Red Bull con señales positivas de Honda para Verstappen y Pérez

Aunque la Fórmula 1 está cambiando a un reglamento técnico completamente nuevo, parece que hay estabilidad en el lado de las unidades de potencia, o al menos las que menos modificaciones sufren respecto a lo visto en la aerodinámica.

Pero incluso ahí, las apariencias engañan hasta cierto punto. Por ejemplo, los motores tienen que estar adaptados al nuevo combustible E10, que consiste en un diez por ciento de bioetanol en su fórmula, y los proveedores pueden realizar una única actualización de todos los componentes del motor durante el 2022, esto en fechas ya establecidas.

Para muchos de esos componentes, incluidos el motor de combustión interna, el turbo y el MGU-H, el plazo de homologación era el 1 de marzo. A partir de ese día, los componentes están homologados hasta la temporada de Fórmula 1 de 2025.  

En concreto, esto significa que no se permite ningún desarrollo en términos de rendimiento, lo que a su vez significa que los proveedores de motores deben tener las cosas en orden ahora. Si no es el caso, las marcas en cuestión pueden estar atrasadas cuatro temporadas respecto a sus rivales.

Este último no es el caso de los dos equipos de Red Bull, según Helmut Marko, asesor de deporte motor de la casa austriaca.

Aunque Honda estimó inicialmente la pérdida de potencia debida al E10 en veinte caballos de fuerza, según Marko ese daño ya ha sido absorbido por lo que no será notorio al momento de competir.

"Como es sabido, la proporción de bioetanol se ha incrementado del cinco al diez por ciento. Eso debería enviar una señal en términos de medio ambiente, pero por otro lado hace que el rendimiento del motor sea un poco menor", comenta Marko hablando con RTL Deutschland.

"Pero lo que ha hecho Honda en ese frente nos complace mucho. En términos de potencia, volvemos a estar a la cabeza, aunque parece que Ferrari también es el líder en este aspecto. Por supuesto, esa imagen también depende de quién condujo y con qué mapas de motor en Barcelona, pero bueno, permítanme decirlo así: no hemos perdido nada por cambiar a combustibles más sostenibles", concluye el expiloto austriaco de 78 años.