Morbidelli, el campeón que le ganó al dinero y la tragedia bajo el ala de Rossi

El nuevo campeón del mundo de Moto2, Franco Morbidelli (Roma, 4/12/94), estaba predestinado a ser piloto de motos, pero el camino hasta conseguir llegar al Mundial no fue fácil para este italiano de madre brasileña, forjado en el ambiente motero de Tavullia y primer campeón surgido de la academia de Valentino Rossi.

Morbidelli heredó de su padre los genes para ir en moto, y de su madre la tranquilidad y el gusto por divertirse y jugar al fútbol, además de una gran facilidad para los idiomas. Esa tranquilidad, seguramente, es lo que le llevó a olvidarse el domingo por la mañana que tras anunciarse la lesión de Thomas Luthi ya era matemáticamente campeón del mundo. Y con todo merecimiento.

El primer campeón del mundo italiano desde Valentino en 2009, y el primero de la categoría intermedia desde que lo logró, en 2008, Marco Simoncelli, los dos pilotos que más han influido en su vida junto a su propio padre.

“Siguiendo a Vale durante diez minutos sobre una moto mejorar más que en mil carreras, es como si un niño pequeño pudiera jugar al fútbol con Messi”, explicó Franco en un periódico italiano.

‘Morbido’, que así le llaman sus amigos, salió a la carrera y terminó tercero, en el podio, sólo en ese momento aceptó que había ganado. Tras cruzar la meta a los primeros que pudo ver fueron a Valentino y los miembros del fan club, con el presidente, el padre de Uccio Salucchi, a la cabeza. La alegría era doble, por la victoria y por lo mucho que ha sufrido para conseguirla, y eso lo saben bien en Tavullia.

Livio Morbidelli fue piloto de motos y logró el subcampeonato de Italia de 80 y 125cc. Cuando Franco contaba con dos años, su padre le fabricó una pequeña moto, con la que empezó a dar sus primeros pasos sobre dos ruedas. Livio vio que su hijo tenía madera, pero no tenía ni los medios ni sabía dónde podía formar a su hijo como piloto.

Un día, charlando con un viejo amigo de las carreras, Graziano Rossi, éste le habló de Tavullia, del ambiente de motos que se vivía allí y de las muchas actividades que se hacían los fines de semana en ‘la cava’, un circuito cercano donde se organizaban todo tipo de carreras en las que participaban habitualmente Valentino, Marco y también Andrea Dovizioso, y que fue la semilla del Ranch.

Traslado a Tavullia

Livio vendió su casa de Roma y se trasladó cerca de Tavullia, a Pesaro, con su mujer Cristina y Franco. Poco a poco el chaval fue participando en competiciones y demostrando sus cualidades y un futuro prometedor, tanto es así que en 2006, con 12 años, firmó un contrato con el equipo Pramac D’Antin de MotoGP, gestionado por Paolo Campinoti y Luis D’Antin, para acogerlo y formarlo como piloto, ya que vieron en él un fenómeno en ciernes.

Pero el proyecto se fue al agua y la familia de Franco no vio ni un solo céntimo, por lo que siguieron con la formación y las carreras y pasando por la Cuna de Campeones de Valencia, donde llegó a un nivel tan alto que ya el siguiente escalón era disputar el Campeonato de España CEV, paso previo a entrar en el Mundial.

Sin embargo, el CEV costaba dinero y Livio no encontró los medios para conseguirlo. Durante 10 meses el chaval, que ya había cumplido los 15 años, se quedó sin competir, hasta que de nuevo pudo hacerlo en el campeonato Stock 600, un camino mucho más largo y tortuoso para llegar al Mundial.

El jueves en Sepang Morbidelli agradeció públicamente toda la ayuda recibida de Valentino y el VR46

Foto: Gold and Goose / LAT Images

Pero las desgracias no habían terminado para el nuevo campeón del mundo de Moto2. El 13 de enero de 2013 Livio Morbidelli decidió terminar con su vida colgándose por el cuello, un golpe fortísimo que pocos chavales de 18 años podrían encajar.

“En situaciones como esas debes elegir entre colapsar y tirarlo todo por la borda o reaccionar y seguir adelante. Yo opté por la segunda, que me ayudó a crecer”, explica Franco.

Los miembros de la Academia VR46, la gente del fan club y, sobre todo Valentino, estrecharon lazos con Morbido para arroparle y ayudarle a salir adelante. La Federación Italiana, a través del programa Team Italia, le permitió seguir compitiendo en Stock 600 con una Kawasaki –ganando el campeonato- y esa misma temporada –el 15 de septiembre- Fausto Gresini le dio la oportunidad de correr como invitado con una Suter de su equipo de Moto2, termino la carrera de San Marino en la 20ª posición. La invitación se repitió en Japón ese mismo año. A partir de ahí la historia ya es conocida.

El domingo, sobre la pista de Sepang, Morbidelli y Valentino se fundieron en un abrazo, antes, el jueves en la rueda de prensa, Franco le mostró su sincero agradecimiento. “Todo lo que sé lo he aprendido de él y de su entorno, muchas gracias”, dijo mirando a su amigo Valentino Rossi con una tímida sonrisa.

36