Análisis: el desafío del GP de México en su tercer año

Usar un rally histórico para que la gente hable de F1 no es una práctica normal. Pero los organizadores del Gran Premio de México nunca estuvieron interesados en seguir el orden convencional.

Es una filosofía que ha demostrado ser exitosa. No solamente el regreso de la F1 a México acaparó inmediatamente el entusiasmo popular –¿quién puede olvidar el saludo de los mexicanos en la zona del estadio cuando Sergio Pérez y Esteban Gutiérrez salieron a la pista el año pasado?- sino que la carrera se convirtió en una firme favorita entre quienes viajan habitualmente con la F1.

Antes del Gran Premio de Canadá de este año, CIE, empresa organizadora del GP de México, trabajó con la Carrera Panamericana para armar una oportunidad única para la prensa local e internacional.

Por primera vez en la historia de la Panamericana, periodistas fueron invitados para ser pasajeros en coches de los años 50 y 60 como un Studebaker, Mustang o Ford en esta carrera tan peligrosa.

Chapa de Mota, un pequeño pueblo ubicado a dos horas en coche desde la Ciudad de México, fue el lugar de la prueba especial. La plaza principal del pueblo rugía ruido de motores y el aire estaba perfumado con aceite de motor, churros fritos y el humo de una docena de barbacoas. Los niños en sus uniformes escolares se reunieron alrededor, saltando ante el sonido de los coches en el inicio de la prueba especial.

Agarrada al asiento del pasajero de un Mustang '64, con las notas del camino y un cinturón de cinco puntos manteniéndome en el lugar, llegó el momento para que la peor navegante del mundo intentara guiar la ruta en una prueba especial de montaña.

Los 15 kilómetros que siguieron fueron de los más excitantes de mi vida. Flashes de la vegetación pasaban por la ventana mientras corríamos en la angosta autopista, confiando en que el camino estaba cerrado no solamente para el tráfico local, sino también para la vida salvaje.

Fue una manera increíble de promocionar un Gran Premio.

"Definitivamente hemos visto un incremento por parte de los gobiernos y comunidades locales respecto a la promoción de la carrera", dijo Rodrigo Sánchez, director de marketing y comunicaciones para CIE, a Motorsport.com.

"Hemos visto eso hoy: ¡cerrar una autopista para nosotros no es algo pequeño de pedir! Pero cuando ven el poder de la Fórmula 1, los gobiernos locales apoyan y están dispuestos a hacer cosas que quizás no hubieran hecho en el pasado".

Sánchez ha sido el encargado detrás de las innovaciones en la promoción por el cual el Gran Premio de México ha sido reconocido en los dos últimos años desde su regreso al calendario de la Fórmula 1.

México ha ganado dos veces el premio a Mejor Promotor en la gala de fin de año de la FIA y si bien no es una sorpresa que un evento nuevo se lleve ese premio en su primer año, el año pasado México prevaleció nuevamente, dejando atrás al debutante Bakú.

Pocos quienes hayan asistido a la carrera en la Ciudad de México estarán en desacuerdo en que el evento es impresionante. La cantidad de espectadores durante las sesiones de entrenamientos es una muestra suficiente del continuo interés por parte del mercado local, pero la magia de la experiencia mexicana viene por parte de un marcado esfuerzo para hacer que el Gran Premio de México se sienta... mexicano.

"Se piensa y se trabaja mucho para que el Gran Premio de México se sienta como un evento mexicano", reconoció Sánchez. "Estamos intentando cambiar un poco las coscas, como hicimos el año pasado con la lucha libre. Hacemos cosas de manera diferente y solemos romper un poco las reglas".

"Siempre estamos intentando encontrar nuevas maneras de incorporar la cultura mexicana en todo lo que hacemos. Incluso desde un punto publicitario: la manera en que diseñamos y creamos nuestro espectáculo está completamente enfocada en mostrar a México.

Realmente está en todo lo que hacemos el hecho de destacar a México de una manera positiva, porque obviamente la F1 es una plataforma global para mostrar nuestro país. Es ese nuestro mayor enfoque desde el punto estratégico.

Parte del trabajo de CIE involucra llenar el país de publicidad en un intento por elevar el entusiasmo incluso entre aquellos que es poco probable que asistan a la carrera.

"Cuando todo el mundo vuela a la carrera, hemos colocado publicidad por toda la ciudad aunque ya no nos queden tickets que vender a pocas semanas antes del evento", contó Sánchez. "Pero la publicidad crea una vibra, esta energía y expectativa alrededor de la carrera".

"Para la gente que está volando a la ciudad, llega y comienza a ver publicidad en todos lados: hoteles, restaurantes, el aeropuerto, y eso suma al entusiasmo".

"Para nosotros no solamente es un evento que sucede en una pista de carreras, es un evento que sucede en México e intentamos que todo el país viva y respire la carrera con nosotros".

En CIE son experimentados organizadores de eventos, y Sánchez –si bien es joven- tiene años de experiencia en el deporte motor internacional.

Pero a pesar de que él y sus colegas son quienes llevan adelante la F1ESTA de la F1 en México, el director de comunicaciones indica al público mexicano como el ingrediente secreto en la magia de México.

"¿Nuestro éxito? Pienso que es una mezcla de cosas: el público mexicano, que siempre es único con su energía y su pasión, y eso es algo que realmente entre en juego mientras nosotros nos enfocamos en hacer nuestro trabajo".

"Una organización adecuada, una ejecución adecuada junto con un poco del sabor mexicano es lo que arma esta fiesta y estamos orgullosos de mostrarla".

"Pienso que eso es lo que tenemos que seguir haciendo: continuar haciendo esto, continuar trabajando, continuar usando los recursos locales que tenemos, porque al final del día esas serán las mejores herramientas que podemos usar para mostrar a México. Debemos usar a México para vender a México".