¿Podría Verstappen ir a Mercedes F1 por la guerra civil en Red Bull?
Mientras la situación de Christian Horner en Red Bull parece lejos de terminarse, los recientes comentarios de Jos Verstappen hacen que ahora sea casi insostenible que Max Verstappen y el jefe del equipo puedan continuar sin que algo cambie. ¿Por qué Mercedes podría meter la mano?
Affaire Horner
Christian Horner, CEO de Red Bull Racing, es objeto de una investigación interna e independiente tras las acusaciones vertidas por un empleado de su equipo. Aquí tienes todo lo que necesitas saber sobre el caso.
A pesar de ser la historia más destacada en el mundo de la Fórmula 1 en este momento, muy pocas personas saben lo que realmente está pasando puertas adentro con Christian Horner en Red Bull.
Sin embargo, una cosa es segura: esta saga está lejos de terminar, y es posible que el final definitivo no se aclare hasta dentro de bastante tiempo.
Desde que estalló el tema el mes pasado, se especulaba con que se trataba de algo que iba mucho más allá de un asunto interno entre Horner y una empleada.
Desde el principio, se habló de un juego de poder más amplio que implicaba a algunos de los pilares clave de la gestión dentro de la organización de Red Bull.
Al fin y al cabo, el asunto sólo se hizo público después de que la empresa austriaca de bebidas energéticas Red Bull emitiera un comunicado oficial.
Para una marca conocida por su política de no decir ni una palabra más de lo necesario cuando se trata de declaraciones a la prensa, el hecho de que el asunto saliera a la luz dio que pensar sobre la posibilidad de que hubiera algo más de lo que parece a simple vista.
A medida que se desarrollaba el tema, se corrió la voz de que el asunto se había transformado en algo mucho más amplio y que ahora era una batalla por el control y la influencia entre la parte austriaca de la empresa Red Bull y su propietario mayoritario tailandés Chalerm Yoovidhya.
En medio de todo esto estaban Helmut Marko, asesor deportivo de Red Bull, y Max y Jos Verstappen, que tenían sus propias opiniones sobre lo que creían que debía ocurrir.
El empresario Chalerm Yoovidhya; Christian Horner, Team Principal, Red Bull Racing, y Geri Horner celebran en el GP de Bahréin de F1 2024.
Photo by: Steven Tee / Motorsport Images
Además, había que añadir a la mezcla la influencia de los principales socios corporativos de Red Bull, como Ford y Oracle, aunque es difícil saber de qué lado se encuentran.
Por un lado, algunos han afirmado que había preocupación en la sala de juntas por la posibilidad de que las empresas se vieran empañadas por los vínculos con el lío de Red Bull. Sin embargo, otros han sugerido que su mayor preocupación era en realidad la posibilidad de perder a Horner, cuya influencia y atractivo para el resto del mundo fueron factores clave que los llevaron a involucrarse en primer lugar.
Una campaña de derribo
Pocas horas después de que Red Bull anunciara el miércoles que Horner había sido absuelto por una investigación independiente, parecía que las cosas se calmarían y que la atención volvería a centrarse rápidamente en los resultados del equipo en la pista.
Pero esta idea saltó por los aires a mitad de la segunda sesión de entrenamientos del jueves en Bahréin, cuando se enviaron dos correos electrónicos anónimos a altos cargos de la F1, entre ellos el presidente de la FIA, Mohammed Ben Sulayem; el director ejecutivo de la F1, Stefano Domenicali, directores de equipo y medios de comunicación.
En los correos había una serie de mensajes de WhatsApp e imágenes que supuestamente eran fundamentales para la investigación.
Aunque la veracidad del contenido enviado en esos mails no ha sido confirmada (y ha habido rumores de que un segundo documento está en camino), la verdadera importancia es que muestra que ahora hay personas maniobrando deliberadamente para derribar a Horner.
La verdadera pregunta es, ¿quién y por qué?
Los implicados tienen que tener estrechos vínculos con la organización y el equipo Red Bull, ya sea profesional o personalmente, para haber tenido acceso a las pruebas que se entiende fueron entregadas a los investigadores para su análisis.
Muchos de los rumores del paddock han rodeado a Jos Verstappen, que se sabe que no siempre ha estado de acuerdo con Horner en varias cosas que han sucedido desde que su hijo Max se unió a la organización de Red Bull.
Sus comentarios del sábado hechos a The Daily Mail ciertamente no nos dejan ninguna duda de que cae en el bando que quiere a Horner fuera.
"Hay tensión aquí mientras él siga en su puesto", dijo el neerlandés. "El equipo corre el riesgo de desintegrarse. No puede seguir así. Va a explotar. Se hace la víctima, cuando es él quien causa los problemas".
Jos Verstappen
Photo by: Mark Sutton / Motorsport Images
Pero hay un mundo de diferencia entre querer que algo suceda, y ser un perpetrador para que suceda.
Y Verstappen se ha esforzado en descartar la idea de que él haya estado detrás de una campaña de desprestigio o de las filtraciones de correos electrónicos.
"Eso no tendría sentido", añadió. "¿Por qué iba yo a hacer eso cuando Max lo está haciendo tan bien aquí?".
La oportunidad llama
Ahora mismo no se puede confirmar si es pasajero o piloto en todo lo que está ocurriendo. Sin embargo, los acontecimientos están poniendo a Verstappen Sr. en una posición para capitalizar la posibilidad de que haya un cambio en la cúpula de Red Bull.
Y, en medio de la crisis dentro de la escudería campeona del mundo, también ha abierto -en el Club de Pirañas que es la F1- oportunidades para que otros también ganen.
