Top de historias 2016, #18: Nueve ganadores diferentes en MotoGP

Cuando Jorge Lorenzo venció a Marc Márquez por una de las diferencias más pequeñas de la historia de MotoGP en Mugello, en mayo, nadie podría haber previsto que esa carrera marcaría el comienzo de una de las rachas más alocadas de la historia de las carreras de motociclismo.

Las siguientes victorias de Valentino Rossi, Jack Miller, Márquez, Andrea Iannone, Cal Crutchlow, Maverick Vinales y Dani Pedrosa –coronadas por el segundo triunfo de Andrea Dovizioso en Sepang– fueron una prueba definitiva de que los intentos de los organizadores por hacer la serie más competitiva estaban dando resultados, reforzado, por supuesto, por el cambio de los neumáticos Bridgestone a Michelin. 

Antes de Assen, las cosas parecían razonablemente normales. Aunque las carreras eran tan buenas como siempre, el cambio radical previsto por las reglas había fracasado: el vigente campeón, Jorge Lorenzo, ganó tres de las primeras siete carreras, mientras que Márquez y Rossi ganaron dos cada uno. Hasta entonces, todo era estándar.

Fue en la carrera de Holanda cuando las cosas comenzaron a volverse un poco peculiares, dado que las condiciones torrenciales abrieron la puerta a un ganador poco habitual, fuera de los tradicionales aliens. Un seguro Jack Miller con la Marc VDS Honda se agarró a esa posibilidad con las dos manos.

Aunque Miller se convirtió en el primer piloto que ganaba con una satélite en MotoGP en los últimos diez años, no fue visto como algo fuera de lo común dadas las condiciones de la carrera. Sin embargo, las aguas parecían volver a su cauce cuando, tres semanas después, Márquez logró su tercer triunfo gracias a un oportuno cambio de neumáticos de mojado a slicks en Sachsenring.

No fue hasta después de las vacaciones de verano cuando Andrea Iannone se convirtió en el segundo nuevo ganador de MotoGP en el espacio de dos meses al conseguir el triunfo en el Red Bull Ring. Fue en ese momento cuando la gente en el paddock comenzó a darse cuenta de que las cosas podían sufrir un giro radical. 

Tener cinco ganadores diferentes en el transcurso de una temporada no había ocurrido desde 2009, cuando Rossi, Márquez, Lorenzo, Dani Pedrosa y Casey Stoner (antes de retirarse) se habían llevado el protagonismo. Y, esa victoria de Iannone en Austria, hacía que fueran cinco victorias consecutivas de diferentes pilotos: Lorenzo, Rossi, Miller, Márquez y el de Ducati.

Más ganadores a la lista 

Sin embargo, nadie esperaba que esta tendencia milagrosa continuaría en el fin de semana de Brno. Fue entonces cuando Crutchlow sorprendió a todo el mundo con su elección de neumáticos en condiciones difíciles para convertirse en el tercer nuevo ganador en cuatro carreras. Bien, la meteorología había sido clave, por supuesto, pero de ninguna manera podría haber un séptimo vencedor diferente.

Sin embargo, cuando se pensaba que no sucedería, Viñales dio la campanada en Silverstone. Todo parecía demasiado bonito para ser verdad. 

Tres de las últimas cinco carreras habían sido sobre mojado, y Spielberg y Silverstone simplemente favorecían los puntos fuertes de la Ducati y la Suzuki. Así que, dijimos, era imposible tener un octavo ganador diferente en Misano. Por un lado, nos quedábamos sin potenciales nuevos ganadores. ¿Sería Dovizioso? No en una pista como la de Misano. ¿Pedrosa? No por la temporada que estaba haciendo.

Estábamos equivocados de nuevo. La pequeña estatura de Pedrosa, que había sido un castigo casi todo el año con los nuevos y más rígidos Michelin, fue decisiva para permitirle aprovechar al máximo el compuesto más blando de neumáticos delanteros en el calor italiano e –increíblemente– permitir un octavo ganador.

Márquez finalmente rompió el hechizo con su victoria en Aragón, pero ahí no acabó todo. Dovizioso puso fin en Sepang a una racha de 130 carreras sin ganar, para convertirse en el noveno ganador diferente en 2016 y superar el récord anterior establecido en el año 2000, cuando Rossi estuvo dentro de los ocho pilotos que alcanzaron el escalón más alto del podio.

Existía la fantástica posibilidad de que uno de los hermanos Espargaró fuera el décimo ganador si se imponía en la última carrera de Valencia, pero no fue así. Aunque, al final, la mayoría se mostraron satisfechos por haber sido testigos de un increíble año de carreras con una gran variedad de nombres en la parte delantera, algo que parece muy complicado de repetir a corto plazo.