El día que Raikkonen se convirtió en el héroe de Ferrari

El Gran Premio de Brasil de 2007 en el circuito de Interlagos es visto como uno de los finales de temporada más dramáticos en la historia de la Fórmula 1.

Tres pilotos (Lewis Hamilton, Fernando Alonso y Kimi Raikkonen) llegaban con aspiraciones al campeonato, con el británico como el favorito para conseguir el cetro al contar con 107 puntos contra 103 del español y solo 100 del finlandés, en una época donde solo los ocho primeros eran recompensados.

Hamilton pudo haber sentenciado el campeonato carreras antes de no haber sido por los puntos que dejó escapar en su pelea interna en McLaren con Fernando Alonso. La posibilidad de su primer campeonato se agravó cuando abandonó en la penúltima carrera en China.

A pesar de ello, las apuestas estaban a favor de Hamilton y casi todos veían a Fernando Alonso como el verdadero rival. Las suposiciones dejaban de lado a Raikkonen y Ferrari, quienes con siete puntos en contra necesitaban que los de Woking tuvieran una doble dosis de mala suerte.

La clasificación daba pocas esperanzas a Iceman. Si bien su compañero Felipe Massa tomaba la pole, el escandinavo se ubicó tercero, entre Hamilton y Alonso.

Pero el arranque de la carrera en Sao Paulo fue crítico para el desenlace. Massa, Hamilton, Raikkonen y Alonso se fueron al ataque con el sudamericano sacando ventaja sobre el resto de sus rivales, mientras que Iceman rápidamente tomó el segundo lugar sobre el novato de McLaren.

Hamilton se vio inmerso en el caos tan solo unos metros después de iniciada la competencia. Alonso lo relegó a la cuarta posición y su compañero de aquel entonces intentó recuperar la posición, pero en su arriesgue perdió el control del monoplaza y salió del circuito cayendo a la octava posición.

Lewis Hamilton, McLaren Mercedes MP4-22 se sigue de largo

Photo by: Sutton Images

Las opciones de Ferrari se habían incrementado en tan solo unos segundos, pero aún necesitaban que la suerte estuviera de su lado. Sus ruegos llegaron en la octava vuelta cuando el inglés se quedó detenido por unos segundos por un problema en la caja de cambios, un inconveniente que mostró una de las imágenes más recordadas de la F1; un Hamilton apretando todos los botones del volante intentando reiniciar el sistema.

Con Massa y Raikkonen haciendo el 1-2 para Ferrari, combinado con el tercer lugar de Fernando Alonso, el título parecía en poder del español. Pero a diferencia de McLaren, en Maranello tenían claro que si había que ejecutar ordenes de equipo para ganar el campeonato lo harían.

Durante 38 vueltas el español acarició su tercer campeonato, pero Jean Todt, quien era el jefe de la escudería del Cavallino no dejó nada a la suerte y durante la segunda detención de pits de sus pilotos hizo los ajustes para que Kimi se pusiera al frente de la carrera al concluir la ronda de detenciones.

A partir de ese momento Ferrari caminó al campeonato de pilotos. Raikkonen cruzó la meta escudado a solo 1.4 segundos de Massa y los 10 puntos del triunfo lo coronaban.

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Alonso y su McLaren-Mercedes no consiguieron la potencia necesaria y finalizaron terceros a 57 segundos, mientras que Lewis Hamilton apenas fue séptimo.

Algunos diarios españoles recordaron como un sello de la tragedia la frase que Ron Dennis, jefe de McLaren, había dicho unos días antes de la carrera. El directivo mencionó ante los medios que la casa de Woking estaba transitando “el mundial más fácil en los últimos 10 años”.

La realidad es que la frase no contenía mentiras. Los de Woking tenían 17 puntos de ventaja sobre Raikkonen a dos fechas del final, y solo los errores de novato, las peleas internas en el equipo y la fractura creada por el caso de espionaje entre McLaren y Ferrari, abrieron la puerta a los de Maranello.

Raikkonen consiguió el campeonato con seis victorias en la temporada y un numero adicional de top tres; todo ello en su primera temporada con los italianos tras haber dejado McLaren.

Hasta hoy en día, el finlandés sigue siendo el último héroe de Maranello. Después de él otros como Felipe Massa, Fernando Alonso o Sebastian Vettel han querido recuperar el cetro para la casa italiana, pero 13 años después de aquella gesta la espera continúa.