Verstappen y la "absurda" recaudación de la FIA: ¡Casi 27 millones!
Las tasas que la FIA recauda de pilotos y equipos han aumentado drásticamente y han llevado a que muchos se pregunten qué pasa realmente con el dinero. Max Verstappen calificó las cifras de "absurdas".
La FIA está recaudando derechos de licencias por casi 27 millones de dólares de los pilotos y equipos de Fórmula 1 por su participación en el Campeonato del Mundo de 2023. Demasiado, opinan los críticos. Sólo la escudería campeona del mundo, Red Bull Racing, ha transferido casi ocho millones de dólares a la FIA, incluidas las tasas de superlicencia de al menos uno de sus pilotos.
"Creo que la suma es absurda", dijo el vigente ganador del título, Max Verstappen, a la cadena austriaca ServusTV, que es propiedad de Red Bull.
Sin embargo, no quiere quejarse en absoluto, y no tiene motivos para hacerlo. Es cierto que su superlicencia de la FIA cuesta casi un millón de dólares, pero eso lo paga el equipo: "Me temo que tenemos que pagarla, si no me equivoco de contrato", confirmó Helmut Marko, asesor deportivo de Red Bull.
La tasa por la superlicencia se compone de una tasa básica por un valor de 16.236 dólares (seguro incluido), que deben pagar todos los pilotos, más 2.100 dólares por cada punto del Campeonato del Mundo ganado en la temporada 2022 de Fórmula 1.
La FIA no ofrece detalles oficiales sobre el importe de las tasas cuando se le pregunta sobre el tema, pero según información que posee Motorsport.com, la tasa por puntos se ha incrementado de 1.623 a 2.100 dólares para 2023.
No todos los pilotos están contentos con esto. Y menos Verstappen, que será el que más tenga que pagar: "No me parece bien que tengamos que pagar tanto. Tampoco es así en otros deportes. Y cada vez hay más carreras", afirma, lo que encarece cada vez más los derechos de licencia.
En 2018, la Fórmula 1 tuvo 21 carreras, sin sprints y sin puntos de bonificación para la vuelta más rápida de carrera. El punto de bonificación se introdujo en 2019, seguido de las carreras sprint en 2021, y ya habrá 23 carreras en 2023. Sin embargo, los derechos de licencia que tienen que pagar los pilotos no se han reducido por ello.
En 2023, se concederán 443 puntos más en el campeonato mundial que en 2018. Dos carreras más significan 204 puntos extra, más 216 puntos de seis sprints y 23 puntos extra por las vueltas rápidas en carrera. El balance final es de 930.300 dólares adicionales para la FIA. Y Verstappen no es el único que se lo pregunta: ¿Están los responsables de la FIA utilizando los cambios para enriquecerse económicamente?
Mohammed bin Sulayem, Presidente de la FIA.
Photo by: Mark Sutton / Motorsport Images
En un principio, la asociación de pilotos de grandes premios (GPDA, según sus siglas en inglés) había aceptado un aumento drástico de las tasas de la superlicencia con la condición de que se destinara a inversiones en seguridad en el automovilismo. El entonces presidente de la FIA, Max Mosley, había fundado el Instituto FIA con este fin en 2004.
Fue una medida sensata. Del instituto salieron desarrollos relevantes, sobre todo en los primeros años, como el sistema HANS, bajo la dirección de Sid Watkins y Richard Woods.
Pero a finales de 2016 se disolvió el Instituto FIA, y desde entonces los pilotos echan de menos la transparencia que en su día les prometió Mosley y, más recientemente, el nuevo presidente de la FIA, Mohammed ben Sulayem, antes de tomar posesión de su cargo.
Por cierto, esto no sólo se aplica a los derechos de licencia: muchos también se preguntan qué ocurre con el dinero que la FIA recauda en concepto de sanciones de pilotos y equipos.
Christian Horner, jefe de Red Bull, le tiró un dardo a Ben Sulayem en la Gala de la FIA: "Recibí la factura hace unos días. Increíble. Ni siquiera me había dado cuenta de cuánto tenemos que pagar a la FIA por todos los puntos".
De los equipos, la FIA recauda una cuota básica por un valor de 617.687 dólares, más otros 6.174 dólares por cada punto sumado. Para Red Bull, eso asciende a 6.242.636 dólares. Además, están las tasas de superlicencia de los pilotos. En el caso de Verstappen, como dijimos, las paga el equipo; no se sabe es lo mismo para Sergio Pérez, cuya licencia es de unos 650.000 dólares para 2023.
La brecha entre los que más pagan y los que menos es amplia. Mientras que el equipo campeón del mundo, Red Bull, tiene que pagar a la FIA 7.869.008 dólares, Williams (con Alexander Albon y Logan Sargeant), por ejemplo, paga a la FIA sólo 707.951 dólares, un 91% menos.
Por cierto, el hecho de que la FIA haga pagar a pilotos y equipos más que en cualquier otro deporte profesional del mundo no es la primera vez que es objeto de discusiones entre bastidores. Cuando se aumentaron las tasas de la superlicencia a una tasa básica de 10.000 dólares más 1.000 euros por punto antes de 2013, Jenson Button, por ejemplo, fue uno de los críticos más ruidosos.
En aquel momento, la Fórmula 1 era una auténtica ganga, al menos en comparación con la actualidad. Verstappen habría tenido que pagar 499.400 dólares menos según las cifras de entonces, aunque este cálculo ni siquiera tiene en cuenta más carreras, sprints y puntos extra por vueltas rápidas en carrera...
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