Piero Ferrari: gastamos millones en los F1 y en televisión no se refleja

El hijo de Enzo Ferrari, Piero, está satisfecho con el regreso del Cavallino Rampante a las 24 Horas de Le Mans para buscar su décima victoria general en 2023, año del centenario de la prestigiosa carrera en el circuito de La Sarthe.

“Es algo grande”, admite el vicepresidente de Ferrari a Motorsport.com: “no he tenido la oportunidad de investigar las regulaciones de los hipercoches, pero espero que entonces no existan sorpresas como en el pasado, cuando con el BoP (Balance de Desempeño) hicieron que nos ganaran. Volveremos después de 50 años y todo esto tendrá un gran impacto”.

Pero mientras el tiempo de asaltar la carrera francesa llega, en la mente del heredero del apellido Ferrari está la Fórmula 1, la cual en su opinión no divulga a los aficionados de la forma correcta la tecnología que se desarrolla en la categoría.

“Hace poco hablé de ello con Bernie Ecclestone, con quien de vez en cuando hablo por teléfono”.

“La Fórmula 1 debe ser un deporte que debe volver a ofrecer un espectáculo que divierta a los aficionados: tenemos monoplazas muy veloces con tecnología muy avanzada, pero no se conoce nada de ella”.

“Por su puesto entiendo eso, porque algunas ideas están cubiertas por patentes. Pero gastamos cantidades aterradoras de dinero y luego lo mantenemos todo en secreto. ¿Qué sentido tiene esto?

Piero Ferrari considera que es importante ofrecer una mayor apertura en temas tecnológicos para que los aficionados entiendan la complejidad y el desempeño de los coches de la máxima categoría, algo que en su opinión no se puede apreciar en la televisión en su totalidad.

“El discurso es más amplio. Con los efectos de la pandemia solo es posible seguir a la F1 a través de la televisión. Estamos corriendo los monoplazas más rápidos de la historia, pero las imágenes que nos llegan de la tele no consiguen dar esas sensaciones que experimentas cuando estás en el circuito y lo percibido es lo real. Lo que llega a la gente, a los aficionados, es algo diferente”.

“Los F1 superan los 330 km/h, pero al mirarlos en vídeo no tienes la sensación de una velocidad diferente a la de una carrera de Fórmula 2. Entonces surge la pregunta de qué sentido tiene invertir grandes sumas de dinero en soluciones que aportan poco al espectáculo”.

“Con esto no estoy entre los que se oponen a la investigación tecnológica, al contrario”, concluyó el hijo de Enzo.

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