“Ni en sueños imaginé tener tanta ventaja”, dijo Lorenzo

Ni el propio Jorge Lorenzo se hubiera imaginado nunca que podría llegar a irse de Sepang, tras una tanda de entrenamientos de tres días, de tan buen humor como lo hizo este miércoles. Desde el lunes arrasó cada vez que salió a la pista, y a última hora rubricó el trabajo con un giro vertiginoso que terminó de noquear hasta al más optimista.

La Yamaha le sienta de perlas, y probablemente sea el piloto que más partido saque del regreso al Mundial de Michelin. Además, los ingenieros de la marca de Iwata parecen haber conseguido minimizar los hándicaps de la centralita única, de modo que todo le va de cara al mallorquín.

“Me voy contentísimo. Hemos sido los más rápidos cada día y hemos podido mantener un segundo de ventaja en todo momento. Ni en mis mejores sueños me hubiera imaginado tener tanta ventaja sobre los demás”, convino Lorenzo antes de dirigirse al aeropuerto para regresar a Europa.

“Me sentí muy bien con los neumáticos, especialmente con delantero. Creo que Michelin trajo aquí unos compuestos mucho mejores que los que probamos en Valencia, después de la carrera”, añadió el de Yamaha.

A falta de cinco minutos para que el ensayo terminara, el español dejó a todo el ‘paddock’ alucinado con su mejor registro (1m 59. 580s), un segundo por debajo de la vuelta rápida que él mismo logró en el pasado Gran Premio de Malasia.

“Sorprende la diferencia a nuestro favor, pero sobre todo llama la atención que hayamos podido mantenerla en todas las circunstancias. Eso es algo que no había conseguido antes”, argumentó Lorenzo, que se fue más feliz que nunca de un circuito en el que todavía no ha ganado subido a una MotoGP (2008).

Las sensaciones son inmejorables y, sin embargo, el actual campeón no se fía del mal trago que está atravesando Honda: “Hay que esperar a ver qué pasa en Phillip Island dentro de dos semanas. Estamos hablando de Honda, que tiene una capacidad enorme para darle la vuelta a la tortilla en una semana”.