Peugeot no se confía en el Dakar

Bruno Famin, director del equipo Peugeot, se mantiene tranquilo. Mientras todos aplauden a la llegada de Sébastien Loeb al campamento de Jujuy, Argentina, así como a Stéphane Peterhansel, él apenas si esboza una sonrisa; sabe que tal vez esto solo sea un espejismo, pero también sabe que podría ser el resultado de un arduo trabajo de restructuración en el 2008 DKR.

“Hasta ahora hemos hecho un cinco por ciento de las dificultades nada más, esto se pondrá más difícil porque la carrera va a ser durísima”, indicó el directivo tras la tercera jornada del Dakar 2016.

“Nosotros no habíamos hecho pronósticos antes de la largada. Nuestro objetivo era sumar experiencias y demostrar que tenemos el desempeño, porque en una competencia como el Dakar lo que hace falta es sumar kilómetros de experiencia para mejorar de un año a otro. Por ahora estamos haciendo lo que teníamos pensado”, agregó Famin.

En 2015, Peugeot fue borrado por su oponente, X-Raid y sus MINI en las clasificaciones. Mientras el qatarí Nasser Al-Attiyah se llevaba la victoria, el francés Stéphane Peterhansel quedaba fuera de los 10 primeros. Los resultados llamaron a un análisis exhaustivo del proyecto 2008 DKR para fortalecerlo y hacerlo más competitivo.

“Después del Dakar 2015, analizamos los datos y los comentarios de los pilotos. Las conclusiones que sacamos es que el concepto estaba bien (dos ruedas motrices, motor, neumáticos grandes), pero había puntos que mejorar como la estabilidad lateral, el peso, la manejabilidad del motor. Trabajamos en todos estos puntos. El coche del 2016 es el hermano del 2015 con muchas mejoras en todos los sectores”.

Sin sorpresa de Loeb

Famin no se muestra sorprendido por los resultados obtenidos por el nueve veces campeón del Mundial de Rallies, Sébastien Loeb. “Trabajamos con él en el proyecto de Pikes Peak y sabemos la calidad de piloto que él es”.

Dentro de las cualidades de Loeb, destaca su facilidad de adaptación a los coches a pesar de sus diferencias y, es que, lo mismo puede hacerlo con un coche de rallies que con un automóvil de turismo.

“Después de solo 10 kilómetros, él nos decía todos los defectos del auto del 2015. Se adaptó más rápido que los demás. Nos dijo de la falta de estabilidad, la falta de puesta del motor, los problemas de los neumáticos, todo eso lo sabíamos, pero él lo detectó en solo 10 kilómetros”.