Haas, modelo de una Fórmula 1 necesaria

Chasis Dallara. Motor, túnel de viento, hidráulica, electrónica, y un piloto abastecido por Ferrari. Costos justos, U$S 100 millones… y sedes estratégicas. Una en EE.UU, otra ex Manor en Inglaterra, una más en Italia por Dallara, y por supuesto… Maranello. Quienes ya se preocupan por la irrupción de Haas en la F1 después de las dos primeras carreras en los puntos, lo descalifican llamándolo "Ferrari B". Y además piden permanente monitoreo de la FIA, porque lo consideran al límite del reglamento.

El sexto lugar en Australia y el quinto en Bahrein logrado por Romain Grosjean ya empezó a hacer ruido en el gran circo. De lo contrario, no hubiese ocurrido. Haas además dio una clase de diseño estratégico para la última carrera. Agresiva, arriesgada, fulminante y efectiva, con gran compromiso del piloto francés a la hora de generar sobrepasos. 

Quienes no repararon en la irrupción del equipo norteamericano, quienes sugirieron a Grosjean un camino al suicidio, quienes apostaron por un equipo de cola, se equivocaron. Haas Team F1 se ha transformado en un extraordinario modelo de gestión práctica para una categoría cada vez más onerosa. Sinceraron el desarrollo. Hicieron lo que pudieron y el resto lo tercerizaron. Acortaron caminos que otros más orgullosos no hicieron y murieron en el olvido de tanto esperar, por ejemplo, Toyota. 

Haas es un modelo de flexibilización sobre el que la FIA reparó con lógica para el ingreso de nuevos equipos con posibilidades. Algo bueno entre todos los desaciertos de los últimos tiempos. Licencias oportunas pero además, genialmente interpretadas por la jerarquía de la escudería. En el debe está Esteban Gutiérrez, pero hasta el propio piloto mexicano reconoció que lo suyo está por llegar. 

Es el "sueño americano" tantas veces postergado, y también notablemente planificado. Golpeó de arranque, antes que los demás se desperecen en la temporada europea con las actualizaciones. Ya tiene los puntos para considerarse victorioso en la carrera comercial. El desafío, evolucionar al ritmo del calendario, y no quedarse en el shock de este comienzo esperanzador. Haas es el paradigma de la F1 que todos demandamos. Constructores prácticos, resultados óptimos y fanáticos agradecidos por el espectáculo.