando he tenido un mal coche, me ha salido el tiro por la culata. Especialmente al principio de tu carrera, cuando estás en un mal coche y no sabes lo que es estar en un buen monoplaza hasta que te sientas en uno, comienzas a cuestionar tu habilidad y si eres tan bueno como los otros que están en buenos coches porque simplemente no sabes cómo se siente un buen coche”.

“Creo que (en 2020) me demostré mucho a mí mismo y me respondí a muchas preguntas que me he estado haciendo en las últimas temporadas”.

A veces, en la F1, cuando los equipos y los pilotos se encuentran en un territorio desconocido, ocurren cosas extrañas; basta con ver los errores que cometió Mercedes en Monza y en el GP de Sakhir el año pasado. Así que quizás el 2020 de Racing Point fue un año de aprendizaje real antes de pasar a llamarse Aston Martin.

Ahora, con un piloto que acaba de acallar una voz interior crítica y otro que sabe lo que se necesita para tener éxito en el nivel más alto de la F1, debe tomar esas lecciones y escribir un nuevo capítulo dentro de la historia de la marca.