Pronóstico reservado

El favorito a ganar el título de  en 2017, dominador pleno en pretemporada, triunfador en tres de las primeras cinco carreras, no volvió a vencer en los siguientes seis meses y cuando faltaban dos fechas ya no tenía siquiera opciones aritméticas de conseguir el título.

El campeón terminó siendo quien marchaba cuarto y con un déficit de 27 puntos al cabo de cinco competencias. Se coronó pese a sus tres ceros en el año. Y su contrincante fue quien empezó el ejercicio con apenas dos triunfos en 160 participaciones.

Que Maverick Viñales no sea hoy el campeón y Márquez haya logrado torcer el rumbo luego de su peor arranque en la elite -58 puntos de los primeros 125 posibles- para concluir consagrándose tetracampeón ante la inesperada oposición de Andrea Dovizioso muestra cuán relativos pueden resultar los pronósticos en la categoría mayor del motociclismo mundial. El cambio de tipo de neumático dispuesto por el proveedor luego del primer tercio de temporada terminó marcando el pulso del resto del torneo, al tiempo que Honda se acomodó mejor que Yamaha y Ducati supo sacarle rédito con Dovi.

Un año después, las nueve jornadas de pruebas en tres circuitos y países diferentes, con siete pilotos y cuatro marcas distintas como los más rápidos en alguna de esas sesiones y cuatro de los seis fabricantes ubicados entre los cinco primeros en alguna tanda dejan el abanico de postulantes aún más abierto. Jorge Lorenzo fue el más veloz al cabo de los primeros tres días en Malasia,

Dani Pedrosa marcó el mejor tiempo en el flamante circuito de Tailandia, que en octubre recibirá al Mundial por primera vez, y Johann Zarco, revelación en 2017, terminó quedándose con el mejor tiempo en Qatar, donde el año pasado debutó y lideró hasta que se cayó. El francés usó la criticada Yamaha 2017, un dato que la fábrica no pasa por alto y sus pilotos, tampoco. Si el excampeón de Moto2 es capaz de replicar su prestación del año pasado, una máquina oficial lo aguardará para 2019: ¿una KTM?

Aunque los datos fríos y escuetos no lo muestren, el favorito en el comienzo del 70º Campeonato Mundial de la historia es otra vez Márquez, ganador de cuatro títulos en sus cinco temporadas en la cilindrada mayor. Honda fue el equipo oficial que más kilómetros completó en ensayos: rozó los 5.900, el equivalente a casi ¡50 carreras! Y Márquez se mostró tan veloz para marcar un giro rápido como para sostener ritmo con neumáticos usados. 

Marc Marquez, Repsol Honda Team

Dani Pedrosa, su compañero, también aparece en forma para intentar el golpe que le falta dar: la caza del título. El catalán fue tres veces subcampeón -de Casey Stoner en 2007 y de Jorge Lorenzo en 2010 y 2012- y pese a sus múltiples lesiones ha terminado entre los cuatro mejores en diez de sus 12 temporadas en MotoGP. Si la Honda acepta la dureza de los compuestos de Michelin y el mínimo peso del número 26 alcanza para hacerla rendir, Pedrosa puede volverse contendiente en el que tal vez resulte su último año con el equipo oficial del Ala, ahora comandado por su ex apoderado Alberto Puig.

Ducati fue el equipo oficial con menos kilómetros de prácticas pero el que más giró en Qatar, donde comenzará el certamen. La casa de Borgo Panigale comparte información con sus escuderías satélites y así la cantidad de datos a disposición de los ingenieros se multiplica. El subcampeón Dovizioso y Lorenzo se mostraron competitivos y más parejos que un año atrás, cuando sólo el italiano asomaba entre los veloces. La nueva Desmosedici parece haber ganado más velocidad en curva, un recurrente reclamo del español tricampeón que era compartido por Dovi.

Jorge Lorenzo, Ducati Team

Un paso atrás aparece Yamaha, que trabajó intensamente en el nuevo chasis luego del fiasco de 2017 y mejoró la gestión electrónica, una petición de Valentino Rossi, quien parece preparado para firmar una extensión de contrato por otras dos temporadas y así competir hasta pasados los 40 años. De las soluciones que haya encontrado durante su última estadía en Losail y que los ingenieros logren afinar antes de volver a Qatar dependerá cuánto pueda trepar en clasificación. Suzuki halló más potencia en el motor luego de su mala elección el año pasado, cuando estrenó la formación compuesta por Andrea Iannone y el entonces novato Álex Rins.

Valentino Rossi, Yamaha Factory Racing

Cinco de las seis escuderías oficiales mantienen su alineación y el único cambio lo produjo Aprilia, que reclutó al inglés Scott Redding para reemplazar a su cesanteado compatriota Sam Lowes. Los otros movimientos se dieron en las escuadras satélites: Tech3 se vio obligado a sustituir al alemán Jonas Folger -aún afectado por Síndrome de Gilbert- por el novato malasio Hafizh Syahrin; LCR duplicó su dotación y Honda le proveyó moto y al debutante Takaaki Nakagami; Marc VDS contará con los principiantes Franco Morbidelli y Tom Lüthi, campeón y subcampeón de Moto2, y Avintia propiciará el estreno del belga Xavier Simeon en la elite de las dos ruedas.

Designar a esta hora un único favorito a levantar la copa de campeón aparece tan difícil como descartar que Márquez esté entre los candidatos principales a quedarse con otra corona. De los demás dependerá cuánta fuerza le hagan. De Pedrosa, acaso en su última oportunidad. De Lorenzo, si finalmente une su estilo con los requerimientos de la GP18. De Dovizioso, si consigue remedar su extraordinario 2017. De Viñales, siempre que se entienda con la M1 como lo hacía un año atrás. De Rossi, capaz de obrar un milagro como cuando peleó por el título de 2015. Y bienvenidas sean las sorpresas, esas que mezclan el mazo, desorientan a los tahúres y estropean hasta el más sesudo vaticinio.