Jimmy Vasser recuerda a John Della Penna
El argentino John Della Penna, fallecido recientemente a los 68 años, es recordado por Jimmy Vasser, su primer protegido en el automovilismo de los Estados Unidos.
"Todo el mundo sabe que se necesita un pueblo para que un piloto sin sangre azul llegue a los más altos niveles de la competición", dice Jimmy Vasser, campeón la Serie CART de 1996 y actual propietario de un exitoso equipo en IndyCar e IMSA. "En ese pueblo hay personajes clave que marcan la diferencia: John Della Penna fue uno de esos tipos para mí. Fue instrumental en extender mi carrera para que yo pudiera seguir adelante".
Zak Brown, CEO de McLaren, dijo: "John era uno de mis mejores amigos. Lo conocí cuando corría con mi buen amigo Jimmy Vasser. John era un tipo de primera clase y un buen corredor".
Nacido en Buenos Aires en 1951, Della Penna creció idolatrando a Juan Manuel Fangio y estaba ansioso por entrar en las carreras. Sus padres no lo aprobaron, pero lo apoyaron.
Hablando a mediados de la década de 1990 sobre sus raíces, Della Penna explicó: "Cuando iba a la escuela secundaria, mi papá me prometió que si me graduaba con buenas notas, me compraría un pasaje - un pasaje de ida y vuelta, ¡tenelo en cuenta! - a Estados Unidos, y lo hizo".
"Le dije que probablemente no volvería, que quería venir aquí para quedarme. No sabía lo que encontraría, pero sabía que aquí es donde quería estar. Así que me dio un pasaje y $300 dólares, y así es como llegué aquí en 1972".
Después de haber comprado un monoplaza Crosslé 16F y todos sus accesorios y repuestos, el argentino, ahora residente en la Bahía bade San Francisco, a principios de sus 20 años, se convertiría en un respetable piloto de carreras, terminando tercero en la División de la Costa Oeste de la Fórmula Atlantic en 1984. Pero había sido difícil encontrar patrocinadores para añadir a lo que pudiera extraer de su propia cuenta bancaria y, siendo un hombre realista, Della Penna sabía que el método de correr era un juego de tontos, por lo que abandonó el mundo de las carreras.
Como sucedería, su partida fue sólo temporal. Para entonces, ya había conocido a Jim Vasser Sr., padre Jimmy Vasser, la estrella en ascenso de la Fórmula Ford - de hecho, cuando el joven piloto había empezado a correr, Vasser Sr. había comprado su viejo remolque a Della Penna. Los dos se habían llevado bien, compartiendo no sólo el amor por el deporte motor, sino también la pasión por el negocio de reparar autos de colección y la compra de lotes de subasta al por mayor.
Cuando Della Penna decidió volver al deporte, comprando un Swift DB-4 para entrar en la Fórmula Atlantic, sus caminos se cruzarían de nuevo, ya que el joven Jimmy Vasser pronto se uniría a su equipo. Esto fue una bendición para JV, de 25 años, porque a pesar de su prometedor talento, el campeón de 1986 de la SCCA Fórmula Ford 1600 sólo había alcanzado el nivel de FF2000 en 1990. Entonces recibió la llamada que pondría su carrera de nuevo en la vía rápida.
"John tenía un auto de Atlantic en asociación con Genoa Racing, propiedad de Angelo Ferro", recuerda Vasser. "Bob Lobenburg estaba conduciendo, pero la rueda trasera cortaba del semieje y chocaba, una y otra vez. Estaban en Sears Point (ahora Sonoma Raceway) y finalmente Bob se negó a conducirlo, así que John me llamó un sábado por la noche mientras yo estaba en San José, y me dijo: 'Mueve el culo hasta aquí si quieres conducir este auto de Atlantic, y empezar desde atrás'. Dije:'¡Claro que sí! Yo lo conduciré'. No me importaba empezar atrás porque me había perdido la clasificación. Cualquier experiencia es buena... "
"Así que de todos modos fui allí, comencé bien y realmente avancé en el pelotón; creo que para la tercera vuelta ya estaba en cuarta posición. Entonces, por supuesto, la rueda se salió y me fui con fuerza en la curva 4. Pero el equipo dijo: 'Hiciste un gran trabajo durante un par de vueltas', así que me hicieron correr en Laguna Seca y conseguí la pole. Luego, en Road America para el shootout entre las divisiones Este/Oeste de la Atlantic, fuimos la carrera de apoyo para CART (Indy car) y fuimos los dominadores".
