La magia de Bakú...

Hay circuitos que inspiran a visitarlos, con solo escucharlos nombrar, la imaginación te conecta al lugar del mundo donde estén, son trazados que guardan historias, que han visto carreras de leyenda, míticos pilotos.

Grandes Premios van y vienen, algunos son los que permanecen en el calendario de la Fórmula Uno pero todos nacen con la misma ilusión de brindar al aficionado la mejor de las experiencias.

El circuito callejero de Baku me ha dejado sorprendida, tiene tanto y es tan único. Tiene magia. Magia que envuelve los poquito más de seis kilómetros que te transporta de un siglo a otro.

 Ante la espectacular Casa de Gobierno, el Palacio de Shirvanshah, la imponente Torre de la Doncella y toda la ciudad medieval junto al Mar Caspio. Edificios del siglo XXI, arquitectura moderna que contrasta con lo ancestral. Solo aquí hemos visto un circuito así. 

Sonará cursi, pero recorrer el circuito es viajar en el tiempo, es atravesar por un cuento de hadas, de príncipes que buscan convertirse en reyes al llegar a la meta.

Este nuevo cuento en la F1 ya tiene un rey, Nico Rosberg se ha coronado con la primera carrera del ahora Gran Premio de Europa. Junto a él dos hombres que lucharon por conservar sus neumáticos y han logrado triunfar en la batalla por el podio.

 El orgullo crece al saber que ha sido un mexicano el que ha formado parte de esta historia, ya son dos de ocho carreras en la que Checo Pérez nos ha emocionado esta temporada. Su pericia al volante se ha convertido en gloria en dos de los trazados más complicados de la máxima categoría, los callejeros Mónaco y Baku. 

Lugares donde el piloto marca diferencia y donde el mínimo error puede terminar con el sueño. Perez lo vivió en carne propia, superó el limite chocando con el muro en la práctica tres, su calificación estuvo en juego y fue penalizado por sustituir la caja de cambios. Pero supo anteponerse a la adversidad mostrando que el romance de la historia que comenzó el viernes tenía que terminar con un final feliz el domingo cuando conquistó la gloria de esa tercera posición.