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"Se nos están acabando las ideas", confiesa Márquez

Marc Márquez, sexto en Le Mans tras una carrera en la que solo arriesgó en la primera vuelta, reconoce que tanto a él como a su equipo se les están acabando los recursos para tratar de darle la vuelta a una Honda que está a años luz de lo que se espera de ella.

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De las siete carreras que se han celebrado hasta el momento, Marc Márquez solo ha podido alistarse en cinco de ellas, como consecuencia del espeluznante accidente que sufrió en el warm up de la segunda parada del calendario, en Mandalika. Aquella caída que le imposibilitó correr en Indonesia y también en Argentina, tuvo un impacto casi mayor en el aspecto psicológico que en el físico. Y eso que el brutal impacto contra el suelo provocó que los problemas de diplopía (visión doble) se le reprodujeran.

Desde aquel domingo en Lombok, Márquez se toma las cosas de forma distinta. El muchacho de Cervera (Lleida) está limitado por partida doble. Por un lado, el brazo derecho que se lesionó en Jerez (2020) y que le hizo estar de baja durante nueve meses, no le deja conducir como siempre. Y para rematarlo, la moto que Honda proyectó para este 2022 le impide pilotar de forma natural, esto es, volcándose en el tren delantero.

Esa combinación provoca que el español calcule los riesgos más que nunca, sobre todo ahora que se ve más lejos que nunca de los primeros. De sus declaraciones, uno intuye que él interpreta que la ganancia que pude obtener por jugársela no merece en ningún caso las consecuencias que podría tener una mala caída.

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El mejor resultado del catalán en este ejercicio es la cuarta plaza que le arañó a Jack Miller hace dos semanas, en Jerez. Además, acumula tres sextas posiciones (Austin, Portugal y Le Mans), y una quinta (Qatar). Esos son unos números inéditos en el que, para muchos, se trata del mejor corredor de todos los tiempos.

Este domingo, en Le Mans, Márquez cruzó la meta a más de 15 segundos de Enea Bastianini, el ganador. De nuevo, un mundo para alguien que antes de la lesión en su brazo, estaba acostumbrado a pelear por ganar domingo sí, y domingo también.

A pesar de las malas sensaciones, tanto él como su equipo se están dejando el alma en tratar de darle la vuelta a la moto, pero la cantidad de recursos también llega a agotarse.

"Vuelven a separarme 15 segundos del ganador. Por eso es fácil aceptar el terminar el sexto. Yo estoy intentando mejorar mi estilo de pilotaje y Honda está trabajando en alguna solución. Pero necesitamos algo. Dentro del box se nos están acabando las ideas, falta que llegue material", resumió Márquez, que, fiel a esa nueva faceta suya, no tuvo reparos en confirmar que corrió sin pasarse de la raya.

"En Jerez disfruté porque pude luchar. Aquí solo tomé riesgos en la primera vuelta, para posicionarme, y luego me quedé allí. Las posibilidades de caerse eran altas. Seguramente, si hubiera arriesgado más quizás podría haber terminado delante de Zarco [quinto]", añadió el #93, que recordó los vaticinios que hizo en la previa, y que acertó.

"El sábado ya dije que más o menos esa iba a ser nuestra posición. Sin las tres caídas que se dieron delante habría terminado el noveno. No pude ir más rápido", se resignó Márquez.

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