Spataro: "No sé si volveré al Dakar"

A Emiliano Spataro le salió todo del revés en este Dakar 2017. Partía como la esperanza argentina en la categoría de autos para luchar por el top 10 después de su 18º lugar en 2016. Pero en este rally de diluvios, calor extremo y navegación a la antigua, la renovada Duster sucumbió a las primeras de cambio. 

Camino de Jujuy, en la Argentina húmeda, el auto #315 reventó la suspensión trasera. Por completo. Solo un soldador podía repararla y en el camión de asistencia del equipo Renault Sport Argentina no había tal herramienta. El Dakar se escapaba haciendo ruido y de manera inesperada. El piloto argentino, habitual del Súper TC2000 y el Turismo Carretera, asegura a Motorsport.com que sabe dónde esta la falla de diseño de la Duster y qué deben mejorar para 2018, pero no sabe si tendrá las suficientes ganas.

-¿Séptimo Dakar para usted pero con sabor amargo, cómo está?

La verdad es que fue el peor de todos los que corrí porque nos preparamos mucho y fue el peor resultado: solo corrimos dos días y con muchos problemas en el auto. Fue decepcionante. 

-¿Qué ocurrió aquel día camino de Jujuy para que la Duster rompiera las suspensiones?

Agarramos un salto y cuando el auto cayó sentí que algo se había roto. Paramos y en seguida nos dimos cuenta de que era algo que no podíamos reparar. No teníamos opción de arreglarlo porque necesitábamos soldadora, cosas que no teníamos ni siquiera en el camión T4. Por otra parte vi que era un error de diseño que no había visto antes. Cuando armé el auto y probamos, suelo tratar de mirar lo que puede fallar, pero entre las cosas que estuvimos mejorando no nos dimos cuenta de eso. Nos pasó inadvertido.

-¿Cuál era ese problema concreto?

Es en la suspensión trasera. En donde anclan los amortiguadores en la parte superior. El caño se arrancó directamente porque era débil. 

-Las esperanzas eran muchas antes de comenzar el Dakar, ¿cree que se podía lograr algo grande con este auto?

Es un auto que deberá ser bueno, pero evidentemente nos va a llevar mucho más trabajo del que habíamos pensado. Intentamos hacer un auto mucho más liviano y con un concepto como el que tienen los más competitivos en el Dakar. A parte de eso tenemos problemas de temperatura de caja y de combustible. Ni siquiera pudimos medirnos en una etapa sin tener problemas como para saber cómo estamos respecto a los de punta. 

-¿Cómo han sido todos estos días junto al equipo sin pilotar? ¿Ya había pensado seguir con ellos en el caso de abandonar?

Nunca pensé que iba a abandonar. ¡Si de siete Dakar no había abandonado ninguno! El único que no terminé fue uno que me echaron en la etapa 11. Cuando vi que no podía seguir, seguí con el equipo. Primero por respeto hacia ellos y segundo porque me gusta. Si yo no pudiera correr iría a trabajar en el Dakar de mecánico, de chofer de camión… de lo que sea, porque me gusta la carrera y estar ahí. Tenemos un equipo unido y es bueno compartir con ellos la carrera, más allá de los compromisos que uno tiene con Renault. 

-¿Fue dura la experiencia?

Es muy diferente porque se vive todo con incertidumbre. Haces el service al auto y luego no sabes cómo va la etapa, cómo está funcionando… es muy diferente. Pero creo que me sirvió la experiencia para saber otras cosas y aprender de ello. Más allá de la frustración por no poder correr, la parte positiva es tener más experiencia para poder organizar el equipo en los próximos años.

-¿Cree que ha sido este el Dakar más duro de Sudamérica como decían antes de comenzar los organizadores?

Creo que tuvo cosas duras como la altura, que fue dura para todos. Pero se suspendieron muchas etapas. No sé si la competición fue tan dura, pero sí lo fue en general. Trabajar y conducir a más de 4.000 metros de altura es muy duro. Ardusso se encajó a 4.200 metros y no podía ni respirar, ni sacar la pala del auto. Terminaron muertos. Es difícil proponer un Dakar duro para los que luchan por la victoria, pero para los de abajo sí que ha sido complicado.

-¿Qué ha podido aprender el equipo de cara al año que viene? ¿Qué falta por pulir?

Un poco la organización hay que mejorarla. Van a hacer falta más mecánicos. Hay que ajustar los service del auto porque se trabaja 6-7 horas durante la noche. Para ello hay que mejorar algunos elementos del auto que no son de vital importancia pero se dañan todos los días y demoran mucho tiempo a los mecánicos. Y la logística hay que ordenarla un poco más. 

-¿Cómo vio el trabajo de Ardusso? ¿Lo sorprendió?

Me sorprendió porque no tenía ningún tipo de experiencia en este tipo de carreras; nunca había hecho nada parecido. Es un piloto talentoso, pero para la pista, y no sabía cómo iba a responder en las dificultades que presenta el Dakar. Si no tenés buena pericia puedes romper embrague, meterte en lugares donde no podés salir… Lo hizo bien. El objetivo era llegar y lo logró [fue 22º a 10 horas y 29 minutos de Peterhansel].

-¿Y ahora hacia dónde toca mirar para el resto del año?

Primero voy a tratar de descansar un poco para retomar fuerzas. No estoy seguro de poder seguir dedicándome al Dakar 150% como lo vengo haciendo. Y aun así a veces no alcanza, como pasó este Dakar, por lo que es imposible dedicarle menos tiempo. Después de una frustración así es complicado retomar las ganas. Si vuelven las ganas, volveré y si no, quizás me quede como director deportivo del equipo y ya no corra, o al menos no corra un año. No lo tengo aún decidido. Si no se hace con toda la pasión es muy duro; hay trabajar todo el año y que luego en dos días te volvés para casa. 

-¿Que regrese depende de la carrera o de usted mismo?

Solo depende de mí. Sería bueno que volviera a Perú y a Chile, pero no me parece que sea determinante. Si agregas Chile, de los cuatro días que podés tener allí, solo dos son de desierto. A veces es fácil cuando pasa algo como me pasó a mí decir que la organización no ha hecho las cosas bien, pero la carrera está bien, es linda y me gusta. Por lo que esto depende solo de mí.