Los Rosberg repiten la hazaña de los Hill

La Fórmula 1 no solo es glamour y coches de carreras. De vez en cuando guarda tras de sí historias peculiares, anecdóticas, inesperadas. El título de Nico Rosberg en Abu Dhabi este fin de semana iguala un hito que nunca se había repetido, que habla de padres e hijos.

Los Rosberg han logrado a las orillas del Golfo reeditar el logro que una familia inglesa, de apellido Hill, logró hace 24 años: que ambos sean campeones del mundo de F1 y que el hijo lo logre 34 años después de que lo hiciera el padre por primera vez.

Aunque Nico no estuvo acompañado de su padre este fin de semana en Abu Dhabi porque “prefiere ver en casa la carrera con sus tres pantallas con live timing y cámaras on board”, según justificó el propio piloto. No obstante, Keke puso rumbo a Abu Dhabi desde Dubai una vez que su hijo se proclamó campeón del mundo de F1. 

“Cada sábado he recibido un mensaje de su parte que siempre me decía 'A por la carrera'. Mis padres son una parte muy importante de todo esto", dijo el nuevo campeón del mundo este domingo en Abu Dhabi.

El alemán ha superado un récord de dudoso valor que desde 1992 ostentaba Nigel Mansell: ser el piloto que más grandes premios ha disputado antes de ser campeón del mundo. El británico tardó 176 carreras, Rosberg lo ha logrado 206 más tarde.

Keke, campeón en 1982 con Williams, no pudo abrazar a su único hijo, ya coronado campeón, cuando este se bajo del monoplaza. Del mismo modo que Graham Hill no pudo hacerlo cuando en 1996 Damon, el único varón de sus tres hijos, logró coronarse en Suzuka. Pero el motivo fue bien diferente: Graham había fallecido con 46 años en un accidente aéreo en 1975, 15 años después de ver nacer a Damon; 21 antes del título.

El progenitor de los Rosberg se proclamó campeón del mundo cinco temporadas después de debutar con el Theodore TR1 en Sudáfrica (1978); Graham Hill también tardó el mismo tiempo en ganar el título tras comenzar su trayectoria en la F1 20 años antes con un Lotus 12 en Mónaco. Ambos abandonaron en su debut por un problema de motor.  

Hill estudió en el Hendon Technical College, a las afueras de Londres, y se hizo aprendiz de ingeniero. El británico debutó en F1 como mecánico de Lotus, quienes le dieron la oportunidad de subirse a su monoplaza nada más y nada menos que en las calles de Montecarlo en 1958 con 29 años. Su hijo nació a pocos kilómetros de donde él lo hizo, también en Londres. Graham tenía entonces 31 años.

Keijo Erik Keke Rosberg nació en Estocolmo (Suecia) mientras sus padres finlandeses estudiaban allí y siempre quiso ser dentista o programador informático. Las incursiones de sus progenitores en los rallies le hicieron mirar hacia el automovilismo, proclamándose en cinco ocasiones campeón de Finlandia de karting. No debutaría en F1 hasta los 30 años. Su hijo nació en Weisbaden (Alemania) siete años más tarde.

Damon Hill no llegó a pilotar en ninguno de los equipos en los que su padre lo hizo, en cambio, Nico comenzó su carrera en F1 en el equipo con el que su padre se proclamó campeón: Williams.

Aunque entre ambos acontecimientos distan 24 años, las carreras deportivas de los Hill y las de los Rosberg tienen puntos en común. Desde este fin de semana, son las dos únicas parejas padre-hijo que han sido campeones del mundo de Fórmula 1.

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