Miller admite que “una ayuda divina” le salvó la vida

El piloto australiano reconoció el pasado domingo tras la carrera de Le Mans que tuvo ayuda “de alguien más” cuando le preguntaron cómo había podido salir tan bien librado de la caída del sábado.

Durante la celebración del cuarto entrenamiento libre el sábado al mediodía, Miller perdió el control de la rueda delantera de su Honda RC213V en la primera curva del circuito, saliendo disparado hacia la escapatoria de la pista y chocando contra el muro que está en la parte derecha. Milagrosamente, el piloto salió practicamente ileso, sólo con un fuerte golpe en la mano derecha y con todo el cuerpo dolorido, además de un enorme susto.

El sábado por la tarde, en la conferencia de prensa, Jorge Lorenzo dijo: “Pienso que Dios le ha cogido con pinzas [a Miller] y le ha dicho, hoy no es tu día para hacerte daño de verdad”.

“Creo que definitivamente hubo ayuda de alguien más”, admitió Miller cuando le comentaron las palabras de Lorenzo.

En las imágenes de la caída se puede ver como la moto sale disparada desde la pista contra el muro, cruzando la escapatoria, donde hay una zona de hierba. Al llegar al borde la moto se levanta de atrás, frenando un poco la velocidad y dando tiempo al piloto a tirarse al suelo.

Ayuda de una fuente externa

“Quien quiera que puso ese montículo de tierra al final de la zona de la hierba entre la pista y el muro es un buen tipo, él me salvó la vida”.

Como Lorenzo, quien aseguró que una mano divina le había salvado de algo mucho peor, Miller reconoció su suerte.

“No soy un tipo religioso ni esa clase de personas, pero creo que definitivamente hubo alguna ayuda de una fuente externa, una ayuda divina que me salvó la vida”.

El australiano explicó el momento de la caída.

“La hierba me salvó, iba directo contra el muro en línea recta, y cuando golpeé con el montículo de hierba, se levantó la parte trasera de la moto, pateándome hacia arriba. Pude tener un poco de tiempo para ralentizar el impacto y saltar de la moto. Salté a 170 o 180 Km/h, si no me hubiese tirado hubiera impactado contra el muro”, relató.

“Somos pilotos y si piensas en ello estamos expuestos a grandes riesgos, lo sé. No pude ver el choque hasta que regresé al box [después de pasar por la clínica del circuito y recibir el alta médica] y cuando lo vi estaba jodidamente pálido, seguro que tenía los ojos bien abiertos. Sentí pasar mi vida como un flash ante mis ojos, digámoslo de esa manera. Eso es lo más cercano a lo que sentí”, añadió el del Marc VDS.

Se saltó un día de test

Miller participó este pasado martes en una jornada de test privado en el Circuit de Catalunya, unas pruebas que se extendieron al miércoles. Sin embargo, el australiano no acudió a la cita el segundo día debido a la hinchazón en la mano izquierda, lastimada durante la caída de Le Mans. Según pudo saber Motorsport.com, Miller prefirió saltarse el test del miércoles y seguir con el proceso de rehabilitación para sanar la lesión en la mano y no verse perjudicado de cara al doblete que llega las dos próximas semanas con las carreras consecutivas en Mugello y Barcelona el 4 y 11 de junio, respectivamente.