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La Costanera de Asunción, donde el Dakar se hizo realidad

La Bahía de Asunción fue testigo del arranque de la edición 39 del rally más duro del mundo. Sueño cumplido para un país de país de 406.000 kilómetros cuadrados.

#304 Peugeot Sport Peugeot 3008 DKR: Carlos Sainz, Lucas Cruz

willyweyens.com

Cyril Despres, Stéphane Peterhansel, Peugeot Sport
Verificaciones Peugeot Sport
#304 Peugeot Sport Peugeot 3008 DKR: Carlos Sainz, Lucas Cruz
Carlos Sainz, Peugeot Sport
Tim Coronel, Maxxis Dakar Team, Dakar 2016

ASUNCIÓN, Paraguay.- Los 318 vehículos participantes en la 39ª edición del rally más duro del mundo, la primera que pisa Paraguay, completaron la ceremonia del podio de largada en la capital del país ante miles de personas.

La Bahía de Asunción es para la capital de Paraguay como el mar que no tiene. La Costanera de Asunción es ese paseo marítimo que no existe. Es ese sueño de rutas marítimas que nunca existieron. Allí, en una gran explanada, los 318 vehículos que disputarán el Dakar 2017 arrancaron simbólicamente el domingo desde las 17.00 de la tarde hasta bien entrada la noche (hora local).

Con las luces del sol de Sudamerica apagándose sin apenas avisar, la lluvia cayó sobre las miles de personas que esperaban ver esos campeones que Paraguay soñaba con ver desde siempre. PeterhanselMonsieur Dakar, levantó a un público que tras una jornada a 40ºC recibió con los brazos abiertos esa lluvia refrescante, si es que en Paraguay puede existir algo refrescante en esta época del año.

Horacio Cartes, presidente de Paraguay, y Evo Morales, presidente boliviano, hicieron acto de aparición antes de que Toby Price, con el número 1 tras su victoria en la categoría de motos en 2016, subiese la rampa de salida. 

Cientos de metros más allá, en el Palacio Legislativo, los corredores aguardaron bajo aire acondicionado y con refrigerios el momento de vestirse por completo y salir al húmedo calor de Asunción. En los alrededores, los vendedores ambulantes ofrecían camisetas con el logotipo del Dakar, el Touareg, uno que nunca verías en Sudamérica, por el equivalente a cinco euros. 

El tereré (la bebida típica de Paraguay, algo parecido al mate argentino) corrió en todas las calles, con cientos de personas portando sus guampas (recipientes para beberlo) bajo el brazo. Las tradiciones se mezclaron con los motores de última tecnología y los vehículos mejorados para este Dakar. El de la altura, el de la navegación.

Una cuadra (manzana) más allá, un niño sin zapatos abrazaba a su peluche mientras los coches de la organización del rally iban y venían para acercar a comisarios, miembros de equipos y pilotos. Paraguay soñaba con este Dakar y la secretaria de Turismo, que paseaba bajo el incesante sol, comentó que están trabajando para que el país albergue una etapa completa en la zona del famoso rally del Chaco en 2018, pero que la decisión es de la ASO y debería llegar a finales de enero.

La Costanera de Asunción, ese sueño marítimo, vibró con un Dakar que arranca este lunes a las 6 de la mañana (hora local) con una especial de solo 39 kilómetros en tierras paraguayas. El sueño se cumple, pero otro más grande aparece en el horizonte. ¿Lo logrará Paraguay, un país de 406.000 kilómetros cuadrados?

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