Raikkonen perdió el tren, por Adrián Puente

Hace dos semanas, por primera vez, una autoridad de Ferrari se animó a quitarle el aura sacra a Kimi Raikkonen. Fue cuando Sergio Marchionne, presidente del “cavallino” sugirió que el finlandés, tenía la cabeza en otra cosa.

El número 7 de la parrilla, no tiene la cabeza en otra cosa, simplemente, no pudo adaptarse a los tiempos, y Ferrari se dio cuenta en la distancia, que se inmoló por cada ratificación que hizo del excampeón.

Lleva compartidas 43 carreras con Sebastian Vettel. Desde entonces el alemán alcanzó una efectividad del 62,8%, contra un 37,2 de su polémica butaca. Nunca ganó, ni logró una pole desde su vuelta a la marca italiana.

Apenas despegó a fines del año pasado, cuando con un auto postrado, sacó lustre a su regularidad sumando más puntos que su compañero, entre Austin y Abu Dhabi.

Kimi tiene el extraordinario récord, hasta ahora insuperable, de 27 carreras consecutivas en los puntos. Desde Bahrein 2012, hasta Hungría 2013 con Lotus, tuvo una notable faena, pero todo con las últimas versiones de los motores V8. Cuando el reglamento mutó con la incorporación de los propulsores híbridos, Raikkonen se perdió en la evolución…

Ahora con las flamantes modificaciones, el excampeón vuelve a padecer con un auto al que nunca puede poner a punto, sufre todo tipo de desgracias, y se frustra siempre mirando a los grandes candidatos desde atrás, lejos del protagonismo.

El finlandés, desde 2014 a esta parte, suele recuperar la iniciativa en dos instancias. Durante el último stint de la carrera con un auto liviano y neumáticos más ó menos asentados; y cuando trascienden las comunicaciones por radio, donde el piloto de Maranello deja fluir su verborragia ártica, más televisiva que competitiva…

Este comienzo alentador de temporada para los italianos, deja más en evidencia que nunca, la capacidad de reinvención de Vettel, contra la parálisis de su compañero de equipo. Una leyenda indiscutible, pero preso de un letargo imposible de negociar cuando la F1 va más rápido que él.