Della Penna recordó: "Cargamos el auto, fuimos a Road America y descargamos el remolque, y fuimos los más rápidos en cada sesión, lo pusimos en la pole y ganamos la carrera. Para mí, ese fue el punto de inflexión como dueño de equipo".
El repentino regreso de Vasser a la prominencia ese año le hizo merecedor de la beca inaugural del Team USA Scolarship, un programa que existe hasta el día de hoy y que acaba de ver a sus ex-alumnos arrasar en los campeonatos de IndyCar y en las tres series del Road To Indy.
Rick Galles, dueño de equipo en IndyCar, vio lo que Vasser había logrado y e hizo que su hijo Jamie se uniera al equipo de Della Penna en el '91 como compañero de equipo de Vasser. Jamie era bueno, con un par de podios y una pole, pero Jimmy era "The Man", con seis victorias y ocho poles, aunque de alguna manera terminó subcampeón detrás de Jovy Marcelo, ganador de dos carreras.
"Creo que gané cada carrera que terminé ese año, pero no terminamos las suficientes", recuerda Vasser. "Pero uno de mis mejores recuerdos de ese año fue en Long Beach. Logré la pole y había estado liderando toda la carrera, y luego en la última vuelta, bajando por la recta opuesta (Seaside Way), hablé por la radio -John estuvo en mi radio todo el año- y grité: '¡Maldición! ¡El auto se detuvo! ¡El auto se detuvo!"
"Estaba bromeando, pero estábamos camino a ganar en Long Beach y le hice una broma a John. Él estaba en el muro de pits en la recta principal sobre Shoreline Drive, y cuando me oye se quita los auriculares, se quita la radio, los tira al suelo y se aleja disgustado. Así que cuando voy conduciendo por Shoreline para recibir la bandera de cuadros, no se da cuenta de que hemos ganado hasta que ve a todo el equipo y los mecánicos apuntándolo y riendo".
"Por el resto de su vida, siempre que estábamos juntos en una fiesta o lo que fuera, me señalaba y les contaba a todos la historia y decía: '¡Este maldito aquí me la hizo bien!'''.
"Sí, no ganamos el campeonato, pero nuestra racha de victorias fue lo que me llevó a conocer a Jim Hayhoe, que me llevó a correr en IndyCar el año siguiente. Eso viene directamente de John Della Penna, así como a Angelo Ferro y Rick Galles, quienes pusieron dinero para mí. Así que a eso me refiero cuando digo que se necesita un pueblo. Lo importante cuando tienes oportunidades como las que me dieron esos chicos es salir a ganar, y lo hicimos".
"Sus esfuerzos y el gran equipo que John formó produjeron los resultados, que es por lo que Jim Hayhoe se arriesgó conmigo. Lo que Jim y yo conseguimos juntos fue un éxito moderado comparado con los grandes equipos de Indy de la época, pero se notó y eso llevó directamente a Chip Ganassi a arriesgarse conmigo en 1995, incluso cuando no tenía un segundo auto totalmente financiado. Conseguimos un montón de podios ese primer año, y luego, en 1996, ganamos carreras y ganamos el campeonato".
"Así que esos tipos - y John Della Penna fue el primero- son la clase de personas que todo piloto necesita al lado, los que pusieron su fe en mí lo suficiente como para proporcionarme autos competitivos cuando no tenía dinero para aportar".
Preguntando sobre cómo era Della Penna como persona, Vasser responde inmediatamente: "Oh, era genial y con un gran sentido del humor, pero también era duro. Era diminuto en tamaño pero muy fuerte en carácter, supongo que porque había sido piloto. Pero también era inteligente".
Así es. Cuando Vasser llegó a Indy en 1992, Della Penna no pudo encontrar la combinación correcta de piloto y patrocinador para reemplazarlo, así que en lugar de luchar como dueño de equipo con un equipo financiado a medias con un piloto talentoso a medias, y haciendo un trabajo a medias con todo el proyecto, Della Penna Motorsports entró en pausa.
