Balance de mitad de temporada: McLaren y la crisis de 2018

Incluso lejos de las primeras posiciones en la parrilla de la Fórmula 1 en 2018, McLaren logró protagonizar algunas de las historias más intrigantes de la primera fase de la temporada.

Lo que era para ser un año de redención, y aspirando a momentos de gloria, se transformó en muchos tropiezos y choque de realidad. Ahora, McLaren lucha para colocar la casa en orden para, quizá, tener un 2019 más positivo.

Todo comenzó de forma bastante optimista para el lanzamiento del MCL33. Después del final de la turbulenta asociación con Honda, el bello modelo pasaría a contar con el motor Renault, que había sido efectivo en la temporada de 2017 con Red Bull. Ante esta situación, la ambición era clara: volver a destacar en la parrilla.

Desde los primeros entrenamientos, sin embargo, los contratiempos aparecieron. El chasis provocaba problemas de enfriamiento en el motor, lo que, consecuentemente, afectaba confiabilidad y rendimiento.

Después de algunos ajustes, el inicio de temporada fue prometedor: Fernando Alonso cerró en quinto lugar y conmemoró al decir que ahora McLaren "podía luchar" por mejores posiciones.

En el GP de España, McLaren introdujo un gran paquete de novedades en el intento de saltar aún más en el pelotón. Alonso continuó puntuando, pero aún muy lejos de lo que el propio equipo anhelaba para la temporada.

El fondo del pozo fue alcanzado en el GP de Francia, en junio. Alonso y Stoffel Vandoorne fueron eliminados aún en el Q1 y pasaron lejos de la zona de puntos, lo que abrió la crisis.

Esto provocó una serie de cambios internos. Eric Boullier, director deportivo del equipo, dejó su puesto, así como había hecho Tim Goss, líder del departamento de chasis, en abril. Gil de Ferran y Andrea Stella ganaron espacio y pasaron a ocupar el cargo de jefatura.

Lo que se planeaba para ser una en la redención no funcionó como se esperaba, y Zak Brown, director ejecutivo del equipo, abrió el choque de realidad: para él, a McLaren llevará de tres a diez años para volver a los tiempos de gloria.

Así, McLaren se fue de vacaciones con preocupación, consciente de que hay mucho trabajo por delante, y con el desafío adicional de intentar mantener a Alonso motivado en medio de las dificultades.

Menciones honrosas:

El infierno de Verstappen: el holandés tuvo un comienzo de temporada para olvidarse, con una serie de errores, accidentes y contratiempos. El mundo cayó en su cabeza en las primeras fechas del campeonato, pero la recuperación se coronó con la victoria en el GP de Austria.

Red Bull se va con Honda: tras analizar el progreso de Honda con Toro Rosso, el equipo decidió cambiar de proveedor y embarcarse en la asociación con el fabricante japonés en 2019. La situación dejó la guerra abierta entre las dos partes, lo que podrá rendir historias curiosas en la fase final de la temporada.

El cambio en la historia de Ricciardo: pocos días después del GP de Hungría, el mundo de la F1 fue sorprendido por la confirmación de Daniel Ricciardo en Renault en 2019. Se trata de un cambio inesperado y arriesgado para el australiano que, desencadenará novedades en el mercado.

Pérdida trágica en Ferrari: Fuera de las pistas, Ferrari tuvo una pésima noticia. Su presidente, Sergio Marchionne, falleció tras complicaciones durante una cirugía. Así, incluso enlutada, el equipo tendrá que reorganizarse entre bastidores, lo que puede repercutir en sus operaciones para el final de la temporada y la planificación para 2019.