Rossi, convencido de acertar al haber descartado recuperar la Yamaha de 2016

Viñales marcó la pauta a lo largo de todos los test de pretemporada y ese dominio le permitió llevarse también la primera cita de la temporada, hace dos semanas, en Qatar.

Mientras las sensaciones del español fueron en todo momento inmejorables, Rossi las pasó canutas por la falta de confianza que le transmitía su M1, especialmente el tren delantero.

El domingo en Losail, sin embargo, Rossi logró una escalada que le llevó desde la décima plaza que ocupó en la parrilla de salida hasta la tercera.

Nada más bajarse del podio, Il Dottore convino que a pesar de la tentación de recuperar la M1 del año anterior, con la que Johann Zarco se convirtió en el protagonista efímero de la carrera en Qatar –lideró las seis primeras vueltas–, la decisión de persistir en el desarrollo del prototipo de 2017 fue la más acertada.

“Al principio me sentí mejor con la moto de 2016, pero Yamaha prefería que siguiera probando la de 2017. Y Viñales va bien con la nueva, así que puede que yo necesite algo más de tiempo, pero también puedo llevar esa moto. Para el equipo es mejor que ambos llevemos el mismo modelo”, reconoció Rossi después de sumar su primer podio.

“El resultado [en Qatar] fue muy bueno, tanto personalmente como para la vertiente técnica, porque nos permitió entender muchísimas cosas”, zanjó el #46.