Rossi: “Michelin va retrasada con las gomas de agua”

“Ahora estamos en el mismo punto que nos encontrábamos en marzo con las slick”, dice el italiano.

Rossi sumó en la última cita su tercer rosco de la temporada tras la  caída de Austin y la rotura de motor de Mugello, y esta semana se plantará en Sachsenring con la intención de comenzar a enjugar de nuevo la distancia que le separa de Marc Márquez (42 puntos) y de Jorge Lorenzo (18).

En Assen, todos y cada uno de los pilotos de la parrilla de MotoGP se cayeron al menos una sola vez durante el gran premio –se contabilizaron 39 en total–, circunstancia que automáticamente lleva a pensar en los neumáticos.

“Estos neumáticos tienen mucha adherencia detrás y poca delante, justamente al contrario que los Bridgestone con los que corrimos los últimos años", mantiene Rossi

Muchos (14) se produjeron durante la carrera del domingo, neutralizada y dividida en dos mangas por culpa de una tormenta que inundó la pista y dejó a ciegas al pelotón. En unas condiciones tan delicadas, la experiencia de Rossi siempre ha jugado a favor del italiano, que sin embargo, esta vez vio como la ambición le traicionaba y rodaba por el suelo cuando lideraba la prueba.

El corredor de Tavullia fue muy crítico consigo mismo por haber cometido un error impropio de él. Cuando se le pide que explique los motivos que a su criterio provocaron tal cantidad de accidentes, él lo tiene claro.

“Con las gomas de mojado, Michelin está ahora como estaba en marzo con las slicks. Después, trabajaron y mejoraron mucho el compuesto delantero. Con las de lluvia van retrasados”, afirma Rossi, que acto seguido explica la dinámica de la mayoría de caídas.

“Después de seis o siete años fuera del Mundial, a Michelin le ha pillado un poco por sorpresa encontrar motos tan potentes y pesadas", dice Jorge Lorenzo

“Estos neumáticos tienen mucha adherencia detrás y poca delante, justamente al contrario que los Bridgestone con los que corrimos los últimos años. Estábamos acostumbrados a meterle mucha presión al tren delantero, y por eso ahora, a la que exageramos un poco con los Michelin, le exigimos demasiado y se nos cierra de delante”, desgrana Il Dottore. 

Lorenzo, en la misma línea

En esa misma línea se posiciona Jorge Lorenzo, su compañero en Yamaha. El mallorquín las pasó canutas en Holanda, donde terminó el décimo, a 27 segundos del ganador, en una manga de solo 12 vueltas.

“Después de seis o siete años fuera del Mundial, a Michelin le ha pillado un poco por sorpresa encontrar motos tan potentes y pesadas, y con menos electrónica. Estamos teniendo muchos problemas para encontrar neumáticos adecuados en cada pista, a veces aciertan y a veces, no. Esperemos que con más experiencia acierten más”, conviene el actual campeón, que se pasó todo aquel fin de semana quejándose de las pocas sensaciones que le transmitía el compuesto.

“Si siento la goma delantera puedo ser el más rápido como ya he demostrado. Pero si no lo siento puedo ser el más lento”, zanja el mallorquín.