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El día que Niki Lauda volvió a nacer

Hoy en su cumpleaños 70 revivimos el Gran Premio de Alemania de 1976, el día en que contra todas las posibilidades, el campeón reinante de la Fórmula 1 salió vivo de un terrible accidente.

Niki Lauda, Ferrari 312T2 en llamas tras estrellarse cerca de la curva de Bergwerk

Niki Lauda, Ferrari 312T2 en llamas tras estrellarse cerca de la curva de Bergwerk

Uncredited

Niki Lauda, Ferrari 312T2 en llamas tras estrellarse cerca de la curva de Bergwerk
Niki Lauda, Ferrari 312T2
Niki Lauda, Ferrari
Niki Lauda, Ferrari
Niki Lauda, Mercedes AMG F1 Presidente no ejecutivo

El 1º de agosto de 1976, en Nürburgring-Nordschleife, la Fórmula 1 presenciaba uno de los accidentes más dramáticos de su historia cuando el piloto austríaco del equipo Ferrari, Niki Lauda, impactara su Ferrari 312 T2 contra la barrera de contención del viejo circuito de Nürburgring y en poco segundos se viera envuelto en llamas. 

La pista no estaba en las mejores condiciones por la lluvia que cayó en la mañana y el austríaco solicitó una reunión minutos antes del inicio de la carrera porque consideró que el circuito no estaba en las condiciones para disputar la competencia. El resto de sus colegas no estuvo de acuerdo e ignorando la sugerencia del piloto de Ferrari se dio luz verde a la carrera.

En la segunda vuelta, Lauda impactó a gran velocidad contra la barrera de contención al salir de una curva. Por el impacto el auto ardió en llamas, siguió dando trompos  y quedó atravesado en medio del circuito. Los primeros pilotos en encontrarse con el coche en llamas fueron Harald Ertl y Bret Lunger, este último no pudo evitar chocar con él. Arturo Merzario y Guy Edwards, pudieron detenerse y junto con los otros dos pilotos le ayudaron a escapar del Ferrari envuelto en llamas.

Con graves quemaduras en la cara y en los pulmones, Lauda luchó durante los días siguientes en la cama del hospital. Estuvo en coma y le dieron la extremaunción en el hospital.

A pesar del pronóstico pesimista de los médicos, Lauda nunca bajó la guardia y volvió a correr tan solo seis semanas después en el Gran Premio de Italia, en Monza.

"Yo no quiero morir, quería vivir y por eso he luchado", recuerda. 

Gracias a su voluntad de hierro Lauda no solo ha encontrado su camino de regreso a la vida, sino también de vuelta a las pista de carreras y al título mundial año siguiente y también en 1984 en un segundo lapso de su carrera en la Fórmula 1.

Ahora a los 70 años de edad, Lauda viene de superar en agosto pasado un trasplante de pulmón por una enfermedad, la cirugía fue realizada con éxito, salió del hospital y comenzó una fuerte rehabilitación que lo ha mantenido alejado de los circuitos, donde era frecuente verlo en cada Gran Premio.

Meses después de la cirugía, el austriaco aseguró que la intervención fue peor que la del propio accidente de 1976. 

Incombustible, luchador, estratega, talentoso, Niki Lauda es un ícono del deporte y uno de los mejores embajadores que puede tener la Fórmula 1.

 

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