Puig: "En Honda nadie piensa que no podamos llegar al nivel de Ducati"

Los números son incontestables, y los que logró la marca de Borgo Panigale la temporada pasada dejaron bien claro que la Desmosedici, en sus distintas versiones, es el prototipo del momento en MotoGP.

Al título que finalmente celebró Pecco Bagnaia, en Valencia, tras protagonizar la mayor remontada en la historia del campeonato (le recortó 91 puntos a Fabio Quartararo), hay que añadirle los 12 triunfos y los 32 podios totales, logrados con seis pilotos distintos, firmados por la moto boloñesa. Un contraste definitivo al cruzar esos datos con las dos únicas veces que Honda tuvo representación en el podio, en la peor temporada de la historia del constructor de Tokio. El declive quedó perfectamente reflejado en la estadística, que dejó al fabricante del ala dorada en la última plaza de la tabla.

Después de todo un invierno de trabajo, de la incorporación de Joan Mir como compañero de Marc Márquez y de Ken Kawauchi como director técnico, las sensaciones de la pareja de corredores oficial de HRC no fueron las mejores en Sepang, hace tres semanas, cuando se subieron a las distintas versiones de la RC213V que el departamento técnico de Honda había preparado para ellos. Allí, Márquez, como voz cantante del proyecto por experiencia y palmarés, eligió la unidad que más le convenció de las tres que tuvo disponibles. No obstante, el modelo elegido presentaba, en sus propias palabras, “los mismos problemas” de falta de tracción que el que ya probó en Valencia, en el ensayo posterior a la última prueba de la temporada pasada.

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Con ella, el muchacho de Cervera (Lleida) terminó el décimo en la clasificación combinada de tiempos, y su mejor vuelta fue siete décimas más lenta que la de Luca Marini, el más rápido de todos. Eso sí, el #93 no puso un juego de gomas nuevas al final, como sí hizo la mayoría. Mir, por su parte, finalizó el 12º, a nueve décimas del registro del piloto del Mooney VR46.

La sensatez lleva a Honda a reconocer que, hoy por hoy, la distancia que separa a su prototipo de la Desmosedici es considerable. "Ducati está claramente por encima del resto. Eso es una evidencia que nadie puede negar. Pero, al mismo tiempo, nadie en Honda piensa que no podamos llegar al nivel de Ducati", declara Puig, en conversación con Motorsport.com.

Preguntado por el impacto que tuvo el test en Malasia en la mejora de la moto, el expiloto afirma que las tres jornadas de entrenamientos sirvieron para obtener algunas respuestas, aunque ahora es necesario encontrar soluciones. Y hacerlo rápido, antes del último test colectivo de este invierno, dentro de dos semanas, en Portimão.

"Indicaciones sí obtuvimos. Pero una solución clara, que nos señale algo que funcione, todavía no la tenemos. Con el espíritu que tiene Honda, no pararemos hasta dar con la tecla. Ideas hay, pero ahora debemos saber cómo aplicarlas", añade el ejecutivo.