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Diferentes varas para el dopaje: 3 meses por cocaína, 4 años para Iannone

Las últimas decisiones de la AMA y el TAS sobre la lucha contra el dopaje hacen que parezca realmente desproporcionada la sanción de 4 años impuesta a Andrea Iannone, que prácticamente ha acabado con su carrera como piloto profesional.

Andrea Iannone, Aprilia Racing Team Gresini

Las nuevas directrices introducidas por la Agencia Mundial Antidopaje hace unas semanas han provocado un gran debate. La AMA ha abierto la mano con drogas como la marihuana o la cocaína, reduciendo las sanciones a un máximo de tres meses en caso de que el deportista pueda demostrar que las ha consumido fuera de competición y que no tenía como objetivo mejorar el rendimiento.

Las sanciones incluso podrían reducirse a un mes si el deportista acepta someterse a un programa de rehabilitación. Una nueva visión de la AMA que pretende hacer ver las drogas más como un problema social y generalizado que como un fenómeno directamente relacionado con el mundo del deporte.

Desde un cierto punto de vista, podría ser un razonamiento que funcione aunque sea desconcertante. Basta con pensar en uno de los personajes más emblemáticos de la historia del fútbol: Diego Armando Maradona. El argentino tuvo una vida llena de excesos, muchos de ellos debidos al consumo de drogas. Seguramente la leyenda argentina no las utilizó para mejorar su rendimiento, pero por ejemplo en 1991 fue suspendido durante 18 meses. Ahora mismo se arriesgaría a poco más que un tirón de orejas.

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Esta actitud liberal choca mucho con la intransigencia que la AMA ha demostrado con Andrea Iannone, quien ha visto truncada su carrera por una sanción de cuatro años. El mensaje que se transmite no es el más edificante: se tolera más consumir drogas que indagar sobre el origen de una carne comido en la otra punta del mundo.

El piloto de Vasto dio positivo por Drostanolona, un anabolizante, en un control durante el Gran Premio de Malasia de 2019 y fue sancionado inicialmente por la Federación Internacional de Motociclismo con 18 meses. No obstante, la FIM reconoció el atenuante de la contaminación alimentaria por haber comido carne contaminada.

La defensa, encabezada por el abogado Antonio De Rensis, aportó varios testimonios científicos para apoyar esa tesis, entre ellos un examen del cabello, que descartaba cualquier uso de sustancias dopantes por parte de Iannone en los seis meses anteriores. A esto hay que añadir que el valor detectado estaba justo por encima del umbral permitido, por lo que al Maníaco prácticamente le habría bastado con beber agua antes de someterse a la prueba y todo habría salido normal.

Este panorama dejó abierta la ventana a la absolución total del Tribunal de Arbitraje dados los precedentes que había habido en este sentido en los últimos años. Pero en realidad, esta acción fue la que convirtió a Iannone en una verdadera víctima. La AMA no quería ver otra sustancia dopante incluida entre las asimiladas como una contaminación alimentaria.

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A pesar de que sabían que esto pondría fin a la carrera del piloto de Abruzzo, solicitaron la pena máxima, es decir, cuatro años. Y no se detuvieron ahí, ya que pusieron en marcha maniobras de obstrucción La primera sentencia llegó a principios de abril, pero debido a la pandemia de la COVID-19, la AMA consiguió que se aplazara la vista en el TAS hasta el 15 de octubre. Una situación que en todo caso muy probablemente habría impedido a Iannone volver a subirse a su Aprilia en 2020 aunque hubiera sido absuelto.

Desgraciadamente para Iannone, el TAS también decidió abrazar la postura inflexible de la AMA al considerar que no pudo precisar el tipo y la procedencia de la carne. Además, el comité determinó que los expertos contratados por el piloto no pudieron corroborar con certeza que existiera un problema de contaminación alimentaria en Malasia, por lo que determinó que Iannone cometió una violación del código antidopaje.

De acuerdo con la jurisdicción actual, debe ser el deportista quien demuestre que ha tomado una sustancia de forma involuntaria para obtener una reducción de la sanción. Así que, aunque no se descarta la posibilidad de que el positivo de Iannone haya sido fruto de la ingesta de carne contaminada, lo que le ha costado cuatro años de inhabilitación fue no poder probarlo más allá de una duda razonable.

Puede que Iannone no sea un santo. De hecho, incluso puede que haya tenido actitudes cuestionables en algunas ocasiones en el pasado. Pero lo que no se debe tolerar es que corten su carrera por los protocolos antidopaje, especialmente en un momento en el que la AMA toma decisiones, cuando menos cuestionables, como la relacionada con las drogas. Pero lo que aún hace más ruido es que el propio TAS haya rebajado otra sanción hace apenas unas semanas.

El pasado 17 de diciembre, el tribunal suizo redujo a la mitad la inhabilitación de Rusia, de cuatro a dos años, alegando que se trató de "dopaje de Estado" y que había implicado a más de mil atletas entre 2012 y 2015. Una victoria a medias para el país, ya que no podrá participar en los Juegos Olímpicos de Tokio 2021 ni en los de invierno de Pekín 2022.

 

El TAS, en su fallo, explicó que se trataba de una decisión tomada para tratar de iniciar un nuevo ciclo "limpio" en el deporte con atletas jóvenes: "Las consecuencias que el jurado decidió imponer no son tan grandes como las solicitadas por la AMA (que había pedido 4 años), pero no debe leerse como una aprobación de la conducta de la RUSADA (agencia antidopaje rusa). El tribunal consideró la necesidad de realizar un cambio cultural y animar a la próxima generación de atletas rusos a participar limpios en el deporte internacional".

No es de extrañar que se haya aprovechado un resquicio legal para los atletas 'limpios', aquellos que demuestren no tener nada que ver con el sistema de dopaje, que podrán participar tanto en los Juegos Olímpicos como en los Campeonatos del mundo (por ejemplo el mundial de fútbol de Qatar 2022), pero sin poder exhibir la bandera ni escuchar el himno de su país en caso de éxito, inscritos bajo los colores del COI (Comité Olímpico Internacional) o de la Federación Internacional de su deporte.

En definitiva, aunque el panorama era muy grave, se optó por una solución de sentido común como podría haber sido la confirmación de los 18 meses de inhabilitación en el caso Iannone. ¿Por qué entonces con el piloto de MotoGP, con una culpabilidad mucho menos abrumadora y sin ningún récord frente a un atleta, todos han decidido mirar para otro lado?

 

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