Así fue la trayectoria de Mazepin en la Fórmula 1

Nikita Mazepin nació en Moscú el 2 de marzo de 1999, y con 12 años comenzó su carrera en categorías inferiores. En sus primeros cursos formándose como piloto, el ruso no logró salir campeón en ninguna serie, pero en 2014 estuvo a punto de saborear las mieles del triunfo en el Campeonato Mundial CIK-FIA al acabar en segunda posición.

Esta actuación le permitió pasar a los monoplazas, disputando categorías como la MRF Challenge, la Fórmula Renault 2.0 NEC o la Eurocopa de Fórmula Renault 2.0, series por las que también han pasado otros muchos pilotos que llegaron al Gran Circo, como Felipe Massa, Valtteri Bottas, Pierre Gasly o Lando Norris.

Sin embargo, no fue hasta cuatro cursos después cuando vimos a Mazepin en los mismos trazados que visitaba la Fórmula 1, cuando dio el salto a la GP3 Series con el equipo ART Grand Prix. El ruso firmó un contrato en el que sería el compañero de Callum Ilott, Anthoine Hubert y Jake Hughes, pero para aquel entonces ya se había convertido en piloto de pruebas de una escudería de la máxima categoría.

Su experiencia en el Campeonato Europeo de F3, donde acabó en una pobre 20ª posición tras sumar 10 puntos en 30 carreras, le fue suficiente para estar vinculado a Force India.

Con el ya extinto conjunto de Fórmula 1, Mazepin fue el encargado de participar en diversos test durante 2017 y 2018, alternando estas jornadas de entrenamiento con su programa en la GP3 Series. En el tercer escalón del automovilismo de monoplazas, el moscovita logró mejorar los resultados, y en su año de estreno fue subcampeón, con cuatro victorias y 198 puntos, a solo 16 unidades del vencedor, Hubert.

Tras esto, ART Grand Prix le ofreció la posibilidad de ascender a la antesala del Gran Circo, la F2. En 2019, Mazepin, lejos de brillar, fue toda una decepción, pues finalizó en la 18ª posición con solo 11 puntos en 24 carreras.

No obstante, el ruso pudo disfrutar de ponerse al volante de un monoplaza campeón del mundo, el Mercedes W10, ya que en los test de Barcelona de mitad de temporada marcó el mejor crono del segundo día, con un 1:15.775.

Después de una aciaga campaña, el ruso tomó otro camino y se marchó a Hitech para 2020, la que a la postre sería su temporada de consolidación. Con dos victorias se alzó hasta la 5ª plaza, aunque no estuvo exento de polémica, pues en el Gran Premio de Bélgica fue despojado de su victoria por una acción al límite con Yuki Tsunoda en los metros finales de la carrera.

En Bahrein, el circuito que cerraba la temporada de F2, protagonizó otro movimiento cuestionable, ya que encerró contra el muro a Felipe Drugovich. Durante ese fin de semana se confirmó que se convertiría en piloto titular de Fórmula 1 con Haas para la siguiente campaña, por lo que ya empezó su aventura con polémica.

A esto se le sumó una acción despreciable en la que aparecía manoseando a una chica en el interior de un coche. Además, el ruso subió el vídeo a sus redes sociales, algo que, minutos después, borró, pero que causó el rechazo de todo el mundo del motor.

Sin embargo, este no fue el único episodio polémico en el que se vio envuelto, ya que en abril de 2016 golpeó a Ilott instantes antes de una carrera de F3, provocando al británico heridas en el rostro y el cuello. La organización decidió excluirle por conducta antideportiva del evento de la F3 Europea en Hungría, aunque el dueño del equipo, Frits van Amersfoort, dijo que la sanción era "ridícula".

Ya en F1, no tuvo un gran inicio, abandonó a las primeras de cambio en su debut. Mazepin fue carne de montajes y risas en redes sociales, y esto le afectó, llegando a romper a llorar tras la clasificación del GP de Brasil por sus malos resultados, aunque fue mejorando a medida que avanzaba el año.

En la última cita de la temporada no pudo estar presente debido a que dio positivo en una prueba de COVID-19, y su periplo en el Gran Circo acabó en un muro de Yeda, donde se estrelló en un accidente múltiple.

Nikita Mazepin se despide de la Fórmula 1 de la misma manera en la que llegó, con mucha polémica y con Uralkali, empresa de su padre Dimitry, de la mano. Ahora, la familia rusa se verá obligada a decir adiós al Gran Circo, o al menos, un hasta luego durante un largo periodo de tiempo.