Ericsson: sabía que cualquier cosa podía pasar al final de Indy 500

Tras la última ronda de paradas de pits en la que su compañero de equipo en Chip Ganassi Racing-Honda, Scott Dixon, que había liderado 95 vueltas, fue sancionado por exceso de velocidad en el pitlane, Marcus Ericsson salió tercero detrás de los dos Arrow McLaren SP-Chevrolet de Felix Rosenqvist y Patricio O'Ward, pero adelantó a los dos para tomar la delantera hasta obtener una ventaja de tres segundos, la mayor que alguien tuvo durante la carrera de todo el día.

Entonces, en la vuelta 194, su compañero de equipo Jimmie Johnson, que debutaba en la Indy 500, chocó contra el muro en la curva 2, provocando primero la bandera amarilla y luego una bandera roja.

En el reinicio solo quedaban dos vueltas con bandera verde, y Ericsson se lanzó a la recta delantera para romper el remolque, mientras O'Ward no estaba lo suficientemente cerca como para intentar un movimiento. La situación era la misma en la recta de atrás, pero O'Ward parecía pasar por las curvas 3 y 4 con más fuerza que el líder y en la recta delantera, Ericsson no podía quitárselo de encima. Cuando se acercó al pitwall para proteger el interior, O'Ward se puso a su lado en la primera curva.

Pero cuando Ericsson apuntó a la derecha para tomar la línea de carrera de la curva 1 el mexicano fue por el exterior y tuvo que soltar el acelerador para permitir que el sueco se mantuviera por el interior. Esa pérdida de impulso para el piloto del AMSP fue suficiente para que Ericsson se alejara en la recta de atrás, y antes de que llegara a la curva 3 se desplegó de nuevo una bandera amarilla por el accidente de Sage Karam en la curva 2.

Así, Ericsson se convirtió en el segundo ganador sueco de las 500 Millas de Indianápolis, después de Kenny Brack, y consiguió para Chip Ganassi Racing su quinta victoria en Indy 10 años después de la cuarta.

Un Ericsson eufórico y con cara de asombro dijo sobre la penúltima amarilla que se convirtió en una interrupción total de la carrera: "No podía creerlo. Sentí que nunca puedes dar nada por sentado, y obviamente faltaban dos vueltas. Estaba rezando mucho para que no hubiera otra amarilla, pero sabía que probablemente iba a haber una".

"Fue difícil volver a concentrarme, pero sabía que el coche era increíble, el equipo #8 y Chip Ganassi Racing-Honda han hecho un gran trabajo, así que sabía que el coche era lo suficientemente rápido. Pero aún así fue difícil. Tuve que hacer todo allí para mantenerlos detrás...

"No puedo creerlo. Estoy muy feliz".

Ericsson dijo que estaba especialmente feliz porque: "Mi familia está aquí, mi madre y mi padre, mi hermano, mi novia, y Vin, que me ha apoyado toda mi carrera, y mi mánager y Alex... - todos están aquí”.

"Y... no puedo creerlo".