Cómo los cambios de la F1 2023 limitarán el porpoising

Todos los equipos de Fórmula 1 lo han experimentado en mayor o menor medida, pero las quejas de los pilotos sobre las implicaciones para la seguridad que puede tener el porpoising lograron que la FIA actuara e introdujera nuevas normas.

Una de sus medidas, que no ha agradado a todos los equipos, es la introducción de una métrica de oscilación aerodinámica (AOM) a partir del Gran Premio de Bélgica. Eso limitará la cantidad de movimientos verticales que un coche puede experimentar sobre el asfalto.

Sin embargo, es una simple medida temporal, y ya se está trabajando en cambios del reglamento técnico de cara a 2023, para que el porpoising deje de ser un obstáculo en el futuro.

Dichos cambios se debatieron en una reunión del Comité Asesor Técnico (TAC) de la F1 la semana pasada, y ahora se procederá a presentarlos ante el Consejo Mundial del Motor de la FIA, para que los apruebe.

Las propuestas presentadas en la reunión del TAC tienen como objetivo limitar las zonas que los equipos pueden desarrollar de los coches, levantando algunos de ellos del suelo.

Uno es elevar la garganta del difusor, en una distancia aún por determinar, mientras que los bordes del fondo plano también se elevarán en 25 mm. Además, para asegurarse de que los equipos no lo flexionan de forma excesiva para sortear estas nuevas restricciones de tamaño, se introducirán algunas pruebas de deflexión lateral del suelo más estrictas.

La FIA también busca controlar más de cerca todo, con la introducción de un sensor más preciso que ayudará a cuantificar la oscilación aerodinámica del coche.

Para reducir aún más los problemas aerodinámicos creados por la nueva normativa, los equipos también han sugerido el uso de un par de láminas divisorias dentro del difusor.

Visión lateral de una lámina de divisoria del difusor trasero.

Photo by: Giorgio Piola

Se espera que esa solución sencilla ayude a gestionar el flujo en esta zona, así como a atajar los efectos nocivos del rebote y el porpoising, algo que sin duda agradecerán los pilotos.

En muchos sentidos, los cambios que se han propuesto son similares a los de 2021, cuando la normativa se inclinó por recortar el suelo, los alerones de la zona de los frenos y los difusores, para así ayudar a reducir el potencial aerodinámico de la parte trasera del coche.

Esta medida se tomó para salvar a los equipos de caer en sus propias trampas, ya que probablemente habrían diseñado coches que exigieran demasiado a los neumáticos, lo que habría causado problemas aún mayores. Al igual que los ajustes de 2021, estos últimos cambios reducirán los picos de carga en el chasis y, con ello, ayudarán a reducir el potencial para el porpoising y rebote.

Dicho esto, los equipos seguirán buscando la manera de hacer funcionar el coche tan bajo y rígido como sea posible sin activar la nueva métrica de oscilación aerodinámica, ya que todavía se podrá encontrar rendimiento aunque se comprometa la calidad de conducción del coche.

Así quedaría la lámina divisoria del difusor trasero del Ferrari de 2023.

Photo by: Giorgio Piola

Los cambios de reglamento propuestos también son similares, desde el punto de vista del calendario, a los realizados para 2021 y, sin duda, pondrá una inmensa presión sobre los equipos para equilibrar el desarrollo con el trabajo que ya se ha iniciado en los coches del próximo año. Por ello, la FIA ha dejado claro que los ajustes propuestos deben ser ratificados por el Consejo Mundial del Motor lo antes posible.

Hacer cambios en estas áreas extremadamente sensibles del coche no sólo deshará parte del trabajo que los equipos ya han hecho en el monoplaza del año que viene, sino que también hará que parte del desarrollo hacia el final de esta temporada sea redundante, ya que las ganancias de rendimiento que los equipos encuentren pueden convertirse en irrelevantes, dadas las diferencias del reglamento planteadas.

Además, dado que la mayor parte de la parrilla se vio sorprendida por el fenómeno del porpoising al principio de la temporada, ya que sus herramientas de simulación no indicaban que fuera a ser un problema, es completamente plausible que veamos a algunos equipos intentar sacar ventaja a sus rivales y probar nuevas piezas hacia el final de la temporada.

Esto podría ayudarles a entender las implicaciones de la nueva normativa, al igual que hicieron al cuando la temporada 2020 estaba llegando a su fin.