La F1 enamora para siempre

Independientemente de qué equipo o piloto podrá hacerlo mejor de acuerdo a lo que muestran en los tests, aspectos muy bien desarrollados aquí en Motorsport.com, podemos observar que la avidez del público por seguir y sentir a la Fórmula 1 se mantiene.

Más allá del dominio abrumador de Mercedes en los últimos años, la gente recicla sus expectativas de cara al inicio de un nuevo campeonato. Siempre sucede así, cada año y con la misma fuerza.

Esto refleja que el enamoramiento que genera la F1 es casi para siempre. En el medio puede haber idas y vueltas, como en toda historia de amor, pero como muchas veces pasa, ante la promesa de un cambio, se vuelve a creer.

Así parece funcionar esa química entre la categoría de monoplazas más fuerte del mundo y sus seguidores.

Muchos, desilusionados por diversos motivos, vieron apagarse el entusiasmo con el correr de las carreras, otros dejaron de asistir a las citas que previamente se habían jurado marcar en el calendario.

Hay quienes, con una postura indeclinable renunciaron a ese amor utópico con la Fórmula 1 y se prometieron no volver a caer en las redes de sus encantos.

Pero todo eso persiste hasta que la llama se aviva y cuando eso pasa, no se puede ser indiferente. Les ocurre a muchos que dijeron basta pero ya cuentan los días hasta que se apaguen las luces del semáforo.

Sin dudas los tests son una muestra de que la mística sigue intacta.

Al fin y al cabo Fórmula 1 hay una sola. Te puedes sentir atraído por otras series, tal como sucede en la vida misma, puede haber otras miradas que te llamen la atención pero cuando quieres sentir F1, esa sensación solo la encuentras ahí, no hay más donde buscar, es algo único con lo que gusta y ha dejado de gustar, todo está incluido porque así es el amor, con lo bueno y lo malo, la esencia no cambia y así es como muchos fanáticos vuelven a creer y le dan otra oportunidad a esa historia de amor tan especial en la que no hay besos sino aceleradas, tampoco caricias sino sobrepasos.

Me gusta ver que más allá de todo, la Fórmula 1 sigue enamorando. ¿Les pasa a ustedes?