Un F1 de 6 ruedas, el amor de un ex-piloto de Minardi
El ex-piloto de F1 Pierluigi Martini atesora una gran joya: un Tyrrell P34 que condujera Ronnie Peterson. Nos lo presenta.
Martini tiene un lugar especial en los corazones de los seguidores de Minardi, pues fue con quien el equipo debutara en la máxima categoría en 1985 y con quien consiguieron su única primera línea en Phoenix en 1990.
El italiano de 57 años, de poca estatura pero gran carácter, llevó de regreso a la pista el famoso six-wheeler de su propiedad a la reciente edición del Historic Minardi Day en Imola. Martini considera el auto “una joya mecánica” en la historia de la F1.
Él ha restaurado completamente este monoplaza de 1977 poniendo muchas horas de arduo trabajo e incluso viajando a Australia para encontrar los detalles que lo harían perfecto.
“El coche es original en todos los aspectos”, dice Martini orgulloso de su trabajo. “El volante es el que usó Ronnie. Tiene incluso una muesca que se puede ver en las fotos de esa época.”
“He logrado recuperar el asiento de Patrick Depallier, el compañero de Peterson. No habría logrado conducirlo con el asiento de Ronnie debido a la diferencia entre mi altura y la suya”.
Pierluigi Martini, Brabham BMW
Photo by: JEP / LAT Images
Tyrrell P34
Photo by: Franco Nugnes
Martini está literalmente enamorado del Tyrrell P34, que ha sido restaurado a la especificación exacta del Gran Premio de Japón de 1977, la última carrera disputada por este diseño de Derek Gardner y modificado por Maurice Philippe.
El ‘seis ruedas’ ganó el GP de Suecia de 1976 con Jody Sheckter y en sus 130 apariciones consiguió una pole position, tres vueltas rápidas en carrera, 14 podios y 100 puntos. Gardner había convencido a Ken Tyrrell de permitirle crear un coche con cuatro ruedas delantera más pequeñas, siendo positivo que el auto generaría menos resistencia al avance, pues el ala delantera bastaba para cubrir la resistencia de las ruedas.
Ruedas delanteras del Tyrrell P34 de Pierluigi Martini
Photo by: Franco Nugnes
El chasis poco convencional era potenciado por el tradicional Ford-Cosworth DFV de la época, era muy ágil en curva, pero difícil de controlar en frenada y sufría con problemas de refrigeración del motor. Para resolver esto último, los técnicos de Tyrrell movieron ambos radiadores a la parte delantera del chasis.
“Pienso que es un coche increíble”, dice Martini. “En 1977, Philippe decidió ampliar la trocha más y más, pues Goodyear no desarrolló los neumáticos de 10 pulgadas. Había problemas de estabilidad en el eje delantero."
“Avon, que hoy en día crea neumáticos para F1 históricos, produjo unos increíbles, así que yo di marcha atrás y reduje la trocha a la de Gardner y encontré un balance sorprendente que lo hace muy agradable de conducir. Estoy seguro de que si Tyrrell hubiese tenido la posibilidad de llevar los neumáticos correctos, habría ganado el título.”
“La renovación del coche ha sido difícil, pues en 1977 lo modificaron, y yo tenía solamente dibujos [de la especificación anterior], de tal manera que fue difícil para mi encontrar algunas cosas. Por suerte pude hablar con el dibujante de Tyrrell, quien aclaró algunas de mis dudas.”
Ronnie Peterson, Tyrrell P34
Photo by: David Phipps
Race winner Keke Rosberg, Williams, second place René Arnoux, Ferrari, third place Elio de Angelis, Lotus
Photo by: Williams F1
Minardi M189
Photo by: PhotoCiabatti
De acuerdo a Martini, los coches de los setentas eran más fáciles de conducir que los de los ochentas y noventas. “Hice algunas vueltas en Imola [en el Tyrrell] sin mayor exigencia física. Ahora entiendo porqué algunos pilotos fumaban 40 cigarrillos al día ¡y aun así eran competitivos!”.
“El ‘seis ruedas’ es dócil, pones las ruedas exactamente donde quieres y no hay reacciones extrañas. Entre más potencia entregas, más te pide.”
Martini dice que el coche es especial no solo por su diseño único de seis ruedas, sino también porque corrió justo antes de la era del efecto suelo y la era turbo que luego cambiarían todo.
Él agrega: “Por supuesto, no solo por el turbo - que sería representativo de la siguiente década - en los ochentas todo cambió por el efecto suelo y la predominancia de la aerodinámica. Los coches se volvieron mucho más exigentes. Así que para mí el P34 es una verdadera joya pues representa una época única”.
Ronnie Peterson, Tyrrell P34-Ford
Photo by: LAT Images
Steering wheel Tyrrell P34
Photo by: Franco Nugnes
Tyrrell P34
Photo by: Franco Nugnes
The six wheeled Tyrrell P34-Ford chassis in the paddock
Photo by: LAT Images
Martini dice que ya no conduce más su P34 competitivamente, en eventos como el Gran Premio Histórico de Mónaco.
“Pregunté si podía fabricar una copia, pero las normas de la carrera en Mónaco solo admiten los coches originales, así que lo dejé”, lamenta. “¡No quiero echar a perder todo el duro trabajo que hice para restaurarlo, solo por hacer una carrera”.
Ronnie Peterson, Tyrrell P34, GP de Mónaco de 1977
Photo by: David Phipps
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