La pérdida de un ingeniero empujó a Ricciardo dejar Red Bull

Se esperaba que Ricciardo firmara un nuevo acuerdo con el gigante de las bebidas energéticas para 2019, pero en su lugar sorprendió al paddock de la F1 al anunciar un acuerdo de dos años con Renault.

La 2018 fue la última temporada de Ricciardo junto a Simon Rennie, ya que el ingeniero de carrera, que había trabajado junto al piloto australiano desde su llegada a Red Bull, quería viajar menos y, por lo tanto, se cambió a un puesto en la fábrica

Red Bull había hecho arreglos para reunir a Ricciardo con su ex ingeniero de carrera británico en la F3 Mike Lugg, pero el australiano sorprendió al equipo al preferir unir sus fuerzas a Renault, que lo asoció con el ex ingeniero de carrera de Carlos Sainz, Karel Loos.

"Hubo muchas razones, pero perder a Simon fue una de ellas, sabía que no iba a estar este año, si me quedaba en Red Bull, y pensé que tenía una buena relación con él, y había algunas incógnitas", admitió Ricciardo durante el Gran Premio de Hungría de este año.

“Ciertamente me sentía cómodo con él. De haberse quedado, no sé si ese habría sido un factor decisivo, pero tomó otro camino, obviamente cuando tienes la preocupación de Honda y algunos otros, supongo que fue un pequeño factor más en la lista de motivos”

"Como ya expliqué, había muchos de esos pequeños motivos que probablemente cuadraron: no quiero decir ‘preocupaciones’, pero sí incógnitas, preocupaciones es probablemente un poco irrespetuoso".

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Ricciardo reiteró que no hubo "un solo motivo" que le hiciera abandonar Red Bull, y que el supuesto favoritismo del equipo hacia su compañero de equipo Max Verstappen no fue un aspecto importante, ya que "se habló más de lo que yo vi".

También dijo que Red Bull "estuvo bien" en términos de oferta de salario, y agregó: "Eso no marcaba una gran diferencia al final, no fue un factor decisivo".

Ricciardo habló con McLaren además de Renault y Red Bull para la temporada 2019, pero dijo que solo los dos últimos estaban en disputa cuando llegó el GP de Hungría de 2018, donde tomó la decisión.

Al rememorar ese gran premio, dijo: "Recuerdo que, al llegar el fin de semana, todavía estaba un poco ajeno a lo que iba a suceder y dónde terminaría, pero a medida que avanzaba, viernes o sábado, fue como, bueno, algunos equipos realmente me están presionando, necesitan saber las respuestas, así que comenzó a desenscadenarse”.

"Y el domingo por la noche tuvimos que comenzar a decidir realmente qué hacer, y pensé en salir esa noche, tomar unos tragos y tal vez encontraría mi respuesta con algunos amigos . Y luego, el lunes todo empezó a encaminarse más”.

Ricciardo dijo que se había decidido el miércoles después de la carrera cuando volaba a Estados Unidos: "Cuando aterricé, estaba como amarillo y negro”, ironizó.