Márquez admite que para ganar en Austin "todo tiene que cuadrar"

Hasta este sábado, el de Honda era el único piloto de MotoGP en saber qué significaba arrancar desde la pole en Texas, algo que había conseguido en las siete visitas del campeonato. Este domingo, Márquez saldrá el tercero, cerrando la primera fila, después de verse superado por Pecco Bagnaia y Fabio Quartararo, los dos que se están jugando el Mundial. 

Esta tercera posición supone el mejor resultado de un sábado para el corredor de Cervera (Lleida) desde que se lesionó, en la primera prueba del año pasado, en Jerez. 

Un motivo más de alegría, habida cuenta de los problemas que arrastran los pilotos de Honda cuando deben cuadrar una vuelta rápida con un juego de gomas nuevas. 

Márquez, que todavía arrastra ciertas limitaciones en el movimiento de su brazo derecho, deberá gestionar su físico, tanto por el intenso calor que se prevé en el momento de la carrera, por las exigencias del trazado, repleto de baches.

“De entrada, no esperaba estar en primera línea; el objetivo era estar en la segunda. Uno de nuestros puntos débiles es lograr una vuelta rápida con goma nueva. Y lo salvamos. Es el mejor resultado en lo que llevamos de año, pero intuía que las Ducati irían muy rápido”, resumió Márquez, que seguramente tendrá más trabajo que el resto de sus compañeros de pista, dado el estado de su brazo y hombro derechos. 

“La carrera es larga y habrá que gestionar muchas cosas, entre ellas, el físico. En ritmo estamos bastante bien. Cuando se degrada el neumático la moto se vuelve más dócil, menos física, y yo me empiezo a encontrar mejor”, añadió el español, que de entrada apunta al podio, por más que cuando hace eso, en la mayoría de los casos implique está para ganar. “Me veo para meterme en el podio, pero para ganar tiene que cuadrar todo. Un podio sería un buen resultado viendo la temporada que llevamos. Es un poco como en Aragón. Se puede ganar, pero es difícil”, zanjó el #93.