El jefe saliente de Williams F1 grafica lo que le espera a su sucesor

Williams confirmó la salida de Capito después de dos años al frente de sus operaciones en la F1, junto con el director técnico que nombró, FX Demaison, en diciembre. Se trata de un gran cambio en la cúpula del equipo, que indica el deseo de su propietario, Dorilton Capital, de hacer limpieza y tomar una dirección diferente.

El equipo dijo que anunciaría un sustituto "a su debido tiempo" y aún no ha confirmado ningún nombramiento. Pero el reto al que se enfrenta quien sea que asuma la dirección del equipo es importante.

Williams puede haber dado un paso adelante en algunas áreas durante 2022, aprovechando brillantemente las oportunidades que se le presentaron para puntuar en cinco carreras. Pero aun así, pasó de ser noveno a décimo y último en el campeonato, situándose tan a la deriva del resto del pelotón que fue una decisión fácil detener el desarrollo del FW44. 

En una entrevista realizada en Abu Dhabi, antes de su salida del equipo, Capito dijo que la decisión de hacer el cambio anticipado a 2023 en Silverstone significaba que no había excusa para no avanzar este año.

"El año que viene, tenemos que dar un paso adelante, de lo contrario es algo realmente malo", dijo. "Todavía no estamos donde están los demás".

Es una valoración franca de dónde se encuentra Williams ahora mismo. Si bien el equipo puede haber progresado decentemente en comparación con 2019 y 2020, en parte por cortesía de George Russell en su última temporada con el equipo, todavía se está recuperando de años de inversión insuficiente cuando su prioridad era la supervivencia, no su reactivación.

Todo esto ha dejado a Williams jugando a ponerse al día, invirtiendo en áreas, infraestructura y software que otros equipos ya tienen totalmente al día.

"Por muchas razones, sobre todo financieras, Williams se ha quedado un poco anclada en el pasado", dijo Demaison en Brasil al hablar de los cambios internos en Grove.

"Así que esa era la prioridad: invertir en el túnel de viento, invertir en la fábrica e invertir en las personas. Estamos llegando poco a poco a donde estamos, pero para construir un equipo se necesitan de dos a tres años, y para sacar el máximo partido de este equipo, son otros dos o tres años. Es un largo viaje".

Jost Capito, CEO de Williams Racing, charla con François-Xavier Demaison, Director Técnico de Williams Racing, otro miembro del equipo.

Foto: Mark Sutton / Motorsport Images

Aunque tiene que hacer estos movimientos para ponerse al día, existe el efecto añadido de que los rivales gastan el dinero en áreas que aportan más rendimiento, lo que hace que la brecha vuelva a crecer. Nunca están quietos. Es algo que se siente aún más profundamente con el límite presupuestario, cuyo verdadero impacto aún no se ha notado a la hora de conseguir una verdadera igualdad de condiciones.

"Por eso hace falta realmente una visión a largo plazo hasta que esté equilibrado", dijo Capito. "Se puede decir: 'oh, ahora todos tienen el mismo dinero, así que deberían estar todos al mismo nivel'... no. Los equipos entraron en el límite de costos en niveles diferentes. Y vemos que Williams, antes del límite de costos, apenas tuvo nada que invertir durante años".

"Así que se quedaron atrás. Ahora, para ponerse al día con la misma cantidad que todos, no se trata sólo de tirar el dinero".

Williams se centrará en ser inteligente a la hora de invertir mientras se toma su tiempo para reagruparse, pero también necesita seguir avanzando en la pista. Su clasificación de constructores en las últimas cinco temporadas es de 10-10-10-8-10, una tendencia que querrá cambiar cuanto antes. Dorilton puede tener el dinero para ayudar a cambiar el rumbo del equipo, pero también querrá asegurarse de que sigue siendo una propuesta atractiva para los socios interesados. Invertir en el futuro y centrarse en el presente es un compromiso complicado.

"Lo que estamos haciendo ahora es como operar a corazón abierto mientras el paciente corre una maratón", explica Capito.

"Esto hay que gestionarlo. No puedes decir, ok, cerramos dos años, reestructuramos, hacemos todo y luego volvemos. No es posible. Así que tienes la presión de la temporada, y tienes la presión en casa donde dices OK, ¿qué es un equipo moderno de Fórmula 1? ¿Cómo funciona?".

Es una pregunta que, en última instancia, ya no es problema de Capito. Fue proactivo en la identificación de las áreas en las que Williams se estaba quedando corto al unirse al equipo a finales de 2020, pasando por cada departamento del equipo para averiguar cuáles eran las mayores áreas problemáticas. Pero la separación apunta a una pérdida de fe de sus jefes en su visión para Williams y la dirección del equipo. Encontrar esa "estrella del norte" para unificar el equipo e inculcar una nueva cultura es una gran necesidad para quien sea que asuma el cargo de director del equipo.

Es uno de los puestos más difíciles de asumir en la F1, como Capito descubrió. Pero también podría ser uno de los más gratificantes y lucrativos. Como director del equipo McLaren, Andreas Seidl fue elogiado por sus esfuerzos para ayudar a cambiar las cosas en Woking, allanando el camino para que pudiera dar un paso adelante como CEO en Sauber y tener a Audi llamando a su puerta muchos años antes de su entrada.

Si alguien pudiera tener un efecto similar en Williams, bien podría ser su oportunidad.

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