Pons cuenta cómo fue su abandono: “Hasta nos paró la policía”

San Salvador de Jujuy (Argentina).- En el Dakar de la altitud, la navegación y el calor, Xevi Pons solo ha podido probar esto último. Después de haber atraído las miradas de la carrera más dura del mundo al ser segundo en la primera etapa en Paraguay, el español soñaba con volver a dejarse ver entre los coches oficiales, sabedor de que la lucha por la general no era para él. Pero el Dakar no conoce sueños, solo realidades.

La realidad para el de Ford fue que en una de las largas rectas del tramo cronometrado del martes, su vehículo se topó con un obstáculo en el lateral izquierdo y salió volando, dando varias vueltas de campana hasta aterrizar prácticamente destrozado.

“Fue un solo accidente en una de las rectas largas que había al principio. Tuvimos un vuelco, se estropeó la delantera izquierda y algo de atrás, también”, relata a Motorsport.com por teléfono, camino del vivac de Jujuy. “Continuamos, paramos a reparar, pero seguimos otros 4-5 kilómetros más y al final se rompió la rueda delantera izquierda. No pudimos seguir, esperamos a gente, nos ayudaron. Y al final llegué a las 6.30 de la mañana, tras pasar seis horas a más de 40 grados de temperatura; no he dormido nada”.

Tras varias horas esperando asistencia, logró llegar por sus propios medios, sin luces, agotado, lleno del polvo que el resto de los vehículos –salvo los camiones, que siguieron una ruta diferente– había lanzado sobre él, que partía segundo.

“Fuimos trabajando y pudimos llegar por nosotros mismos, pero súper lentos, sin luz, se nos hizo de noche. Nos paró la policía, ni te cuento el drama para llegar”, relata el piloto español su odisea en la primera etapa larga del Dakar 2017.

“El accidente fue en una zona de 6 kilómetros con peligro 1 y más o menos íbamos rápido y creo que había un agujero, aunque no tengo muy claro aún que fue. Pero algo picó de mi lado izquierdo y el coche se levantó mucho y según tocó en el suelo nos despidió hacia los árboles”.

En su segunda aventura dakariana, Pons esperaba dejarse ver entre los todopoderosos Toyota, Peugeot y Mini cuando las circunstancias lo permitieran. Como hizo en la primera jornada en un tramo estilo WRC de 39 kilómetros. Pero el sueño se ha desvanecido. Bajo un sol de justicia. Rodeado del polvo del fesh fesh.

“Estamos cansados pero contentos por estar bien físicamente y me quedo con que con lo poco que hemos hecho, creo que hemos hecho mucho. Poder estar con los pilotos y las marcas oficiales con el proyecto que tenemos nosotros, que es humilde, creo que está súper bien”.