"Fue una época difícil cuando Jimmy se fue", dijo Della Penna, "porque la idea era que mi cronograma era en cinco años ir desde Atlantic a IndyCar como propietario de equipo. Empecé en 1990 a tiempo parcial, 1991 fue nuestro primer año, así que de alguna manera en 1996 debía estar en IndyCar".
"En 1993, empecé a buscar quién sería el reemplazo de Jimmy. Alguien con quien pudiera trabajar, alguien con quien tuviera buena química, alguien en quien tuviera mucha fe, a quien admirara. Tenía que ser alguien muy especial, muy rápido, muy motivado, con un montón de lo que yo llamo instinto asesino en la pista. Alguien que saldría y querría ganar todo el tiempo".
John Della Penna junto a Richie Hearn, quien ganaría para el equipo del argentino el título en la Fórmula Atlantic y una carrera en IndyCar.
Photo by: Michael L. Levitt / LAT Images
Aprovechó la oportunidad para incorporar a Richie Hearn, quien terminaría segundo en la Fórmula Atlantic en 1994.
"No quería dejar la serie Atlantic sin ganar el campeonato", explicó Della Penna, "pero tampoco quería frenar la carrera de Richie. Así que sentí que si él estaba listo para ascender y no había ganado el campeonato, entonces nosotros ascenderíamos. Pero él me dijo: 'Mira, John, creo que es mejor que me quede un año más. Creo que aún no estoy listo para IndyCar'".
Completaron debidamente su tarea en 1995. Eso impulsaría a Della Penna Motorsports a graduarse finalmente a la serie IndyCar con Hearn como su piloto principal, usando un Reynard-Ford apto tanto para la recién formada Indy Racing League como para la CART. En la IRL, Hearn anotaría un cuarto puesto en Phoenix, terminaría tercero en las 500 Millas de Indianápolis y ganaría en Las Vegas, mientras que en CART el dúo Hearn/Della Penna lograría un par de finales en el top 6 antes de separarse a finales de 1999.
Al año siguiente, el argentino Norberto Fontana, expiloto de Fórmula 1, se unió a Della Penna Motorsports, pero nunca pareció cómodo en lo que entonces era un combo Reynard-Toyota, y para mitad de temporada había sido reemplazado por Memo Gidley. El valiente estadounidense alcanzaría un sexto puesto en Road America, pero al final del año Della Penna ya no quería tener un equipo de carreras. Vendió sus acciones de CART y utilizó el dinero para construir hoteles, demostrando una vez más que si no podía correr de la manera correcta, preferiría no molestarse en absoluto.
"Sí, muy inteligente, ¿eh?", comenta Vasser. "Como dueño de equipo, siempre parecía evitar a los pilotos de pago, algo que hay que admirar, ¿verdad? Los pilotos de sus autos merecían sus lugares. E incluso aquellos que no conducían para él, estaba preparado para ayudar o aconsejar y sin buscar nada a cambio. Ayudó a tipos como Willy T. Ribbs, Juan Manuel Fangio II y otros. John tenía buen ojo para el talento y un buen corazón".
"Este es.... hombre, es un momento muy triste. Solía regresar y unirse a nosotros para Indy 500, y siempre fue un placer tenerlo allí. Era un gran tipo para estar cerca, alguien a quien le encantaba correr y tenía un gran corazón. Era muy bueno con los pilotos, calmado y bondadoso, pero también duro cuando necesitaba serlo. Una gran ventaja para el deporte motor, eso es seguro".
Jimmy Vasser, John Della Penna y Tony Kanaan en Indy 500 en 2012.
Photo by: Michael L. Levitt / LAT Images
Forma parte de la comunidad Motorsport
Únete a la conversaciónComparte o guarda esta historia
Comentarios destacados
Suscríbete y accede a Motorsport.com con tu ad-blocker.
Desde la Fórmula 1 hasta MotoGP, informamos directamente desde el paddock porque amamos nuestro deporte, igual que tú. Para poder seguir ofreciendo nuestro periodismo experto, nuestro sitio web utiliza publicidad. Aún así, queremos darte la oportunidad de disfrutar de un sitio web sin publicidad, y seguir utilizando tu bloqueador de anuncios.