Rossi: “Montmeló me encanta pero me preocupa”

El italiano llega a uno de los circuitos en los que mejores resultados acumula: en sus 16 visitas desde que compite en MotoGP ha logrado 13 podios y siete victorias, un bagaje más que remarcable.

El último triunfo en el palmarés de Rossi lo forjó precisamente allí, hace ahora un año, tras sacar partido a su habilidad a la hora de optimizar el rendimiento de su moto en condiciones de poca adherencia.

Ese puñetazo encima de la mesa llegó unas semanas después de haber hecho lo mismo en Jerez, donde también se impuso en un trazado en el que el tremendo calor que hizo aquel domingo lo convirtió en una pista de patinaje.

Sin embargo, las cosas parecen haber cambiado mucho de una temporada para otra, y esa falta de agarre que tan bien le fue en 2016 se convirtió en un calvario en el pasado Gran Premio de España, donde Rossi cruzó la meta el décimo, a más de 38 segundos del ganador (Dani Pedrosa).

“Montmeló me encanta incluso con el nuevo trazado –la chicane colocada para evitar que se repita una tragedia como la que le costó la vida de Luis Salom–, pero me preocupa la falta de adherencia, que es muy baja, porque el asfalto está muy mal”, advierte Il Dottore.

La mayoría de la parrilla de MotoGP solicitó hace un año que el Circuit comenzara a plantearse un reasfaltado que no parece que vaya a llevarse a cabo, al menos a corto plazo –el último data de principios de 2007–.

Por lo demás, el corredor de Tavullia llegará a la cita, la séptima del calendario, con todavía algo dolor en el pecho y el abdomen, fruto del accidente de motocross que sufrió hace dos semanas.

“Sería mejor si tuviera otra semana para recuperarme, pero si sigo así, como estos últimos días, estaré mucho mejor”, espera Rossi, el tercero en la tabla de puntos, a 30 del líder, Maverick Viñales, su compañero en la escudería oficial de Yamaha.