El futuro de Red Bull F1 tras la conclusión del caso Horner

Aunque el asunto del límite de costes en 2022 fue un periodo duro para la escudería, no trajo consigo la confusión personal y la invasión que han sido habituales en las últimas semanas.

La apertura de una investigación sobre las acusaciones no especificadas formuladas contra él por una empleada colocó a Christian Horner en el centro de un frenesí mediático mientras luchaba por salvar su carrera y su futuro en los grandes premios.

Aunque Horner se mantuvo en su puesto - asistió a la presentación del RB20 a principios de mes y estuvo en el pitwall durante las pruebas de pretemporada la semana pasada - estaba claro por su lenguaje corporal que los asuntos le habían afectado emocionalmente.

Lejos de ser el personaje ultraconfiado que a menudo se pasea por el paddock, Horner parecía cansado y agotado al verse sometido a una investigación que había comenzado hace más de un mes.

Aunque el comunicado de Red Bull del miércoles por la noche permitirá a Horner dormir más tranquilo mientras se centra en ganar la primera carrera de la temporada de F1 en Bahréin, las preguntas que quedan sobre lo que ha ocurrido en las últimas semanas son muchas.

La rumorología se ha disparado con especulaciones sobre lo que supuestamente hizo Horner. Las versiones de los miembros del paddock son múltiples y contradictorias.

Las fuentes han rechazado enérgicamente algunas de las insinuaciones más extremas que aparecieron en muchas publicaciones, y los abogados podrían hacer su agosto con algunas de las informaciones que han aparecido ahora que Horner ha sido absuelto.

Debido a las restricciones que implica una investigación interna de este tipo, sigue habiendo poca claridad sobre lo que hubo y lo que no hubo, y puede que la verdad nunca salga a la luz.

Christian Horner, director del equipo Red Bull Racing, en la rueda de prensa.

Foto: Simon Galloway / Motorsport Images

Como decía el comunicado de Red Bull el miércoles "El informe de la investigación es confidencial y contiene información privada de las partes y de terceros que colaboraron en la investigación, por lo que no haremos más comentarios por respeto a todos los implicados. Red Bull seguirá esforzándose por cumplir las normas más estrictas en el lugar de trabajo".

Queda por ver si Horner ofrecerá o no más detalles, ya que es poco probable que diga mucho sobre la situación después de entrar en el paddock de Bahrein el jueves.

Se entiende que la empresa matriz de Red Bull sigue deseando que la atención se centre en los asuntos de la pista y no en las consecuencias de los recientes acontecimientos.

Pero quizás lo más intrigante de todo es hasta qué punto la situación ha revelado la mano de aquellos que desean utilizar la situación para echar a Horner.

El comportamiento de otros equipos al sondear a Red Bull en las últimas semanas había sido visto como un comportamiento normal en el mundo de la F1.

Como dijo Max Verstappen: "Es una táctica constante en la F1, que siempre se utiliza. Esto no sólo se aplica a esta historia, sino que siempre es así y es típico de la F1. Eso es cien por cien típico de la F1".

También sigue habiendo mucha intriga sobre qué papel jugaron y no jugaron en el asunto los distintos elementos de la operación global de Red Bull, desde los propietarios mayoritarios tailandeses, la empresa matriz austriaca, Helmut Marko y los Verstappen.

¿Hubo desacuerdos internos sobre la dirección que debían tomar las cosas? ¿Intentaban algunos forzar la situación y conseguir un cambio en la cúpula? ¿Se estaban jugando venganzas personales? Sólo los que están en el centro lo saben con certeza. Y al igual que los detalles específicos de la denuncia no están claros, también es difícil distinguir qué es verdad y qué es un chisme salvaje de lo que es una situación increíblemente compleja.

Max Verstappen, Red Bull Racing RB20

Foto: Erik Junius

Sin embargo, es bien sabido en política que los enemigos a menudo revelan sus manos cuando el líder parece débil - pero pueden encontrar sus posiciones increíblemente comprometidas cuando los acontecimientos dan la vuelta y no hay cambios en la cima.

El otro aspecto clave es la posición de Horner dentro del equipo Red Bull F1.

Aunque en algunos aspectos la situación de las últimas semanas le ha hecho la vida difícil, la propia perspectiva de que aquellos dentro de la organización tuvieran que reflexionar sobre un futuro sin él dio que pensar sobre su verdadero impacto, y la realidad de que sería difícil imaginar a alguien más dirigiendo el equipo en este momento.

Mientras que acontecimientos como la carta de Ford a Red Bull instándole a poner fin a la incertidumbre sobre la situación fue vista por algunos como que quizás estaba profundamente descontento, su postura era en realidad una compartida por Horner. Él mismo no quería nada más que la investigación se terminara para poder seguir adelante.

Y, a puerta cerrada, se entiende que Horner recibió un amplio apoyo privado de los socios y empleados del equipo, tipificado en una muestra de apoyo que recibió durante una reunión informativa de la fábrica esta semana.

Como dijo Horner en la presentación del RB20: "Estamos muy unidos. Siempre hemos tenido un enorme apoyo de los accionistas desde el fallecimiento de Dietrich. Los accionistas nos han apoyado increíblemente y se puede ver el nivel de inversión que hay con Powertrains, con el futuro de la Fórmula 1".

Pero una cosa está clara: con la mentalidad ultracompetitiva de Horner, a pesar de todo lo que ha pasado, no permitirá que esta situación haya debilitado su concentración ni la del equipo en el trabajo que tienen entre manos, y sobre todo abrirá la puerta a rivales que han estado esperando aprovecharse de los problemas.

Y la mejor forma de demostrarlo sería un dominio aplastante en la pista en el GP de Bahréin de este fin de semana.

Max Verstappen, Red Bull Racing y Christian Horner, director del equipo Red Bull Racing.

Foto: Simon Galloway / Motorsport Images