Lorenzo: “Durante dos meses me sentí el rey del mundo”

Cheste.- Lorenzo acabó 12º en su última carrera con Ducati, lejos en todo momento de la cabeza. El tricampeón del mundo de MotoGP cierra así dos años vestido de rojo plagados de altibajos. El mallorquín no lo tuvo fácil en su estreno, pero en el tramo final de 2017 se le vio mucho más adaptado a la Desmosedici.

Tras una irregular pretemporada, el #99 protagonizó el peor arranque de un piloto oficial de Ducati, pero justo cuando peor pintaba su matrimonio con la marca boloñesa dio la vuelta a la situación consiguiendo dos victorias consecutivas en Mugello y Montmeló. Dos triunfos que llegaron tarde, pues la cúpula de la marca ya había tomado la decisión de no renovarle de cara a 2019 y el español había firmado para correr con Honda los dos próximos años.

En su mejor momento con los de Borgo Panigale, a la vuelta del verano, Lorenzo ganó en Austria, pero a partir de ahí la mala fortuna se cebó con él y encadenó una serie de caídas y lesiones que le impidieron correr y puntuar hasta el día de hoy. Finalmente acaba la temporada en la novena plaza del campeonato, su peor posición desde que compite en la categoría reina.

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"Tengo que pensar en positivo y sacar lo mejor de estos dos años", dijo Lorenzo nada más bajarse de la Ducati por última vez. "Ha habido momentos difíciles, eso no se puede negar. Estoy muy orgulloso del trabajo hecho y creo que el matrimonio nos ha hecho más fuertes. En puntos, este año ha sido peor que el pasado. No tuve suerte ni al principio ni al final del campeonato".

"No conseguí el Mundial, pero ganamos tres carreras y algo es algo. Tengo que estar triste porque el objetivo del título no se consiguió. Creo que teníamos potencial para lograrlo si hubiera permanecido aquí, pero por desgracia eso ya no se sabrá", añadió.

A pesar de la decepción por este final, Lorenzo sacó pecho del trabajo realizado en estas dos temporadas, en las que la moto italiana ha acabado señalada por muchos como la mejor de la parrilla.

"Me quedo con la progresión que hemos hecho, las carreras que hemos logrado y el hecho de haber convertido la GP18 en la moto de referencia. Seguramente, sin mi llegada a Ducati, la moto no habría crecido tan rápido. Pero era cuestión de tiempo que Gigi [Dall'Igna] y su equipo lo lograra. Durante dos meses me sentí el rey del mundo", admitió.

Respecto a la carrera, el de Palma considera que igual se debió detener antes de lo que se hizo por el riesgo que implicaba la gran cantidad de agua en pista y reconoció el valor de su compañero Dovizioso en estas circunstancias para conseguir su cuarto triunfo del año.

"Las condiciones eran muy complicadas. Hubiera sido mejor parar la carrera tres o cuatro vueltas antes porque caíamos como moscas. Respeto mucho a Dovizioso, es un gran piloto y seguramente el que más sangre fría tenga de la parrilla", señaló.

Cerrado el capítulo de Ducati, este martes le espera un nuevo desafío con Honda. Un estreno en el que se espera que ya no haya lluvia, pero donde aún seguirá renqueante de sus últimas lesiones.

"No es fácil que un piloto pueda correr en los tres mejores equipos en tan pocos años. El martes no estaré al 100%, pero sí para entender cosas importantes", contó.