'La casa de los líos', la columna de Nira Juanco
Nueva columna de nuestra colaboradora Nira Juanco en la que analiza los problemas que están surgiendo en el equipo Mercedes desde principios de temporada.
Ganador de la carrera Lewis Hamilton, Mercedes AMG F1 celebra en el podio con su compañero de equipo
XPB Images
Mercedes domina el mundial a su antojo y podría parecer que la vida es de color de rosa dentro de la escudería alemana. Pero no, es de color gris. Como sus monoplazas, como la estrella que los corona, como el cielo de Silverstone. Parece mentira que con tanto poderío no sean capaces de culminar un fin de semana redondo, de disfrutar de un gran premio placentero de principio a fin, de librarse de los problemas.
Como decía Nico Rosberg tras la carrera del domingo, antes de ir a declarar una vez más a comisarios: "No me gusta esto, tener que ir cada fin de semana a dirección de carrera. Es como cuando estabas en la escuela y te castigaban de cara a la pared". Porque ya sea dirección de carrera, ya sea un gabinete de crisis dentro del equipo, el caso es que Mercedes no ha tenido un fin de semana "limpio" desde Rusia, hace ya seis carreras.
Desde España, no levantan cabeza. Todos recuerdan lo que pasó en Barcelona, toque entre Hamilton y Rosberg en la primera vuelta con abandono de ambos. Mónaco vivió el resurgir del inglés y el hundimiento del alemán, quien por un problema en su motor caía la séptima posición. En Canadá, más del duelo Hamilton-Rorberg. Salían primero y segundo y un nuevo toque entre ellos en la primera vuelta hizo caer a Nico nueve posiciones para terminar finalmente quinto. En Bakú los inconvenientes fueron para Hamilton a quien su equipo no pudo ayudar a resolver un problema en su motor por la prohibición de este tipo de mensajes de radio. En Austria, nueva crisis de equipo. Esta vez fue un toque en la última vuelta entre Nico y Lewis, que iban primero y segundo, y tras el incidente, Rosberg sólo pudo ser cuarto. Mercedes decía adiós así a otro doblete.
En Bakú no ayudaron a Hamilton
Porque esta temporada son muchos los puntos que se han dejado por el camino. El año pasado a estas alturas, con 10 carreras disputadas, Mercedes sumaba ya seis primero-segundo. Este año tan sólo lleva dos, Australia y Rusia. El último doblete se le escapó precisamente el pasado domingo tras una situación inédita en Fórmula 1.
Así como en Bakú, tal y como acabamos de recordar, Mercedes no ayudó a Hamilton a resolver un problema con su motor que había entrado en un modo de funcionamiento erróneo, porque según el reglamento, el piloto debe conducir sólo y sin ayudas; en Silverstone se pasaron esta norma por el arco del triunfo y le dieron a Rosberg indicaciones claras por radio para solucionar un fallo en su caja de cambios y conseguir por fin el esquivo doblete.
Pero la norma es clara y Mercedes tenía que visitar nuevamente a los comisarios de carrera. Al final, diez segundos de sanción que hicieron volar por los aires ese segundo puesto de Nico. Adiós al doblete. Nueva decepción. Porque sí, las flechas plateadas dominan. Pero su temporada está dejos de ser un camino de rosas y es lo más parecido a "La casa de los líos".
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