La columna de Felipe Massa sobre el GP de Hungría

Dije antes del Gran Premio de Hungría que no sería una pista ideal para nuestro coche, pero en el Hungaroring fue mucho más difícil de lo que esperaba.

El primer problema llegó en la clasificación, y eso repercutió en cómo fue el resto del fin de semana. Después de la lluvia torrencial en la primera parte de la asesión, cambié a neumáticos intermedios cuando la pista se estaba secando.

El momento no fue malo, porque en las dos primeras curvas el agarre era bueno. Pero cuando llegué a la salida de la curva 4, puse el neumático trasero sobre la línea blanca y perdí la parte de atrás.

Traté de recuperar el control del coche, pero no fue posible, y terminé contra las barreras. El resultado fue la posición 18ª en parrilla, y el Hungaroring no es una pista donde recuperar posiciones sea muy sencillo.

Sin embargo, la poca esperanza que tenía se desvaneció incluso antes de llegar a la parrilla, cuando experimenté un problema con la dirección asistida. La dirección era muy suave al girar a izquierdas y muy dura a derechas.

Fue probablemente como resultado de un problema en el montaje del coche en la noche del sábado, y en la carrera luché mucho con un coche que era muy difícil de conducir.

El único objetivo que me puse a mí mismo era tratar de terminar la carrera, y no era fácil por el esfuerzo que estaba haciendo en intentar superar los problemas de la conducción. Haber llegado al final fue el único rayo de luz del domingo.

La polémica de la bandera amarilla

En Budapest hubo mucha discusión sobre la pole de Nico Rosberg, obtenida a pesar de un periodo de dobles banderas amarillas.

Nico al parecer redujo lo suficiente como para convencer a los comisarios de que había hecho lo correcto, pero creo que el problema en esta situación se encuentra en otra parte del sistema.

Las normas relativas a las banderas amarillas no indican claramente la cantidad que se debe frenar en caso de bandera amarilla o doble bandera amarilla. Creo que se necesita un número, quizás un porcentaje fijado de acuerdo con las vueltas anteriores en este punto.

De lo contrario podría ocurrir que alguien redujera una décima, y ​​otros seis décimas, y los que más frenaran serían perjudicados.

Creo, y espero, que este incidente dé lugar a una clarificación de las normas de bandera amarilla - tal vez ya en Hockenheim.

Reflexiones sobre 2009

El lunes después de la carrera fue el aniversario de aquel día de 2009 en el que me di cuenta del verdadero valor de la vida.

Era 25 de julio cuando tuve el accidente en la clasificación del GP de Hungría, y es una fecha que veo como algo parecido a volver a nacer.

Muchas personas me han preguntado si ese incidente influyó en mi vida como piloto, y la respuesta a esta pregunta es no. Cuando estás en la pista, tienes una concentración total en el trabajo que estás haciendo.

Incluso cuando estoy en esa zona de la pista donde tuve el accidente en 2009, no pienso en lo que ocurrió, porque un piloto está muy concentrado en lo que está haciendo al volante.

Pero lo que cambió después fue mi respeto a la vida. Antes de aquel sábado, nunca imaginé que algo como eso podría haber sucedido.

Seguro que lo escuchas cada vez que un piloto tiene un accidente, pero piensas que eso nunca te va a pasar a ti. Luego te das cuenta de que estás en una cama de hospital y te das cuenta del valor más grande que tenemos: la vida.

Ese incidente me ayudó a entender quiénes son las personas que más cerca tengo y con la que puedo contar. Debo decir que lo que Ferrari hizo por mí fue muy agradable. Sentí al equipo a mi lado y en esos momentos fue muy importante y especial para mí.

GP de Alemania

Espero que la vuelta a una pista rápida este fin de semana represente una oportunidad para que Williams vuelva a rendir.

Sobre el papel, el circuito del Gran Premio de Alemania debe adaptarse a las características de nuestro monoplaza. Creo que es importante que volvamos a puntuar con los dos coches, y por eso estoy esperando la prueba de Hockenheim este fin de semana.