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“Del videoclip a la novela”, por Martín Urruty

El comienzo del 71° Campeonato Mundial de motociclismo de velocidad refrendó las promesas que los tiempos e indicios de pretemporada habían fundado.

Andrea Dovizioso, Ducati Team

Andrea Dovizioso, Ducati Team

Gold and Goose / Motorsport Images

De tan contundentes, las imágenes se imponen. Apiladas, se superponen como videoclip en la memoria. Tres marcas distintas por fila en las primeras tres hileras de la grilla. A la revelación de la clasificación se le planta el motor antes de largar. Uno de los dominadores de la pretemporada desperdicia la pole con una pobre partida.

Mientras peleaba por el liderazgo, otro se quita parte del asiento de un manotazo y lo arroja en pista. Mezcla de veteranos y jóvenes batallando por las primeras posiciones.

El máximo ícono protagoniza una antológica remontada, de 14° a quinto. Campeón y subcampeón de las dos últimas temporadas luchan por la victoria hasta la misma línea de meta y la puja que duró casi 120 kilómetros se resuelve por sólo 23 milésimas.

El comienzo del 71° Campeonato Mundial de motociclismo de velocidad refrendó las promesas que los tiempos e indicios de pretemporada habían fundado. Paridad entre las marcas: Yamaha-Ducati-Honda en primera fila, Ducati-Yamaha satélite-Honda satélite en la segunda, Ducati-Yamaha satélite-Honda satélite en la tercera.

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Al debutante Fabio Quartararo, que a los 19 años había obtenido un puesto en segunda fila, se le paró el impulsor de la Yamaha satélite y debió salir desde boxes. Maverick Viñales largó mal y en el tránsito ya no pudo desarrollar un ritmo acorde con la marcha de los líderes.

A Jack Miller lo condicionó la rotura del asiento mientras marchaba segundo. Álex Rins (23 años) y su novato compañero Joan Mir (21) pelearon durante un buen rato con Danilo Petrucci (28) y Valentino Rossi (40), quien ganó nueve puestos en carrera, llegó a sólo seis décimas del ganador y terminó como el mejor usuario de Yamaha.

La 16ª edición y consecutiva del Gran Premio de Qatar, duodécima nocturna, tuvo un final casi calcado al cierre del año anterior y con los mismos protagonistas. Andrea Dovizioso y Marc Márquez, subcampeón y campeón, dirimieron la victoria sobre la línea de meta.

Como el año pasado, el español se lanzó en la última curva, otra vez por adentro y transitando por el asfalto sucio. De nuevo el italiano intuyó la maniobra de su rival y se preparó de antemano para contrarrestarla. Dobló por el radio ideal y salió por adentro mientras el quíntuple campeón trataba de enderezar la Honda para conectarla al rebufo de la Ducati e intentar el sobrepaso en plena recta, camino a la meta.

Estuvo más cerca de lograrlo que en 2018 pero tampoco pudo. Dovi, que el año pasado había ganado por 27 milésimas, esta vez venció por 23.

Detrás de las imágenes están los datos que las refrendan y disparan el análisis. Las restricciones a la electrónica que años atrás tantas rispideces generaron entre Dorna, tenedora de los derechos comerciales del Mundial e impulsora del cambio, y algunos constructores -especialmente Honda- es uno de los puntales sobre los que se construyó la paridad entre las marcas.

El sistema de concesiones, que según un esquema de rendimiento permite más pruebas y motores a los fabricantes menos competitivos hasta que se ponen a tono, también apalanca la disputa que permitió en Losail el final más cerrado de la historia entre los 15 primeros.

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Dovizioso, ganador por 13ª ocasión en MotoGP, duodécima con Ducati, y el francés Johann Zarco, 15° en su estreno como piloto oficial de KTM, cruzaron la línea de llegada separados por apenas 15s093. Cuatro constructores distintos, los más competitivos, Ducati, Honda, Suzuki y Yamaha, estuvieron representados en las cinco primeras posiciones.

Aprilia, la marca con menor presupuesto y más atrasada en el desarrollo, puso a Áleix Espargaró en el décimo lugar y a menos de diez segundos del vencedor. Su hermano menor Pol, el mejor de KTM, llegó tres segundos después.

En una competencia tan apretada que tuvo tandas de entrenamientos en las que hubo 14 y hasta 17 pilotos encerrados en menos de un segundo, los más poderosos no paran de buscar artilugios para sacar ventaja. Luego de la brillante segunda victoria en fila de Dovizioso en Qatar, cuatro de los otros cinco constructores -todos excepto Yamaha- presentaron un reclamo en el que aseguraron que el alerón trasero de la GP19, ubicado justo delante de la rueda y montado aparentemente debajo del basculante, es ilegal. La pieza, en versión prototipo, había sido probada durante la pretemporada. Refinada, fue usada por Dovizioso y Petrucci en carrera.

El comisariato desestimó la presentación, pero las marcas siguieron el curso legal y el caso pasará al Tribunal de Apelaciones de la Federación Internacional de Motociclismo.

Como si el Gran Premio qatarí no hubiese tenido suficiente suspenso, la disputa reglamentaria le agregó más. Y convirtió al videoclip en una novela que promete siempre más para el próximo capítulo.

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