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Indy 500: ¿Por qué el ganador bebe leche? Aquí la explicación

El ganador de la carrera tradicionalmente bebe leche o se empapa con ella y es una de las muchas imágenes icónicas de las 500 Millas de Indianápolis, pero ¿cómo empezó la tradición?

Ganador de la carrera Marcus Ericsson, Chip Ganassi Racing Honda, podio, Victory Lane, Borg-Warner Trophy, BorgWarner CEO Frédéric Lissalde

Foto de: Michael L. Levitt LAT Photo USA

La 24ª edición de la Indy 500, celebrada en 1936, fue la primera en contar con el Trofeo Borg-Warner como premio para el ganador, y la primera vez que éste recibió el pace car oficial. Pero lo que hizo el ganador Louis Meyer inmediatamente después de la carrera dio inicio a la más inusual de las tradiciones.

Meyer, nacido en Manhattan y criado en Los Ángeles, ya había ganado la carrera en dos ocasiones cuando llevó su Miller al Victory Lane del Indianapolis Motor Speedway tras más de cuatro horas y media al volante en un caluroso día de mayo. Habiendo sido educado en la creencia de las cualidades nutritivas y refrescantes del suero de leche, fue lo que el fatigado Meyer pidió y bebió después de convertirse en el primer ganador de la Indy 500 en tres ocasiones.

Posterior a la carrera, un oportunista de la industria láctea vio las imágenes de la celebración, sin saber que lo que Meyer bebía era suero de leche, e hizo averiguaciones y negociaciones para que los ganadores de la Indy bebieran leche a partir de entonces.

La idea pareció durar poco, ya que cuando se reanudaron las carreras después de la Segunda Guerra Mundial, el siguiente tricampeón, Wilbur Shaw, ahora presidente del circuito, dio agua al ganador, pero cuando Shaw murió en un accidente de avión en 1954, se reavivó la idea de beber leche. La Industria Lechera Americana decidió entonces ofrecer 400 dólares al ganador y 50 a su jefe de mecánicos, siempre que el piloto se mostrara bebiendo leche en Victory Lane, lo cual se convirtió en un gran incentivo.

El legendario historiador del Speedway, Donald Davidson, escribió: "La suerte quiso que el ganador de 1956, Pat Flaherty, sufriera una ligera deficiencia de calcio y bebiera leche con regularidad. Además de un saludable trago de agua de la copa Shaw, consumió una botella entera de leche y luego pidió una segunda. El agua de la copa Shaw se siguió ofreciendo durante un par de años más hasta que finalmente se retiró en favor de la leche".

Y así se convirtió en tradición. Hubo un contratiempo en 1993, cuando Emerson Fittipaldi, tras su segunda victoria en la Indy, rechazó la botella de leche ofrecida y prefirió beber zumo de naranja, explicando al comentarista de la pista que estaba promocionando la industria brasileña de bebidas cítricas, en la que él estaba involucrado.

Por supuesto, jugar con la tradición no es del agrado de los aficionados al automovilismo, y Emmo fue abucheado por el público. Se rumorea que el propietario de su equipo, Roger Penske, le convenció para que tomara un sorbo de leche, pero para entonces el daño ya estaba hecho, y hasta el día de hoy hay devotos del Speedway que le echan en cara el episodio a Fittipaldi. Uno de ellos llegó a decir a este redactor que había echado una maldición al gran brasileño, ¡lo que provocó que se estrellara mientras lideraba en las últimas vueltas al año siguiente!

Fittipaldi se dio cuenta de su error de relaciones públicas y el dinero que el ganador recibe de la Asociación Americana de Lechería fue donado a una organización benéfica. Es seguro decir que se aprendió una lección, y es un error que ningún otro vencedor ha vuelto a cometer.

Hoy en día, la Asociación pregunta de antemano a todos los pilotos que participan en la carrera qué leche desean tomar en caso de que realicen ese viaje tan especial por haber obtenido la victoria, y lo hace de antemano. Ni siquiera los intolerantes a la lactosa rechazarían la leche si eso significara que tienen la oportunidad de llevar la corona BorgWarner y sostener en alto una de esas icónicas botellas de leche.

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Photo by: IndyCar Series

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