Tal vez una de las teorías más interesantes que se barajan es que lo que está pasando en Red Bull implica una verdadera jugada más grande en torno a los contratos del personal directivo y el propio futuro a largo plazo de Red Bull en la F1.
Es un hecho ampliamente aceptado que la presencia de Horner en Red Bull ha sido un elemento fundamental para dar seguridad a muchos altos cargos de la escudería.
De hecho, se entiende que varios altos cargos -incluido el jefe técnico Adrian Newey- tienen cláusulas en sus contratos que les permiten marcharse si Horner se va.
George Russell, Mercedes-AMG F1 Team, y Max Verstappen, Red Bull Racing, conversan tras la clasificación en Bahréin.
Photo by: Mark Sutton / Motorsport Images
No sería una sorpresa que esa cláusula existiera también en el contrato de Max Verstappen que lo vincula al equipo hasta 2028.
Así que si de alguna manera hubiera un deseo individual de salirse del acuerdo actual -ya sea para renegociar los términos o ir a otro lugar- entonces una salida de Horner podría abrir la puerta a ello.
Desde la perspectiva de Verstappen, ser un agente libre podría permitirle acordar un nuevo contrato en condiciones más favorables, ya sea por más dinero (ya que es una superestrella mucho mayor que cuando firmó ese contrato), mejores derechos de comercialización o más flexibilidad.
O incluso la posibilidad de trasladarse a otro lugar para forjar un nuevo camino en su carrera. Después de todo, los comentarios de Jos Verstappen hacen que ahora sea casi insostenible que su hijo y Horner puedan continuar sin que algo cambie.
En el fondo, sin duda podría haber motivos para pensar que la hierba puede ser más verde en otro lugar a largo plazo.
¿Y si, a medida que la F1 se encamina hacia nuevas reglas de motores en 2026, los rumores son ciertos y apuntan a un cambio en el orden competitivo, y potencialmente la propia unidad de potencia de Red Bull no ofrece el tipo de cifras de rendimiento que otros fabricantes están encaminados a alcanzar?
Eso podría dejar a Verstappen en conocimiento de que la actual racha de éxitos que está disfrutando podría llegar a un abrupto final a partir de 2026 -a menos que, por supuesto, Horner se haya ido y él pueda abandonar el barco.
Si Verstappen se convirtiera en agente libre, no faltarían equipos rivales interesados en hacerse con él, y los rumores ya apuntan en una dirección clara: Mercedes.
El fabricante alemán había estado interesado en Verstappen cuando estaba en las categorías inferiores, pero perdió ante Red Bull porque no podía ofrecerle un asiento en la F1 a corto plazo.
Ver al neerlandés escaparse de las manos de Mercedes ha jugado durante mucho tiempo en la mente del jefe de Mercedes, Toto Wolff, y está influyendo en su deseo de no dejar marchar al junior Antonio Kimi Antonelli, una nueva gran promesa.
Jos Verstappen conversa en Bahréin con Toto Wolff, Team Principal y CEO, Mercedes-AMG F1 Team
Photo by: Jon Noble
Como dijo Wolff recientemente sobre el hecho de que Red Bull se hiciera con Verstappen: "Perdimos al joven piloto, y ya ves el éxito que ha tenido".
Con Mercedes teniendo un coche disponible para 2025, y siendo quizás demasiado pronto para Antonelli, Mercedes claramente saltaría a la oportunidad de tomar a Verstappen.
Sería un sustituto superestrella para Lewis Hamilton; con su velocidad y popularidad global que actuarían como un tremendo impulso para la marca Mercedes.
Además, si Mercedes pudiera arrebatar uno de los mayores activos de Red Bull, ayudaría a hacerse más fuerte y a debilitar a su rival: un doble golpe.
Probablemente no fue una coincidencia que en el paddock, poco después de que Red Bull diera rienda suelta a su dominante actuación en el Gran Premio de Bahréin, Jos Verstappen fuera visto en plena conversación con Wolff.
Se entiende que no ha sido la primera charla que han tenido durante el fin de semana del GP de Bahréin. También hubo rumores de una cena el viernes por la noche, aunque Wolff insiste en que no está tramando un complot para atraer a Verstappen a bordo.
Querer un coche rápido
Por ahora, la situación de Horner es una incógnita y es difícil predecir si seguirá o no en su puesto, especialmente si la campaña para desacreditarlo se vuelve más agresiva en los próximos días.
Y no importa lo desafiante que sea Horner sobre su permanencia, su destino se decidirá casi con toda seguridad en las salas de juntas de Red Bull y de sus patrocinadores corporativos, que estarán atentos a todo lo que suceda.
Christian Horner, Team Principal, Red Bull Racing, y Max Verstappen, Red Bull Racing.
Photo by: Zak Mauger / Motorsport Images
Wolff también está observando desde un costado, y no será ciego a la posibilidad de que las circunstancias puedan darle un regalo inesperado.
Pero también sabe que tiene que poner orden en su propia casa, porque aunque Verstappen puede ser atractivo para Mercedes, el deseo de trasladarse allí no será tan grande si el coche de F1 de la escudería no muestra un mejor rendimiento.
Al propio Wolff le preguntaron el sábado por la noche en Bahréin si había alguna posibilidad de que Verstappen pilotara en Mercedes en 2025, y dio una respuesta muy meditada.
"Creo que el piloto siempre elegirá el coche más rápido", dijo. "De eso se trata fundamentalmente. En este momento el Red Bull es el coche más rápido, así que obviamente esa será la prioridad".
Lean en esa respuesta lo que quieran. Pero no fue un "no".
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