Rossi reconoció que se equivocó con su apuesta

Motegi.- Una estrategia arriesgada envió a Valentino Rossi a la última casilla de la cuarta fila de la parrilla de salida del Gran Premio de Japón de MotoGP, que se celebra este domingo en el circuito de Motegi.

El italiano saldrá 12º, lejos de los puestos de cabeza y con su compañero de equipo, Maverick Viñales, por detrás, desde donde ambos intentarán una remontada complicada.

En el último entrenamiento libre, el FP4, Rossi sufrió una caída, la tercera de toda la temporada, y el italiano se resistió a dejar su moto en la pista, pidiendo ayuda a los comisarios para poder regresar, por los viales de servicio, al box con la moto. Rossi no quería perder esa moto pensando en la Q2, para la que estaba clasificado directamente. Al final, el italiano logró su objetivo pero no le sirvió de nada, no hubo tiempo para reparar la moto, y sólo pudo disponer de una para la clasificación.

Con una sola moto la estrategia era delicada. Había dejado de llover, la pista se estaba secando pero en algunas curvas aún había agua en cantidad importante. Rossi se la jugó, montó la puesta a punto de seco y las gomas lisas. Acabó último de la Q2.

“Nos equivocamos al salir con las gomas lisas. El asfalto no se secó todo lo rápido que esperábamos. Había un poco de huella pero precisaba más tiempo. Arriesgamos porque con poca agua en pista lo pasamos mal”, explicó el de Yamaha.

Una vez más apareció la comparación entre la Yamaha 2016 con la que Zarco logró la pole y la de 2017 con la que Rossi y Viñales acabaron tan retrasados.

“No creo que con la moto del año pasado en este momento tuviera más puntos. Ahora tenemos problemas, y habrá que trabajar mucho con vistas al año que viene”, dijo en la misma línea del día anterior.

El italiano, igual que su compañero de equipo, tiene el problema localizado.

“Nos falta tracción detrás y hay que encontrarla a partir de la electrónica y el chasis. En eso es en lo que hay que centrarse”, reclamó.

Rossi fue muy lento con las gomas lisas, y al final entró a montar las de agua, con las que rodó 4,3 segundos más despacio que Zarco.

“Puede que si hubiera hecho una vuelta más con las gomas de agua hubiera mejorado”, apostó.

Si este domingo llueve, como está previsto, la posición en la parrilla puede tener una importancia relativa.

“Arrancar 12° lo complica todo, pero será vital entender las condiciones de la pista. Si está muy mojado no estamos lejos, si se seco, sí”, avisó.

El italiano dejó a los aficionados sin aliento cuando se fue al suelo en el FP4: “Tuve suerte. Aún me duele un poco la pierna, pero nada importante”, tranquilizó.

Sobre la pole de la Yamaha satélite, destacó la habilidad del poleman: “Zarco fue muy listo porque puso la goma blanda al final e hizo una muy buena vuelta, pero ya sabemos que la moto del año pasado es mejor que la de este en mojado”.

El apunte positivo es que se anuncia mucho agua para la carrera.

“Con mucha agua mejoramos mucho y me sorprendió”, fue la pista que dejó el italiano.